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Sufriendo caídas de objetos en su casa, que ponen en riesgo sus vidas desde hace más de un año, vecinos del cerro Monjas en Valparaíso presentaron una demanda civil contra la inmobiliaria Bello Horizonte.

“Te damos la bienvenida a nuestro proyecto”, “Calidad de vida”, “Espacios pensados en tu comodidad”, se puede leer en el sitio web que presenta el proyecto inmobiliario de Condominio Bello Horizonte, un edificio de 5 niveles y 22 departamentos y que se integra “en perfecta armonía con su entorno e historia”.

Sin embargo, eso no es así para los vecinos, para quienes estas palabras tienen un eco particularmente irónico. De hecho, ellos no dan la bienvenida a este proyecto, dado que desde marzo del 2018, en la propiedad vecina, se observa la caída de objetos de diverso calibre en el techo, patio y escalera de entrada. Una situación que afecta su calidad de vida de manera diaria, e incluso les hace temer por sus vidas. Por tales razones, entablaron una demanda civil contra la inmobiliaria con el apoyo de la Junta de Vecinos N° 25 del Cerro Monjas bajo.

Integridad física amenazada por la caída de objetos

Desde principios del 2017, los vecinos intentaron muchos acercamientos con la inmobiliaria pero sin resultados. Cuentan que los problemas graves y de riesgo de vida empezaron con los trabajos de construcción, desde marzo del 2018.  

“Empezaron a ocurrir hechos que atentaban contra la integridad física de nosotros, porque no tomaron las reglas de seguridad,y la construcción como está tan encima de nuestro patio, empezaron a caer objetos contundentes de todo tipo”, destacan. Además, afirman que los trabajadores llegaron incluso a meterse en su casa, que rompieron una pieza, e instalaron un desagüe ilegalmente, entre otras cosas. La casa también perdió cuatro horas de luz solar y los vecinos perdieron a sus arrendatarios.

“Hay muchos testigos y muchas evidencias de todos los hechos vulneratorios a la seguridad básica: no se podía salir al patio, caían cosas en la escalera, lluvias de cemento fresco, un fierro de 3 metros y miles de fierros chicos, terrones de cemento, herramientas...”. También precisan que “todo lo que pudimos registrar está registrado (…) Y lo niegan, dicen que no pasa esto (…) Ha sido un infierno y es diario y es continuo”, concluyen, calificando la situación de “invasión a la propiedad, realmente. Pero lo mas increíble es que lo único que pedíamos era seguridad”.

Acciones emprendidas al plano judicial

Tras pasar por la Corte de Apelaciones, los vecinos ganaron un recurso de protección en la Corte Suprema en enero del 2019, pero todavía caen objetos. Los vecinos también denuncian un descuido por parte de la Dirección de Obras Municipales: “Ninguna de las cuatro solicitudes que hemos pedido han sido respondidas como corresponde (…) el DOM es poco transparente”, comentan.

Dicen sentirse “desprotegidos y no escuchados". Por lo tanto, con el apoyo de la Junta de Vecinos del Cerro Monjas bajo, los habitantes iniciaron una demanda civil, pidiendo “una indemnización para el impacto en la salud mental y el daño material que ha significado esta situación. “Nuestra vulnerabilidad, la sensación de violencia, llegó a su limite, y por eso presentamos esta demanda civil (…) Detrás de todo está la dignidad, que no pueden llegar y hacer todo lo que quieran”.

Demanda civil apoyada por la junta de vecinos

Fida Jofre, la presidenta de la Junta de Vecinos del cerro Monjas bajo, cuenta que ya en diciembre del 2018 la junta hizo una solicitud de fiscalización al DOM, denunciando que la empresa estaba “produciendo una serie de trastornos en la vida de los vecinos del sector”, en particular por dejar en mal estado “el pasaje donde se realizaron las conexiones al alcantarillado” y por cámaras de agua mal instaladas.

Un problema que la Municipalidad reconoció pero no arregló. En enero del 2019, la gestora territorial del sector 5 afirmó “que fue el inspector de DIU, Héctor Valero, a verificar en terreno la situación señalada”, y que el caso fue derivado a ITO DOM, pero la junta se dio cuenta de que “en ITO DOM no aparece ningún Héctor Valero”.

 Por lo tanto, además de ser testigo y tener documentos claves, la junta firmó un carta de apoyo a esta demanda civil, para afirmar que la empresa no tomó “las precauciones correspondientes antes de ponerse a trabajar”, y que no buscaron una buena relación con los vecinos.

El horizonte prometido por la inmobiliaria quizás no es tan bello como lo pretende.

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