Gabriela Mistral en Valparaíso: sus palabras de vanguardia, feminismos y justicia social

Gabriela Mistral en Valparaíso: sus palabras de vanguardia, feminismos y justicia social

10 Septiembre 2020

Valparaíso recibió a Gabriela con dicha y respeto, fue ovacionada en las calles. Una nutrida agenda de homenajes y ceremonias colmaron de actividades ese mes intenso, que sería la última estadía de Gabriela en Chile.

Gabriela Verdug... >
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10 de septiembre de 1954 fue un día poderoso e intenso. Gabriela Mistral recibió la distinción “Doctor Honoris Causa” de parte de la Universidad de Chile y en sus palabras de agradecimiento, sorprendió a la audiencia con un mensaje que buscaba, como siempre, remecer la conciencia, especialmente de la elite

“… No es metáfora superlativa; cual más, cual menos, todos vivimos del pueblo, en formas diversas; él viene a ser algo así como el segundo suelo que nos afirma y la segunda atmósfera en la cual respiramos medrando, por añadidura…

… Son los pueblos que no deben perder nada, porque el destino les dio poco. Y no han de atravesar como otros con la fantasía porque tienen lo justo o lo insuficiente. Como la granjera de ganancias parvas, estas patrias no pueden despilfarrar el trabajo y sobra decir la sangre de sus hijos y estas tal vez sean las colectividades afligidas, las que yo quiero más…”    

Pidió quedarse poco tiempo en Santiago, su deseo era permanecer en Valparaíso, por esa “presencia marina, que en todas partes me hace dichosa y cura mis males”. Y su deseo fue respetado. Se trataba de un viaje peculiar: una antimilitarista invitada por el presidente Carlos Ibáñez del Campo, que la misma Gabriela había denominado como “el eterno sargento de los golpecitos de estado americanos”.  

Valparaíso recibió a Gabriela con dicha y respeto, fue ovacionada en las calles. Desde la ciudad puerto se organizaron sus viajes que la tuvieron en Santiago, La Serena, Valle del Elqui. Una nutrida agenda de homenajes y ceremonias colmaron de actividades ese mes intenso, que sería la última estadía de Gabriela en Chile. 

Siempre levantando su voz por “la patria y los niños que no pueden ser ajenos a nuestra misión”, como solía decir. 

Así recordamos hoy a Gabriela. Su pensamiento nos abraza de manera distinta en estos meses de pandemia y pareciera que asistimos a un re descubrimiento de su pensamiento y obra. 

“El despertar, el renacer de Gabriela, esplendorosa, vanguardista con su palabra, ícono de los feminismos”, nos precisa Breno Donoso Betanzo, escritor y sociólogo chileno, estudioso del legado y obra mistraliana.

Actualmente Breno desarrolla una investigación denominada “El Tesoro Místico de Gabriela Mistral en la Colección Doris Atkinson”, que se vio posibilitada por un proyecto adjudicado gracias al fondo de cultura; “Los Esplendores”, consistente en un ciclo de charlas que abordarán la dimensión espiritual de Gabriela. (Instagram @los_esplendores; Facebook Los Esplendores

Junto a Breno buscamos adentrarnos en esta faceta fascinante e inspiradora de Gabriela. 

Breno ha dedicado meses de trabajo investigando en el archivo del Museo Gabriela Mistral en la ciudad de Vicuña en el norte de Chile, en una estantería vidriada donde se custodian los más de quinientos libros de la biblioteca personal de la poeta. Un tesoro bibliográfico que logró retornar a Chile hace pocos años, tras décadas de haber estado en el extranjero. 

Se trata de libros editados luego del año 1938. Libros diversos, enigmáticos, algunos de ediciones únicas, otros repletos de simbolismos y de vinculación con nuestras raíces indoamericanas, como precisaba Gabriela. Sumergido en esta colección de libros de ensoñación, Breno revisa cada hoja, cada línea subrayada por Mistral, sus maravillosos apuntes a pie de página, sus reflexiones de contra portada. 

“Es un trabajo que hago con mucho sobrecogimiento y respeto”, nos indica Breno, que hasta la fecha es la primera y única persona que se ha adentrado en esta faceta desconocida de Gabriela Mistral: la mujer transgresora y libre pensadora. 

“En la biblioteca del museo encontré todos sus libros: ella estudió mucho la dimensión metafísica, las religiones comparadas, la vanguardia de la nueva era, pero de una nueva era con influencias de Madame Blavatsky, Annie Besant, Rudolf Steiner. Gabriela se relacionaba mucho con el pulso sensitivo de sus raíces”. 

Le consultamos a Breno, desde dónde debemos situarnos para reflexionar sobre la complejidad del pensamiento y creatividad literaria de Gabriela. 

“No debemos hacer análisis reduccionistas de las mujeres que estudiamos. Me encuentro investigando una biblioteca privada, se trata de lecturas íntimas que ella no necesariamente ocupaba para producir su poesía.” 

Existen muchos puntos de contacto sorprendentes en la investigación de Breno. 

Los libros de su biblioteca privada son ediciones post año ´38. Cinco años después del fallecimiento de su hijo Yin Yin. “Es como si Gabriela necesitara leer estos tipos de libros de homeopatía oriental, de yoga, o de la rosa cruz, para salvar a Yin Yin de las tinieblas del suicidio. Ya no le vasta la versión cristiana, católica. Ella se sumerge en estos libros tratando de guiar a Yin Yin”. 

“Gabriela no estaba solo pendiente de lo etéreo y de lo teórico. Ella hizo un trabajo incansable desde la educación, lo social y político. Ella no se declaró feminista en su tiempo. Era muy crítica de lo que representaba Amanda Labarca, respecto de un feminismo burgués e ilustrado. Gabriela quería apoyar donde niñas, niños y mujeres, requerían educación”. 

Breno no deja de sorprendernos con su apasionada y envolvente indagación. Nos cuenta que “la última palabra de Gabriela antes de morir fue triunfo”. Reflexionamos en que quizás su imagen de misterio tenía que ver con que ella sabía que algo de su pensamiento iba a trascender. 

Algo que tiene total sentido, ya que leer la prosa de Gabriela, es mirar un espejo muy actual. “Algo vigente y además conectado por las raíces. A Gabriela le interesaban mucho los conflictos del mestizaje, a propósito de la violencia presente en aspectos relacionados con nuestras raíces. Algo que aun hoy persiste en el continente”. 

“Tenemos una gran tarea al investigar a Gabriela por lo vigente y aportativo de su pensamiento. Lo mismo ocurre con su pensamiento pedagógico. Esa es la Gabriela que tenemos que traer y seguir estudiando. Una tremenda intelectual. Sensitiva.” 

¿Cómo rescatamos a Gabriela de los estereotipos? Le preguntamos a Breno. 

“A Gabriela no le interesaba reconocer su homosexualidad, porque era algo privado. Yo por ejemplo soy disidente sexual pero no me interesa ese rasgo. Me interesa el rasgo de su pensamiento y eso va más allá de la estructura binaria del género. Ella siempre luchó contra prejuicios y estereotipos. Dio cuenta que el ser es algo más que encasillar. Su disidencia estuvo incluso en sorprender con que no se vistiera como se hacía en la época, en criticar a la política que reproducía vicios, en tener convicción al hacerse cargo de sus luchas y de las luchas de los demás”. 

“Gabriela está constantemente transitando estructuras para confirmar que ellas se desvanecen en el aire. Y luego quedan como libres pensamientos que ejecutan un discurso. Entonces empezamos a ver a una Gabriela que abre puertas a otras cosas, a las enseñanzas que ella misma retroalimenta. Así como también han hecho nuestras ancestras literarias.”

¿Qué te dicen los libros de Gabriela?

“Los libros me dicen: tranquilidad, el ritmo de la vida actual es deshumanizador. Descubre la riqueza de la literatura. Detente a pensar y pregúntate: ¿Vivo lo que creo realmente?” 

Culmina nuestra conversación con Breno. Septiembre nos recuerda la brisa marina que sintió y adoró Gabriela en el año 1954. Una primavera en que ella trascendió para siempre en las convicciones de su pueblo tan querido, que hoy despertó para no ser más colectividad afligida. Porque como Gabriela señalaba, el pueblo es el segundo suelo que nos afirma, es la atmósfera en la que respiramos y crecemos.   

Finalmente, Breno nos recuerda las palabras del epígrafe que está en su tumba en MonteGrande:

"Lo que el alma

 hace por su cuerpo

 es lo que el artista

 hace por su pueblo".

 

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La última visita de Gabriela Mistral a Chile. Valparaíso, 1954. [Última visita a Chile] [fotografía]. Valparaíso, Chile : [Editor no identificado], 1954. 1 fotografía ; Fotografía en sepia, papel fotográfico brillante. 24 x 17,3 cm. / Disponible en Biblioteca Nacional Digital.

            Breno Donoso Betanzo