El "Plan Bielsa" y la nueva mirada para evaluar los proyectos

El "Plan Bielsa" y la nueva mirada para evaluar los proyectos

08 Septiembre 2009
Dejar de preguntar ¿cuánto cuesta?, y mejor decir ¿cuánto rinde? La historia de la contratación del D.T. Marcelo Bielsa, nos expone un caso de como las decisiones gerenciales deben evaluarse sobre la rentabilidad. Por Juan Arcaya
Corresponsal El... >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado

En mi calidad de Consejero Regional de Arica y Parinacota, asistí a la presentación de un programa de la Seremía de Agricultura. En dicha presentación el relator quiso explicar las bondades de un programa que fue muy cuestionado por su alto costo, pero que finalmente permitió a muchos agricultores contar, exitosamente, con las capacidades para mejorar su productividad.
El relator expuso como ejemplo el caso de la contratación de Marcelo Bielsa como DT de la selección chilena, para explicar que los cuestionamientos (juicios, cuando no se tienen los antecedentes técnicos para opinar) que se hacen sobre la contratación de diagnósticos y estudios en ciertas áreas, por su costos. Cuando los resultados avalan un apalancamiento en virtud de los resultados y su alta rentabilidad en la producción.
Quise estudiar un poco más, y compartir con ustedes, que significó para nuestro país y el futbol chileno la contratación del estratega Marcelo Bielsa para dirigir el proceso de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial Sudáfrica 2010. Esta contratación no fue un proceso simple, sino mas bien bastante cuestionado, especialmente por la prensa que en su conjunto pusieron la cuota de duda sobre los “costos” de su contratación y la de sus colaboradores (Luis Bonini como preparador físico, y como ayudantes de campo a los ex jugadores argentinos Alfredo Berti y Eduardo Berizzo). La remuneración del equipo técnico y las exigencias del estratega tuvo un costo cercano a los 8,8 millones de dólares, de los cuales la “ofensiva cifra” de 4,8 millones fueron destinados a sueldos (convirtiéndolo en el DT mejor pagado de Sudamérica) y 3,5 millones de dólares para premios y estímulos al plantel si logra la clasificación al próximo mundial.
A pocas fechas de concluir el proceso eliminatorio, y sin tener la clasificación abrochada aún, es muy pertinente decir que la contratación de Marcelo Bielsa para dirigir al seleccionado nacional ha sido “el mejor negocio del fútbol chileno”, no solo en el plano deportivo, sino especialmente en el plano económico, ya que la proyección de los ingresos, alcanzarán la suma de 26 millones de dólares, de los cuales 16 millones corresponden a recaudación por asistencia al estadio. Otros cinco millones serán por el aporte de la FIFA por clasificar y otros cinco millones aportados por derechos de televisión si se asegura la participación en el mundial de Sudáfrica. (Fuente www.emol.cl)
Sin embargo la mayor utilidad económica la otorgará un intangible, como es la elevada cotización de la selección chilena en el exterior, a través de su mejorada imagen como equipo, lo que generará nuevos y suculentos contratos en el mediano plazo para el seleccionado nacional.
Esta importante decisión de la dirigencia de la ANFP estuvo cargada de “habilidades gerenciales” que pueden y deben homologarse en decisiones de aquellas autoridades que resuelven o deciden sobre la inversión regional. Soy testigo como en consejos regionales algunas discusiones se sostienen en “juicios” para debatir que los estudios y diagnósticos (pre-inversión) son muy “caros” y no conducen nada directo, sin embargo, hay que concentrase en aprobar “obras” que traigan resultados seguros y a corto plazo (posición política).
Entender que procesos de pre-inversión en innovación tecnológica, diagnósticos, estudios y diseños de planificación en áreas productivas como turismo, agricultura, minería, conectividad, borde costero, etc. pueden convertirse en importantes apalancamientos de beneficios, que permitan a Arica y Parinacota convertirse en una ciudad oferta para los clientes internos y externos de nuestra región.
El “Plan Bielsa” es un buen caso, donde se ejemplifica como una decisión se debe tratar de mirar siempre como una “inversión” y no como un “costo”. Este caso me obliga desde ahora al evaluar un proyecto, el dejar de preguntar ¿Cuánto cuesta?, cuando lo correcto es preguntarse ¿Cuánto rinde?