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Pladeco Valparaíso: la falacia de la participación ciudadana

31 Julio 2015

¿Qué decidirá el Pladeco? Está claro que no será lo que la ciudadanía quiera o necesite. Ni siquiera ha sido consultada así es que, al menos en el eje de Gobernanza y Participación, será lo que unos pocos empresarios y el municipio suponga que necesitamos.

Boris Kúleba >
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Por Boris Kúleba

El proceso de actualización del Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco) de Valparaíso ha sido polémico incluso desde antes de haber sido iniciado. El tercer cargo de la acusación constitucional por notable abandono de deberes en contra del alcalde Jorge Castro es, justamente, no haber implementado un nuevo Pladeco pese que el anterior, del año 2002, fue creado antes de que Valparaíso fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuando los desafíos de la comuna eran completamente distintos, y su vigencia terminó hace ya tres años.

Estuvimos nueve años con un Plan de Desarrollo Comunal que no nos servía y llevamos tres años sin uno.

El Pladeco es considerado la “carta de navegación” de una comuna. Es, junto al Plan Regulador y el Presupuesto, uno de los principales instrumentos de gestión municipal,  si no el más importante, y dentro de la regulación se hace un énfasis en la participación ciudadana dentro de su creación. Su función es “orientar las acciones tendientes a satisfacer las necesidades de la comunidad local y promover su avance social, económico y cultural”.

En abril de este año, el municipio porteño licitó la actualización del Pladeco a la empresa consultora Planificación Arquitectura y Gestión De Calidad Ltda. (PAC) y desde entonces las polémicas y desconfianzas en torno a su ejecución no han cesado. El proyecto estaría dirigido por Luis Parot, que dejaría su cargo en la Secretaría de Planificación Municipal, y Luis Guastavino, ex intendente de izquierda, fue inesperadamente nombrado por nuestro alcalde de derecha como director de uno de los “ejes temáticos” que estructurarán al nuevo Plan, y fue ampliamente cuestionado por el veto a la participación ciudadana que expresó en su desafortunado discurso de presentación.

La falta de participación ciudadana y la aparente improvisación en su ejecución se han evidenciado reiteradamente durante su implementación: la web oficial del Pladeco (http://pladeco-valparaiso.webnode.cl/) está montada en un sitio que ofrece “tu propia web gratis en cinco minutos” y la ausencia de información respecto a las actividades de participación ha sido habitual. O intencional.

Los principios ordenadores del nuevo Pladeco son una serie de seis “Ejes Temáticos”, que nacen de la “Visión Municipal” de la actual administración y que fueron decididos por 70 “tomadores de decisiones” al interior del municipio.  Estos seis Ejes cuentan con un Grupo Técnico Asesor (GTA), que son definidos como “representantes del universo de actores reconocidos por sus pares y nombrados por el municipio”. ¿Bajo qué criterios son nombrados? Nuevamente la improvisación y la desconfianza. En el eje de Cultura y Entorno, por ejemplo, se decidieron mediante un sorteo entre el universo de representantes del mundo cultural local; en el eje de Gobernanza y Participación, en cambio, los “asesores” poseen un perfil muy claro y su designación revela una escasa representatividad estatal, ningún representante vecinal y una sospechosamente excesiva presencia empresarial que incluye nada menos que a dos representantes de una misma fundación empresarial (autodenominada “centro de pensamiento”) de derecha, la forzadamente omnipresente Fundación Piensa.

¿Qué subrepticios diablos tendrá que ver la Fundación Piensa en las propuestas de gobernanza local, se preguntará suspicaz uno? En los otros cuatro ejes no hay información sobre quiénes compondrán sus GTA o la forma en que se nombrarán a los representantes.

Pese a la insistencia en las regulaciones para incluir a la comunidad tanto en los objetivos como en la participación de la definición del Pladeco, el municipio porteño se ha empecinado en repetir los mismos vicios en que las autoridades locales han caído cada vez que deben hacerlo por obligación: la participación ciudadana se limita a mostrar a una parte de la comunidad lo que “otros” ya decidieron para que los vecinos opinen. El esquema consiste en que los GTA, en conjunto con la consultora PAC y el municipio (ninguna organización vecinal está considerada) determinarán una visión y conclusiones en común cuyo fin es difundirlas en las convocatorias que se realizarán a cada sector territorial de vecinos, y mediante charlas, discursos y presentaciones. Los vecinos, los principales beneficiarios según la normativa, sólo serán espectadores y podrán opinar únicamente sobre el eje temático en el que hayan decidido participar cuando se hagan los llamados territoriales a inscribirse en la discusión. Llamados que, resta decir, no se han difundido ni calendarizado públicamente.

¿Qué decidirá el Pladeco? Está claro que no será lo que la ciudadanía quiera o necesite. Ni siquiera ha sido consultada así es que, al menos en el eje de Gobernanza y Participación, será lo que unos pocos empresarios y el municipio suponga que necesitamos, en el más ingenuamente bienintencionado de los casos.

¿Qué es la Gobernanza? La Visión Municipal lo define como “cooperación e interacción entre el Estado y actores no estatales”, y está claro que los actores no estatales, para el municipio, son los grandes empresarios de la región (ni siquiera de la comuna) ¿La ciudadanía, la comunidad? No son actores para quien decide, y en palabras de Luis Guastavino, director del eje de Gobernanza, ni siquiera merecen ser tomados en consideración para las decisiones. ¿Cómo se definen a estos actores? Aparentemente por influencias. O por aparición en las páginas sociales del Mercurio de Valparaíso, en el más ingenuamente bienintencionado de los casos.

El resto de los directores de los demás ejes varía desde un arquitecto que fue rostro publicitario del Mall Barón hasta un operador político-cultural municipal. Se criticó, en su momento, la cantidad de ex-funcionarios del gobierno de Piñera que fueron reacomodados en el Pladeco .

Mientras tanto, la difusión de sus actividades sólo se hacen posterior a su ejecución, con una insólita ausencia de información pública para participar en las discusiones y una cefalópoda presencia, al borde del estereotipo, de los mismos directores de empresas y lobbistas locales presentes en todas las decisiones en desmedro de la participación ciudadana. Sólo queda informarse, por cuenta propia, sobre las jornadas de participación territorial para asistir y al menos conocer qué subrepticios diablos suponen los “actores” principales que nosotros, secundarios beneficiarios, necesitamos, y hacia dónde pretenden los dueños de empresas llevar el desarrollo de “su” Valparaíso.

 *Este artículo de opinión fue realizado en el contexto del Taller de Periodismo Ciudadano, como parte de los Talleres por Trueque de Patio Volantín.


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