Los celos se expresan de varias maneras, como por ejemplo violando la intimidad de la pareja, al revisar su celular, Facebook o correo electrónico.

Así se desprende de un sondeo realizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, CESOP, de la Universidad Central, que demostró que el  30,2% de las personas encuestadas ha llevado a cabo esta práctica de “espionaje”.

El 34.6% de los encuestados declaró, además, que su pareja le ha revisado sus comunicaciones privadas.

Para el psicólogo de la Universidad Central, Fernando Urra, “los celos de baja intensidad son adecuados en tanto muestran interés por el otro o  hacen pensar en estrategias de seducción para mejorar la relación de pareja”, en cambio, el académico agrega  que “los celos  se vuelven negativos cuando  generan restricciones, como prohibir a la pareja  salir con amigos, chatear o vestirse de cierta manera”. 

Según esta encuesta, los celos distinguen edades, ya que estos disminuyen notoriamente después de los 50 años, lo que el psicólogo Fernando Urra explica como una consecuencia de la disminución de motivos para tener celos y la estabilidad y fortalecimiento alcanzado en la las relaciones con el transcurrir del tiempo.

En general la encuesta del CESOP no muestra altos índices de celos, pero es sabido que no es popular declararse celoso o celosa; no obstante, el 44% se declara celoso, siendo más marcado este reconocimiento en las mujeres.

Un porcentaje similar -44%- admite que le molesta que su pareja salga con personas del sexo opuesto, pero esta vez sin diferencias entre hombres y mujeres, pero sí  en las edades, ya que se constata que a las personas menores de 50 años les irrita más este hecho, e incluso se acentúa más en los menores de 25 años.

“La detección de celos en los jóvenes es un hallazgo significativo en la encuesta de Cesop y Publimetro, toda vez que existe la creencia que los jóvenes son más liberales, lo cual puede ser un mito y revela que no conocemos bien a los jóvenes”, concluye el académico de la Universidad Central.

La encuesta del CESOP buscaba pesquisar cuán celosos son los residentes de la Región Metropolitana, entendiendo los celos como reacciones afectivas de desconfianza hacia la pareja frente a la posibilidad –real o imaginaria- de que el otro sea infiel.