Día de la Madre Tierra, día del agua: "Israel puede hacer una contribución significativa"

Día de la Madre Tierra, día del agua: "Israel puede hacer una contribución significativa"

22 Abril 2021
La escasez de agua está provocando migraciones, guerras y conflictos, y millones de personas en el mundo estarán en riesgo de ser desplazadas. Para superar este fenómeno, debemos entender que el desafío hídrico es un asunto que requerirá que todas las acciones se adopten mancomunadamente.
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Día de la Madre Tierra, día del agua: Marina Rosenberg Embajadora de Israel

Por Marina Rosenberg
Embajadora de Israel en Chile

La pandemia de coronavirus, que ha atacado a nuestro mundo durante más de un año, ha colocado los problemas de la escasez hídrica y de la accesibilidad del agua en un lugar de privilegio en la agenda global. De hecho, ambos son aspectos importantes para el saneamiento y la higiene, así como para la reducción de la propagación del virus.

Si bien muchos lugares del mundo tienen acceso completo al agua potable de la llave, en muchos otros lugares, esta accesibilidad es limitada o casi inexistente.

Ahora, mientras celebramos colectivamente el Día Mundial de la Madre Tierra, vale la pena prestar atención a la crisis hídrica, considerando la amenaza que representa para la humanidad y para toda la vida en el planeta, así como las dimensiones adicionales del cambio climático, la desertificación y el aumento de las tasas de contaminación del agua en todo el mundo.

La crisis del agua se caracteriza por 3 procesos paralelos. El primero de ellos es la disminución del agua disponible para beber, para la agricultura y para la industria a medida que la población y la tasa de consumo continúan creciendo. En segundo lugar, está la disminución constante de la calidad del agua, cada vez más contaminada o salina. En tercer lugar, hay que mencionar la disponibilidad de agua: en muchos lugares del mundo las fuentes de agua se han alejado de los centros de población que no están conectados a los sistemas de suministro.

Se estima que unos 2.500 millones de personas (36% de la población mundial) viven en zonas con escasez de agua, un fenómeno que se espera empeore en las próximas décadas a medida que se intensifican los potentes procesos de cambio climático, el crecimiento de la población mundial, la creciente demanda de productos industriales y productos agrícolas y la desertificación.

La escasez de agua está provocando migraciones, guerras y conflictos, y cientos de millones de personas en todo el mundo estarán en riesgo de ser desplazadas debido a la escasez de agua en los próximos años.

Para superar este fenómeno, debemos entender que el desafío hídrico es un asunto que requerirá que todas las acciones se adopten mancomunadamente: orientar y educar sobre la conservación del agua; incrementar la eficiencia y coordinación en el uso del agua; acumular financiamiento internacional, público y privado; rehabilitar fuentes de agua contaminadas; y fomentar la inversión y la I+D (Investigación y Desarrollo).

Debemos explorar nuevos enfoques para invertir en infraestructuras y servicios relacionados con el agua y el saneamiento, garantizando al mismo tiempo el derecho de todas las personas del mundo al agua potable. Es importante que se haga hincapié en la disponibilidad y el intercambio de información sobre la cantidad, calidad, distribución y acceso al agua.

En este sentido, Israel puede hacer una contribución significativa, por ser un país con uno de los sistemas de agua más avanzados del mundo y con una abundancia de I+D y tecnologías innovadoras en muchos campos.

Un ejemplo de esto es el tratamiento y reciclaje de aguas residuales: Israel tiene un récord mundial en este campo, pues cerca del 90% de sus aguas residuales son tratadas y luego utilizadas en la agricultura. Si este fuera el status en todo el mundo, sería posible reducir en gran medida los gases de efecto invernadero y prevenir la contaminación ambiental y la destrucción de los sistemas naturales, permitiendo al mismo tiempo que el agua tratada y purificada fluya de regreso a la naturaleza y la agricultura.

Otro campo en el que Israel tiene un récord mundial es la prevención de la pérdida de agua en la red. Mientras que en Israel se pierde alrededor de un 10% de agua en los sistemas de suministro urbano, en otros países del mundo esta tasa puede llegar a sobrepasar el 30%. En Israel se ha desarrollado una amplia variedad de tecnologías y métodos para prevenir la pérdida de agua en los sistemas de suministro y detectar fugas a través de sensores remotos y satelitales, un modelo que si se implementara en todo el mundo contribuiría significativamente a la reducción de las consecuencias de la crisis climática.

La desalación de agua de mar, el uso de agua salobre en la agricultura, el riego por goteo, el desarrollo de variedades agrícolas que consumen menos agua e incluso la extracción de agua del aire, son otros campos que se desarrollaron profundamente en Israel actualmente.

En el caso de Chile, que tiene un clima semiárido y árido muy similar al de Israel, la cooperación está fluyendo hace más de 10 años, es decir, coincidentemente con el inicio de la sequía en la zona centro norte del país.

En ese sentido, seguiremos cooperando con MOP, Ministerio de Agricultura, Comisión Nacional de Riego, Comisiones de Recursos Hídricos del Congreso, intendentes, alcaldes, universidades, empresas privadas y la sociedad civil, para superar el desafío impuesto por la escasez hídrica en el país.

En este día mundial de la Madre Tierra, nuestro compromiso es con la tierra y también con el agua. Porque el agua es vida y cada gota importa.