Día del cuequero: la historia detrás de la cueca del Guatón Loyola

Día del cuequero: la historia detrás de la cueca del Guatón Loyola

03 Julio 2021
En el Día del Cuequero revivimos los mitos y verdades detrás de uno de las canciones más populares del folclore chileno.
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Día del cuequero: la historia detrás de la cueca del Guatón Loyola

La cantamos, la bailamos, la conocemos; en una fonda el 18 de septiembre, en año nuevo o hasta en una fiesta. La famosa cueca del Guatón Loyola, es patrimonio de la memoria de Chile y arrastra una leyenda llena de mitos.

En el Día Nacional del Cuequero, la revivimos para mantener vigente el legado del baile nacional y la figura trascendental de uno de sus protagonistas

 El primero: nunca hubo una golpiza al Guatón en el Rodeo de Los Andes. Parral, 1954, Región del Maule; fundo “Don Chanco” del reputado jinete Santiago Urrutia Benavente, son los datos exactos de lugar y época. En favor de optimizar la métrica de la canción, posteriormente, se incorporó Los Andes en reemplazo de Parral.

Detrás de la composición se esconden los testimonios de un altercado que protagonizó Eduardo Loyola Pérez, el “guatón” para sus amigos. Un martillero oriundo de la séptima región que, sin saberlo, con su coraje y buenas maneras quedaría en la historia.

Una versión aparecida en la prensa decía que era un viajero, encachado y vividor, y que estando en una fonda le empezaron a cantar la famosa canción, provocando la rabia que mezclada con el alcohol terminó con él machucado en el suelo. Su hija, Bernardita Loyola, la desmintió.

 Existe un registro donde el propio Eduardo Loyola cuenta la verdad, en una entrevista publicada en los sesenta por el El Llanquihue, recogida por el periodista Francisco Mouat en el libro Chilenos de Raza (2004).

 “Sí, hubo una pelea. La noche del domingo estábamos en el casino del rodeo cuando tres tipos que llegaron de afuera con algunos tragos encima molestaron a las damas que atendían las mesas”, aclaró cuando le preguntaron por la veracidad de la historia.

 “¿Y, Guatón, anduvo bajo las mesas? —­Bueno, algo hubo. En uno de los entreveros caí, y el otro tipo agarró una silla y tuve que esquivarlo. Alguien trató de quitarle la silla, pero no resultaba. Entonces, un amigo echó mano atrás y el que peleaba conmigo pensó que iba a sacar una pistola y se espantó. En verdad, fue un manojo de llaves. Pidiendo auxilio salió corriendo para el lado de la estación y no supimos más de él”.

 Alejandro “Flaco” Gálvez Droguett, músico y libretista de la Radio Portales, estuvo presente aquel domingo e inmortalizó la historia en una canción que ganaría fama rápidamente. Al día siguiente Loyola apareció por el rodeo y tuvo el singular privilegio de inaugurar la leyenda de su propia cueca.

 

 “(…) Como a la una de la tarde del lunes fui a la medialuna, y me pidieron que presentara a una de las candidatas a reina del rodeo. Lo hice, había mucha sonrisa en todas las caras. Apenas hube presentado a la candidata, comenzaron los gritos. "¡Que bailen una cueca!". Y bailamos. Y ahí me sorprendieron. Porque comenzó la cueca y salió la historia de la pelea de la noche anterior. La habían ensayado y todo (…)”

Fue el mismo Alejandro Gálvez quien compartió la pieza con el dúo Los Perlas, quienes antes de grabarla sustituyeron Parral por Los Andes, aprovechando que en la época además era un lugar gozaba de alta popularidad.

 Eduardo Loyola falleció un 24 de agosto de 1978, con 54 años de edad, debido a complicaciones derivadas de quistes en intestino, según revela la investigación de Mouat en Chilenos de Raza.

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