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Por Gabriela Verdugo Weinberger

Se ha tornado habitual en el día a día, comentar que nos sentimos sobrepasados por el contexto de la pandemia. Verse en la necesidad de tener que salir a trabajar, miedo al contagio, las precariedades laborales, la cesantía, son innumerables factores que han incrementado el estrés de la sociedad.

Complejo contexto del que no está ajeno nuestra niñez. Sus rutinas se han alterado profundamente. No solo dejaron de estar con quienes compartían habitualmente en ámbitos escolares, de amistad, terapéuticos y familiares, sino que además están expuestos a toneladas de información en medios de comunicación y redes sociales que nos muestran un presente y futuro inciertos, repletos de inseguridades y de temores ante la incertidumbre de un colapso total.  

¿Estamos abordando este escenario como sociedad, con una mirada transversal, multisectorial, centrada en las personas y en particular en la niñez?

¿Estaremos presenciando efectos en la salud mental de niños, niñas y adolescentes?

Sobre estos temas conversamos con la Dra Mireya Quitral, Neuropediatra del Hospital Carlos Van Buren y que hará parte del 19º Curso Internacional de Neuropsiquiatría Infantil, organizado por la Universidad de Valparaíso, Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, con la colaboración de Boston Children’s Hospital, Georgetown University y el apoyo del Hospital Salvador de Valparaíso y la Fundación Unión Autismo y Neurodiversidad FUAN. Este curso se dictará en modalidad en línea, entre el 8 y 12 de junio, instancia en que la Dra. Quitral expondrá sobre “Atención, cómo usarla a favor del aprendizaje”.

En su charla abordará el cómo funciona la atención en general, en el déficit atencional, en el espectro autista y en contextos de trastornos de ansiedad. 

“Estamos viendo en consulta a muchos niños con crisis de pánico y con crisis de angustia. Se trata de niños que en reiteradas ocasiones por ejemplo se ponen a llorar sin motivo. Y que van manifestando menos capacidad ejecutiva”, precisa la Dra. Quitral.

“Aquí surgen de inmediato algunas recomendaciones como el no ver noticias, porque resulta altamente nocivo que reciban información, que por lo general no cuenta con filtro de una persona adulta, que ayude a comprender lo que está ocurriendo”, agrega.

En ese mismo sentido Dra. Mireya Quitral nos explica que es importante propiciar el mantener ciertas rutinas en casa pero sin exigirse, “por ejemplo, establecer un horario para levantarse, hacer ejercicios diarios por último bailando, eso ayuda, así como mantener dentro de lo posible una alimentación saludable, cuidar los hábitos de sueño y si es factible propiciar un lugar de trabajo para los niños en casa, con tal de mantener higiene de espacios.”

¿Las clases en línea, la carga de tareas y guías para hacer en casa están aportando a incrementar la ansiedad?    

“Tenemos que considerar que 20 minutos es la capacidad de atención realmente efectiva que se puede dar en niños. Por eso es crucial que en cada clase en línea se avance cambiando de actividad, por ejemplo, alternar una actividad práctica, luego pasar a una exposición, luego invitar al debate. En definitiva, proponer a través de diferentes vías la adquisición del conocimiento”.

“Pero debe abordarse cada clase en tiempos cortos, de no más de media hora. Además sería muy recomendable que se disminuyeran la cantidad de guías y tareas que se envían para hacer en casa. Esto debería responder a una planificación semanal construida dependiendo de la autonomía de cada niño y luego ir evaluando de qué manera complementar sus aprendizajes.”

¿Todo esto ocurriría efectivamente si desde el mundo educativo y desde toda la sociedad la mirada estuviera puesta en las personas, en nuestra niñez?

“Justamente. Hay sectores que hablan con preocupación sobre el riesgo de perder el año académico, sin embargo lo que estamos enfrentando es resolver cómo cuidar la vida en esta pandemia.”

“Cuando estemos en una etapa post pandemia vamos a tener que evaluar qué impacto habrá tenido esto en los niveles de ansiedad generalizada y en cuadros depresivos en niños y jóvenes. Esto es muy preocupante”.

“No debemos perder la perspectiva de lo importante. Aquí lo crucial no es perder un año académico. Aquí lo crucial es cuidar la vida.”

La mirada centrada en la persona, en la niñez, en los jóvenes. Eso nos falta concluye Dra. Mireya Quitral. Nos detalla que será interesante más adelante ver cómo manejaron estos temas en países con buenos resultados post pandemia como Nueva Zelanda. Pero se trata de países que están recién saliendo de semanas críticas. Así que seria prematuro pretender llegar a conclusiones.

En Chile las semanas más demoledoras están por venir. La puesta en marcha de un plan integral de salud mental a nivel nacional se hace imprescindible. La salud mental es un tema urgente, que definirá el cómo lograremos avanzar en recuperarnos como sociedad de la amenaza que nos impone esta pandemia.