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Por Diego Ibáñez (diputado Frente Amplio), Alejandro Valdés (Putaendo Resiste) y Valeria Melipillán (Consejera Regional).

El 31 de mayo la Compañía Minera Vizcachitas Holding, de propiedad de la canadiense Los Andes Copper Ltd, presentó al Servicio de Evaluación Ambiental un nuevo proyecto denominado “Sondajes Mineros de Prefactibilidad Las Tejas”,  a ejecutarse en la comuna de Putaendo, el que contempla 124 plataformas, 350 sondajes y más de 22 kilómetros de caminos. 

A principios de abril asistimos a la aprobación otorgada por la Comisión de Evaluación Ambiental de Valparaíso al proyecto “Regularización de Sondajes Mineros, Sector Las Tejas”, el que vino a blanquear un irregular comportamiento operacional de la misma empresa desde el año 2007 en adelante. De hecho, este proyecto es parte del Programa de Cumplimiento pactado por los canadienses con la Superintendencia de Medio Ambiente.

Al revisar las declaraciones de ambos proyectos, surgen varias dudas sobre la Evaluación del Impacto Ambiental. Por ejemplo, en el proyecto anterior no se le dio mayor relevancia a las observaciones realizadas por la DGA, el Seremi de Salud, el Municipio de Putaendo y el SAG, respecto de que este debía realizarse mediante un Estudio de Impacto Ambiental y no por vía de una Declaración de Impacto Ambiental. También, sorprende la negativa dada por la Dirección Regional del SEA de Valparaíso a la Participación Ciudadana solicitada por personas naturales y jurídicas de la comuna.. 

Pero, quizás lo más relevante de este proyecto, es su emplazamiento. En primer lugar, se ubica en el lecho del Río Rocín, principal afluente del Río Putaendo, el cual está declarado agotado desde el año 2004 por la DGA Regional. Segundo, se encuentra 20 kilómetros aguas arriba del Embalse Chacrillas, una anhelada obra con capacidad para embalsar 27 millones de metros cúbicos de agua, que aseguraría el riego de 7.100 hectáreas, con una inversión estimada en 100 millones de dólares para el Estado de Chile. Tercero, es que a 4 kms de este proyecto se encuentra el Sector de Las Launas, zona rica en glaciares de roca, humedales y lagunas de montaña, que serían afectados por el material particulado que emite la faena, sedimentando sobre este y acelerando su derretimiento. Y aquí nos queremos detener.

¿Por qué son tan importantes los glaciares en Putaendo? Existe consenso en que los glaciares son una importante reserva de agua dulce, funcionando como embalses naturales. Como tales, proveen de agua durante el verano o en los largos períodos de escasez hídrica a un valle cuya fuente principal de ingresos proviene de la actividad agrícola y ganadera. De acuerdo con el Registro Comunal de Glaciares, sustentados en los informes de Geoestudios (2008), Inventario de glaciares de la DGA (2014) y las expediciones científicas realizadas por la Municipalidad de Putaendo, se registran en la cordillera putaendina 138 glaciares rocosos, que constituyen la base esencial de la flora,  fauna y comunidades del valle.

De ahí la importancia de exigir mayor rigurosidad al momento de evaluar este nuevo proyecto económico, el que no puede ir en desmedro de inversiones ya realizadas, tanto por el Estado y por particulares como embalses, obras de regadío y casi 8.000 hectáreas cultivadas. La autoridad ambiental debe tener especial consideración del impacto a los glaciares al momento de evaluar los efectos adversos del proyecto de Vizcachitas Holding, ponderando el efecto irremediable que produciría la actividad minera y evitar situaciones como Pascua Lama. Lo legislativo debe ir en sintonía con la fiscalización territorial, y así como miramos con atención la tramitación en el Senado del proyecto de Ley de Protección de Glaciares, también nos pone en alerta lo que sucede con los glaciares en nuestro distrito.