Torpe, por decir lo menos, fue la intervención que realizó el Gobierno de la Presidente Michelle Bachellet al convocar a los medios de comunicación a una cadena nacional “voluntaria” para exponer, a mi juicio, un mensaje sin novedades y con el sólo propósito de restar protagonismo al evento que realizó el opositor candidato presidencial Sebastián Piñera.
No hay que ser un genio comunicacional para darse cuenta que lo expuesto por la señora Presidente faltó al concepto de primicia y más bien fue percibido como un acto innecesario y mal intencionado, esto considerando que la pauta publicitaria y los millonarios presupuestos destinados a la propaganda de los beneficios y asuntos sociales que lleva adelante su administración es suficientemente amplio y corpulento.
¿Qué dijo de nuevo la Presidente?. Una cosa es que Bachellet diga que no se le puede exigir imparcialidad, pero esta actuación me pareció grosera y lesiona significativamente su imagen pública. Insólita actitud de una persona que goza de altos niveles de popularidad y que aspira a ser reelecta el 2014.
Torpemente el Gobierno volvió a dejar la pelotita en el área penal y ya que lo han utilizado de todos los sectores políticos, convendría preguntarse qué haría Marcelo Bielsa.