En una reunión en que participaron cerca de 200 locatarios de botillerías y locales con patente para el expendio de licores y cerveza, se llegó a la conclusión de elaborar una nueva Ordenanza Municipal que regule los horarios de venta de alcohol en Quilpué y Belloto.  Al encuentro, convocado por el alcalde Mauricio Viñambres, asistieron también el Gobernador Provincial, Arturo Longton, y el mayor de Carabineros Eduardo Vergara.

“En esta ocasión se hizo la reunión invitando al Gobernador Arturo Longton para que explicara el plan Comercio en Paz y posteriormente se realizó un diálogo con Carabineros para clarificar la aplicación de la Ley de Alcoholes. Aquí la idea es buscar soluciones de convivencia y seguridad en los locales, apoyando al comercio y dando también tranquilidad a la ciudadanía”, detalló el alcalde Viñambres.

Aumento de la fiscalización

Uno de los planteamientos más reiterados por los comerciantes, fue que el aumento de la fiscalización policial se ha traducido en la aplicación de numerosas multas a los locales, las que muchas veces son consideradas injustas por los sancionados.

Es el caso de dueños fuentes de soda que abren sus locales antes de las 10:00 horas (horario en que se les autoriza para el expendio de alcohol), ofreciendo sólo desayunos sin venta de alcohol, pese a lo cual reclaman haber sido multados. Del mismo modo, está la preocupación de las botillerías, cuyos locatarios que se quejan de no poder controlar el consumo de alcohol en las inmediaciones de sus negocios.

Frente a esto, el mayor de Carabineros, Eduardo Vergara, se mostró abierto a atender los reclamos personalmente, revisar y corregir los procedimientos, así como instruir al personal policial respecto de la aplicación de Ley; no obstante fue enfático en sostener que las fiscalizaciones continuarán.

“La cantidad de infracciones que hemos cursado en este tiempo obedece a que la fiscalización y los controles han aumentado respecto de otros años, y la gente no estaba acostumbrada a la presencia y el control policial. Nosotros vamos a revisar y corregir los procedimientos, pero la fiscalización y los controles van a seguir en mejora del sistema, buscando un beneficio para la comunidad”, recalcó el comisario.

En tal sentido, el alcalde Viñambres explicó que el problema radica en que la Ley es muy general y requiere de especificaciones acorde a la realidad de cada región y cada comuna.

Ordenanza

Para este efecto, se acordó la elaboración de una nueva Ordenanza Municipal que regule el funcionamiento de este tipo de locales comerciales y que sea acorde a la realidad del Quilpué en el siglo XXI.

“Hasta hace algunos años, el comercio y los usos de la gente en la comuna eran muy distintos, de manera que es necesario actualizar la norma y adecuarla a la realidad que vive hoy día nuestra ciudad. Para ello vamos a establecer un trabajo con los locatarios, el Municipio y Carabineros, son miras a elaborar una Ordenanza que permita regular los temas que preocupan a los comerciantes y también a la comunidad”, indicó el alcalde Viñambres.

Organización

Del mismo modo, el jefe comunal insistió en la necesidad de que los comerciantes con patentes de alcohol se organicen para poder desarrollar un trabajo conjunto y tengan representatividad al momento de formular sus planteamientos.

Al respecto, los locatarios se mostraron muy interesados en sumarse a este trabajo, agradeciendo también la favorable acogida de la autoridad a sus preocupaciones.

“Quiero agradecer al alcalde y al municipio que nos dio todas las facilidades para reunirnos y comenzar a organizarnos como agrupación de dueños de patentes y locales de expendio de alcohol. Esto nos ha permitido aclarar conceptos con la autoridad fiscalizadora, que son Carabineros y los inspectores municipales para unificar criterios en el ámbito de la aplicación de la ley”, comentó Octavio Aravena, dueño del restaurante “El Criollo”.

El comerciante se mostró satisfecho por las respuestas recibidas, así como por la asequibilidad del mayor de Carabineros, no obstante insistió en la necesidad de que las fiscalizaciones no se traduzcan en un perjuicio para los locales y su clientela.