Habas y cocina en tiempos de pandemia

16 Septiembre 2020

Propongo una reivindicación de las habas, hoy, desde mi cocina, confinado y con poca esperanza (a veces), hago un llamado para que las habas tomen el lugar que les corresponde.

Marcelo Beltrand >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

En algún momento, mientras las cocinaba, me pregunté y reflexioné sobre las habas y en los distintos refranes que hacen referencia a ellas, y me di cuenta que siempre le dan una connotación negativa, por ejemplo el que dice: “En todas las casas se cuecen habas”, indicando que en todos hogares pasan cosas similares, ya sean estas buenas o malas, o el otro: “A falta de gallina (o pan u otra cosa) buenas son las habas”, vistas acá, como un plato menor, un alimento de consuelo. Y mientras tanto, la olla hierve con las habas adentro, el vapor sube y ya me estoy imaginando los sabores.

No estoy de acuerdo con esas alusiones negativas, no, porque cuando se cocinan y se agregan a la ensalada, o se hacen puré, el sabor, su textura y el color aportan una nueva dimensión a la preparación. Por otra parte, las habas son una importante fuente de fibra. Tienen un alto contenido en ácido fólico. El folato es esencial para el crecimiento de nuevas células, prevenir la anemia y producir glóbulos rojos. Contienen vitamina B1. También contiene minerales, como el cobre, fósforo, hierro, manganeso, magnesio, zinc y potasio. El aporte de hierro de las habas es de un 32% del aporte diario recomendado para los hombres y el 14% para las mujeres. En cuanto al zinc, una porción de habas proporciona el 15% de lo recomendado de este mineral al día para hombres y el 21% para las mujeres.

Yo las preparo y las mantengo lista para una buena ensalada, no sé, una ensalada de lechuga, pimentón rojo, cebolla, tomate, zanahoria cocida y, habas. Sal al gusto, aceite de oliva, limón o alguna preparación de vinagreta (vinagre de manzana + mostaza + aceite de oliva) y, listo, tenemos un plato lleno de color y muy contundente.

También las habas contienen un alto contenido en proteínas. Fortalece la salud del corazón, gracias a su alto contenido en fibra soluble y en nutrientes esenciales, las habas mejoran la actividad cardiovascular, reduciendo el colesterol malo (LDL) y equilibrando los niveles de azúcar en la sangre. Hidrata el organismo, esto se debe a su aporte en potasio que incrementa los niveles de agua en el cuerpo.

En tiempos de pandemia y confinamiento, la cocina se ha vuelto un refugio para muchos, un lugar de creación, un espacio neutro y protegido en el que podemos ser, nosotros mismos. Llevamos muchos meses ya cocinando, más de lo que lo hacíamos normalmente, para muchos ha sido la oportunidad de llegar a la cocina y descubrirse en ella. Al inicio de todo esto, en marzo, todos haciendo pan, pan con harina refinada, de centeno, con polvo y sin polvos de hornear y con masa madre. Después, vinieron los pasteles, de todo tipo, más tarde los postres. Entusiasmados, llenamos las redes sociales con fotografías de preparaciones múltiples. El confinamiento nos obligó a quedarnos en casa y construirnos nuevas rutinas. Caminamos por los estrechos pasillos de la casa, damos vuelta en los dormitorios, entramos y salimos de la cocina, giramos en el living y chocamos con las sillas, más tarde, cuando creemos que hemos sumado muchos pasos, lo mínimos por lo menos para mantener el estado físico, comenzamos a pensar en el almuerzo, y claro, llevamos más de cinco meses confinados, por lo mismo, es natural que la creatividad decaiga. Entonces, ya comenzamos a repetir, de mala gana el largo menú que hemos ensayado a lo largo de estos meses. Bueno, así nos damos cuenta que los días han pasado y el año que habíamos planificado nunca fue, la agenda que compramos en febrero, jamás ha sido usada, y hoy, con algunos kilos más, volvemos al espejo y a la cocina, porque tenemos que comer, entonces, podemos descubrir, que las habas ayudan a perder peso, su contenido en proteínas (unos 10 gramos por cada media taza de habas) es clave para mantener el peso a raya y eliminar el exceso de grasa corporal. Además, la mezcla de proteínas y la fibra que contienen ayudan a adelgazar. Por otro lado, su aporte en fibra es muy alto, lo que produce un efecto saciante con muy pocas calorías. Fortalece los huesos gracias al calcio que contiene, ayuda a mantener la salud de los dientes. Protege el funcionamiento del sistema nervioso, además aumenta los niveles de oxígeno en la sangre, gracias a su aporte en vitamina B1 y hierro. Favorece la salud mental, tan necesaria en estos momentos, mejorando la salud del cerebro a través de la vitamina B y la tiamina, ambas esenciales para asegurar un correcto funcionamiento de la actividad cerebral, la memoria y la salud mental en general.

Entonces, propongo una reivindicación de las habas, hoy, desde mi cocina, confinado y con poca esperanza (a veces), hago un llamado para que las habas tomen el lugar que les corresponde, en ensaladas, en puré, asadas, como acompañamientos, como croquetas o como sopa. Resinifiquemos a las habas y que la frase, en todas las casas se cuecen habas, sea signo de alegría y de buena cocina, hoy, en tiempos de pandemia.