Gabriela Jorquera, (32, Santiago de Chile), viajó a Pamplona para decir "NO a los encierros de San Fermín". Como trabajadora social ayuda a los más necesitados pero los animales son otra parte importante en su vida. Para ella sienten y sufren como el ser humano y son poco tenidos en cuenta en esta sociedad. Por eso como activista lo da todo y siempre va allá donde los "sin voz" necesitan ser escuchados.
La acción de Pamplona, firmada por AnimaNaturalis y PETA, es el mayor acontecimiento a nivel mundial por la abolición de la tauromaquia.
La protesta trascurrió en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona donde los activistas, semi-desnudos y con el cuerpo pintado, permanecieron tumbados representando la agonía y sufrimiento de los toros al morir en cualquier acto taurino. Todos ellos juntos formaron una gran e impactante foto aérea: la figura de un toro gigante muerto.

"Los Encierros de San Fermín son espectáculos crueles. Las personas que participan arriesgan su integridad conscientemente, pero los toros son sometidos a un enorme estrés, y por la tarde, son sacrificados", dice Gabriela. "Todas las tardes, del 7 al 14 de julio, mueren 6 toros que fueron corridos durante la mañana. Las fiestas en honor a los santos no tienen por qué involucrar maltrato a los animales; podemos celebrar sin muerte".
Ponerse en la piel del toro se hace ya fundamental en esta sociedad, para experimentar por un momento, y transmitir, el tremendo sufrimiento y dolor al que son sometidos estos animales durante las fiestas de San Fermín y otros eventos taurinos.
En estos momentos, muchos toros esperan, ignorantes a todo ese sufrimiento, el destino que otros les escribieron. Toros que serán perseguidos y punzoneados por callejones hasta llegar asustados y extenuados al encierro en la plaza, para continuar con la tortura y morir sin justificación alguna.
El Ayuntamiento de Pamplona emite eslóganes publicitarios en su página web: "Pamplona contra los malos tratos. Entre todos podemos evitarlos" o "Bienvenido al respeto, bienvenido a Pamplona. Bienvenido a tu casa, mantenla limpia". Pero es en esta ciudad donde los toros conocen en primera línea los malos tratos y ningún tipo de respeto.
Datos de interés.
En España, la tauromaquia, concepto que incluye corridas, encierros, festejos varios como la vaquilla, escuelas taurinas, etc... es financiada con 564 millones de euros del erario público, sin incluir las ayudas a ganaderos, según la Fundación Altarriba, lo que supone unos 47 euros anuales por cada familia española.
Según el Estudio sobre la afición a los toros en España realizado por la empresa IG-Investiga en agosto de 2008, el 67% de la población se manifiesta sin ningún interés por los actos taurinos, mientras que sólo el 9,7% está interesado.
Dentro de esas cifras y siguiendo la delimitación de regiones Nielsen, la zona más antitaurina de España es la de Cataluña, Huesca y Zaragoza (73,2% de desinterés); seguida de Galicia, Asturias y León (67,9%), y Cantabria, País Vasco, Navarra, Logroño, Palencia y Burgos (67,6%). Dato importante es que el 66,1% de los ciudadanos de la región centro que comprende Madrid, Castilla la Mancha, Teruel, Soria, Cáceres, Zamora, Salamanca, Avila y Segovia, aseguran no tener ningún interés por las corridas de toros, alejando así la idea que asocia al movimiento antitaurino con movimientos independentistas. Por último, es en la Comunidad Valenciana y Murcia, donde el estudio refleja la mayor afición (39,6% de interés).
Los toros, sobre todo, pero también vaquillas, caballos, gansos y otros animales, son víctimas cada año de la cruel diversión de los humanos en las fiestas populares. Según los cálculos realizados por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA), la cifra de animales torturados y sacrificados rondaría los 60.000 al año.
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