Días de Rock: Roy Orbison, La Voz de la Tragedia

Días de Rock: Roy Orbison, La Voz de la Tragedia

23 Abril 2012

Tenía más talento y más voz que muchos de sus contemporáneos, sin embargo, diversas circunstancias lo relegaron siempre a un segundo plano en la historia del Rock ‘n’ Roll; sus canciones y su propia vida son la crónica de un héroe de tragedia griega.

Oscar Rosales >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

La intensidad del drama. En esa frase podría definir la esencia de una de las voces más grandiosas del Rock y del Pop de todos los tiempos. Y esa voz tenía nombre: Roy Orbison, quien nació un 23 de Abril de 1936. Los pormenores de su atribulada y excesivamente golpeada existencia le hacen a uno preguntarse si realmente llegamos a este mundo predestinados a algo o es que simplemente los Dioses se divierten haciendo miserable la vida de algún insignificante ser humano.

Orbison nació en Texas y fue uno de los pioneros del Rock ‘n’ Roll. Obtuvo un contrato discográfico con el mítico sello Sun Records, gracias a la intermediación de Johnny Cash, y su primer éxito le llegó en 1956  con el single “Ooby Dooby”. Sin embargo, el cantante no tenía la apariencia ni la actitud de los héroes del estilo de aquellos años; no se movía ni demostraba la actitud desafiante de, por ejemplo, un Elvis Presley y su aspecto era rematado por unas grandes gafas oscuras que cubrían buena parte de su rostro. Las letras de sus canciones tampoco contenían la impronta triunfalista ni los juegos de doble sentido con que hacía furor el rock ‘n’ roll a mediados de los 50’s.

Roy Orbison, también apodado como The Big O, se convirtió entonces en la otra cara de la moneda del hedonista fenómeno del momento. Sus letras retrataron los sueños, vivencias y frustraciones de los grandes ignorados en la primera etapa del Rock. Escribió baladas sobre el desamor y la soledad; sus personajes eran los amantes no correspondidos, los derrotados, los que soñaban con una felicidad que parecía inalcanzable. Escribió e interpretó todo esto de manera magistral, con un timbre de rasgos operáticos que calzó a la perfección en esas narraciones llenas de apasionado dolor.

El reconocimiento masivo le llegó con “Only The Lonely” (Un tema que justamente Elvis rechazó y cuya letra no puede ser más representativa del estilo de Orbison: “Sólo el solitario/conoce la forma en que me siento esta noche […] Sólo el solitario/sabe por qué lloro”…Ahora que lo pienso, The Big O fue una especie de antecedente directo del sufrido Morrissey).

Posteriormente, en 1964 publicó “Oh Pretty Woman”, grandiosa canción y devocional himno dedicado a la exuberancia femenina, que lo aupó al Nº1 de las listas y lo mantuvo ahí durante tres semanas, convirtiéndolo en uno de los pocos artistas norteamericanos capaces de competir en ventas contra los mismísimos The Beatles, en plena era de la British Invasion. Precisamente con The Beatles se fue de gira en los 60’s y Paul McCartney comentaba en los “Anthology” que ellos eran admiradores de su técnica vocal y que fue durante un viaje en autobús que les mostró una canción que estaba trabajando; era “Oh Pretty Woman”, la que dejó a los Fab Four totalmente impresionados y con la determinación de componer algo tan bueno como eso que acababan de escuchar.

Hasta mediados de los 60’s fueron buenos tiempos para Roy Orbison. Sin embargo, a partir de ese momento todo iría de mal en peor y con su propia vida escribiría la más trágica de todas sus letras. En 1966 sufrió un accidente en moto en el que falleció su musa y esposa Claudette. Dos años más tarde, mientras se encontraba de gira por el Reino Unido, se desencadenó un incendio en su casa que consumió la vida de dos de sus hijos. Momentos durísimos, en los que el artista se esforzaba por sobrevivir y en los que la música ya no sería un refugio seguro, porque a finales de esa década los sonidos empezaban nuevamente a cambiar. La psicodelia, el blues-rock y el movimiento Hippie dan paso a una nueva era del Rock & Roll. Roy Orbison era ya demasiado mayor y su música muy convencional para ser del gusto de la juventud que seguía las nacientes tendencias; por otro lado, su sonido tampoco encajaba en los parámetros del público más mayor. Las ventas de sus discos empezaron a disminuir.

Pasa los siguientes años tocando en clubes y circuitos menores y editando discos que lo llevaron de vuelta a sus raíces, pero que pasaron totalmente desapercibidos. Pero The Big O seguía ahí y para muchos continuaba siendo una gran influencia. Linda Ronstadt grabó un cover de su canción “Blue Bayou” y en 1980 Orbison se adjudicaba un Grammy por su dueto con la cantante de country Emmylou Harris en la bella “That loving you feeling again”. En 1986 llegó el rescate más curioso, pero sin duda uno de los más efectivos, de la mano del cineasta David Lynch, quién utilizó magistralmente en la banda sonora de su película “Blue Velvet” la canción “In Dreams”; mucha gente quiso conocer quién era el intérprete de la melodía favorita del villano de la cinta de culto.

En 1988 formó parte de The Traveling Wilburys, un súper grupo integrado nada más ni nada menos que por George Harrison, Bob Dylan, Tom Petty y Jeff Lyne; todos ellos reconocían y apreciaban el talento de Orbison. Editaron un interesante álbum muy bien recibido por críticos y público. Simultáneamente, Lyne y Petty le ayudaron con la grabación de un nuevo álbum personal. El esquivo éxito empezaba a llegar otra vez, el reconocimiento de los pares se prodigaba con creces y todo lo malo parecía quedar ya muy atrás. Pero el sino de un destino implacable se manifestó una vez más y esta vez de forma definitiva: Roy Orbison falleció repentinamente de un ataque al corazón, en Diciembre de 1988; tenía sólo 52 años.

"Es muy agradable ser buscado de nuevo, pero todavía no puedo creerlo", fue lo que dijo en una de sus últimas entrevistas. Y es que cuando la vida te ha golpeado tan duro, empiezan a resultar sospechosas tantas cosas buenas juntas. Orbison no se equivocó. Sin embargo, no fue un derrotado. Su rango vocal fue una demostración de lo que un ser humano puede alcanzar y su estoicismo ante la tragedia la prueba de lo que un hombre es capaz de soportar. Una lección de arte y una lección de vida. Cualquiera en su lugar habría tomado la puerta de escape. Él no. Y eso lo convierte en un triunfador.

El héroe de tragedia enfrenta ahora en el Olimpo a esos Dioses que se la pusieron tan difícil; hasta aquí se escucha el sonido de su voz.

Comentarios

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FUE Y SERA LA MEJOR VOS DE

FUE Y SERA LA MEJOR VOS DE TODOS LOS TIEMPOS .ESPERO QUE ALGUN MUSICO CON TALENTO Y BUEN GUSTO LE RINDA HOMENAJE .UN CONCIERTO EN SU NOMBRE . POR SIEMPRE ROY ORBISON . UN IDOLO.LA MEJOR VOS.UN GRANDE.