[FOTOS] Tardes Klandestinas: El primer concierto con medidas sanitarias en la Región de Valparaíso

12 Julio 2021
Estas Tardes Klandestinas parecen ser la opción más viable por ahora, y si alguna vez el aforo se pueda agrandar, tal vez esta sea la única manera de valorar el trabajo perdido y contra restar la total despreocupación con la que el gobierno y el Estado ha estado azotando este rubro.
Pablo Rebolledo >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Estar cumpliendo el año y medio de pandemia debido al COVID-19 no se ha convertido en nada algo placentero. Las deudas siguen apareciendo, el gobierno sigue debiendo demasiado a los/las/les más desfavorecidos/as/es en su planificación, y el rubro del arte/música/cultura ha estado en una crisis profunda en todo el país.

Ha sido duro, y concentrándonos en el último punto, parece que volver a las tocatas o presentaciones masivas sigue siendo una ilusión lejana en estos tiempos de encierro. No obstante, opciones que han generado división en la gente han sido las de tener certificados de vacunación, creando conflictos ideológicos para una supuesta vuelta a los escenarios. Dicho esto, tomando en cuenta que la Fase 2-3 (cuestionada a más no poder) permite libertades de movimiento y de realización de eventos, fue que se creó la instancia “Tardes Klandestinas”, evento que Bombeat Media y el local Tierras del Sol lograron llevar a cabo, siendo el primer evento con medidas sanitarias de la región de Valparaíso. 

Ante tal noticia, yo como espectador y redactor de conciertos, era una oportunidad única para evidenciar y vivir en persona cómo realmente se hacía un evento de estas características. Ya no existe la masividad, pero está el espacio, falta la cercanía, pero puedes ir con alguien que quieras y sentarte a pedir cosas. Distinto iba a ser, pero había que estar ahí para contarlo. 

Siendo las 14:30 me reuní con amigues para irnos en este viaje hacía el local ubicado en Quilpué, sabíamos que íbamos a encontrarnos con personas que no veíamos hace mucho tiempo y que sería un momento para apreciar.

Un taco enorme en Viña del Mar nos tomó por sorpresa, parecía un día cualquiera en la ciudad a pesar de las medidas sanitarias. Un lugar lejano, cercano a la plaza de la característica mano, es ahí cuando con carnet de vacunación en mano y nuestras mascarillas puestas, esperamos en la entrada para ingresar. El evento partía a las 17 hrs.

Acá empieza un poco el relato distópico. Bueno, nunca está demás exagerar, pero una pantalla enorme midiéndote tu temperatura con visión térmica, sacando fotos mientras hacías fila y marcando tu estado actual fue algo invasivo. No sé, uno se psicosea por esas cosas y el avance tenebroso de la tecnología en ese aspecto, fuera de eso, estamos dentro en una mesa con el escenario a lejanía, pero sonando a tope todo el momento con aire libre y dispuestos a distraernos con música en vivo.

¿El cartel musical? Si uno querría ver una porción llamativa y talentosa de lo que se está creando actualmente en la escena musical local, esta era la oportunidad. Tener a Flores con el lanzamiento de lo que fue su primer trabajo como solista, “La Intimidad de los Peces”, a Por Mientras con su bella y entretenida música (teniendo en cuenta lo que será su primer EP), los experimentos ambientales de Kind of Cross y la energía juvenil guitarrera de Gran Nada, pues no había por donde perderse. 

Fue una instancia necesaria, había que salirse de la rutina explotadora y monótona de la que esta pandemia nos ha obligado a ser parte. Si bien hubo descoordinaciones con las cartas y los menús, nada quitaba la alegría y motivación de por fin ver música en vivo bajo medidas que lo permitiesen. 

¿Se sintió como antes del encierro? Nunca, pero al ver que están las ganas de ayudarse entre colegas de la música y el arte para poder levantar estos espacios que han quitado las oportunidades de surgir y sobrevivir a esta pandemia, esta instancia demuestra que se puede hacer algo significativo. Hubo una planificación, todo terminó a la hora, tal vez las ubicaciones podrían ser más estratégicas, pero las ganas estuvieron y todo lo que fue la parrilla musical funcionó. 

Estas Tardes Klandestinas parecen ser la opción más viable por ahora, y si alguna vez el aforo se pueda agrandar, tal vez esta sea la única manera de valorar el trabajo perdido y contra restar la total despreocupación con la que el gobierno y el Estado ha estado azotando este rubro. A ver qué nos depara en lo que dure esta fase, que, de un día a otro, se desvanece y nos vuelve a encerrar sin previo aviso. 

FOTOS: Gerardo Aliaga