Oscar Hahn, Premio Nacional de Literatura: "A mí las capitales me ahogan"

Tuvimos el privilegio de conversar con el poeta, recientemente galardonado con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda. Nos recibió en su departamento, un lugar sencillo y acogedor, muy hogareño, que lo refleja  bien, en su austeridad sin aspavientos.

Dicho de otra forma, podría ser el departamento de un médico o de un ingeniero o de un jubilado oficial de la policía. No tiene nada de lo que uno podría esperar en el estereotipo nerudiano del poeta. Luego, conociéndolo más, nos quedará claro por qué.

Conversamos con Oscar Hahn como fanáticos de su poesía pero también como provincianos que somos,  cosa en común con él ; Oscar Hahn  es tan iquiqueño que  nos cuenta con entusiasmo: “mi hija nació un 21 de mayo… imagínese, dice, la alegría mía cuando ella nació, no lo podía creer, hija de iquiqueño tenía que nacer en esa fecha”

ORGULLOSO DE SER  PROVINCIANO

En Chile es mal visto ser provinciano. ¿Por qué Ud nos dice: “orgulloso de ser provinciano”?

Incluso, la palabra se usa peyorativamente, Yo creo que las capitales en general. Y he estado en varias, Madrid, Nueva York, tienden a tener un modo de vida que es falso, creo yo, conflictivo, lleno de tensiones, de competitividad nociva, envidias, aserruchadas de piso, un tanto enajenantes.

En cambio en la provincia no, acá es como más relajada la vida,  más real , se conserva la escala y el calor humano que se percibe en  la provincia  y que yo lo percibo cuando me han invitado a Talca, Chillán, Arica y desde luego Iquique  y puedo notar la diferencia de la gente.

No estoy diciendo que la gente sea mala acá en Santiago  donde hay de todo, no , pero hay presiones que la gente tiene, que la hacen actuar de una manera  diferente, cosa que no ocurre en provincia, pero claro hay también gente muy buena acá en la capital, muy valiosa, que lucha contra eso.

Curiosamente gran parte de las grandes voces de la literatura chilena han sido provincianos. ¿La provincia influye en la manera de ver el mundo?

Todo lo que tiene que ver con la poesía es imponderable, en el mismo momento en que tú crees encontrar la causa de algo , te encuentras con la afirmación contraria.

Eso es lo bonito de que conserva la poesía, es que conserva el misterio, porque si tú supieras por qué se producen ciertos poetas, por qué el poema funciona  se podría hacer un recetario. Y la gracia está en que la poesía es inasible.

No se pueden hacer leyes generales de la poesía.

Los neoclásicos pretendieron dar normas y resultó un desastre porque la peor poesía que hay en lengua española es la del neoclasicismo.

Pero aun así , asumiendo que no es una causal de la poesía, ¿ser provinciano marca una voz en la poesía?

Hay una impronta, claro, por mucho que los  poetas se hayan trasladado a la capital lo que los nutrió es la provincia. Por ejemplo, en el caso mío , yo viví hasta los 13 años en Iquique y después en Valdivia y luego a Rancagua. Hay elementos de la provincia que te marcan, que no podría identificarlos pero sé que configuran al poeta en una dirección.

Chile vendría siendo como una provincia del mundo comparado con EEUU, donde Ud. radica y vive también en una provincia (Iowa) ¿le acomoda eso?

A mi las capitales me ahogan. De hecho una vez me ofrecieron un contrato en la universidad de Columbia, Nueva York  y fui y miré y me di vueltas por aquí, por allá y rechacé el contrato y volví a Iowa. Y dije: cómo se me pudo ocurrir irme de acá, si estoy tan bien aquí, un lugar tan tranquilo pero con tanta energía cultural.

Las provincias en algún tiempo tuvieron mucha vida cultural,  pero eso parece apagado en muchas regiones. Entiendo que Ud, sus primeras armas en las letras las hizo en Rancagua…

Sí, y estuve en Rancagua no hace mucho, en un homenaje a Oscar Castro y los jóvenes que estaban ahí me decían eso que no había vida cultural y que estaban decepcionados , deprimidos.

Creo que el problema es que este es un país enfermo de centralismo, a mí me impresiona y me llama la atención, por ejemplo, que yo estando en Iowa,  puedo ver Televisión Nacional (TVN) en el living de mi casa,  yo me daba cuenta que todas las cosas que decían “en Chile” en realidad eran en Santiago, no eran en Chile, si ni en Punta Arenas ni en Iquique, ni en Arica tienen ese problema.

Dicen  “ha aumentado la criminalidad en Chile” y luego empiezan a hablar de los barrios de Santiago.

SI EL PROFESOR NO ES UN TONTO GRAVE LO CONSIDERAN FRIVOLO

Nos cuesta articular relatos atractivos sobre nosotros mismos. Entender que hay que seducir al otro, que no tiene la obligación de escucharnos

Cuando regresé después de haber hecho clase más de 30 años en Estados Unidos, me di cuenta altiro de la diferencia. Allá el profesor dice bromas, alude a la cultura popular, no para farandulizar la cosa sino para entrar en conexión con lo que los alumnos están viviendo. Aquí olvídense, si el profesor no es un tonto grave lo consideran frívolo.

¿Hay alguna ciudad por la que Ud. guarde mayor afecto?

Iquique, siempre. He estado últimamente tres veces y me quedé impresionado, atónito, de lo mucho que ha cambiado. Ver los cambios, el progreso, me impresiona, es una ciudad que tiene mucho potencial turístico por su clima, playas patrimonio cultural, pero encuentro  que los iquiqueños se venden poco, les falta más relato.

Debería haber un organismo de turismo que ponga en los medios avisos, comerciales, cosas que muestren Iquique seductoramente para que la gente vaya, falta venderse, promocionarse como una ciudad que tiene mucho que dar.

Pero afuera es diferente. En todo el tiempo que he vivido en Estados Unidos, uno siente que al final la nacionalidad de uno es Latinoamérica, aparece la Patria Grande, porque allá uno no está rodeado de antofagastinos, de rancagüinos, sino que de cubanos , mexicanos y uno descubre que esos tipos son como uno, hermanos, aunque suene cursi, pero con un norteamericano no pasa igual. Por muy amable que sean,  uno siente que son otros. Hasta con los españoles pasa, uno conoce un español y siente que es un tipo de Conchalí.

VOY A HACER MI POEMA DE LA MANERA MÁS HONESTA

¿Se siente Ud. un poeta popular?

La poesía nunca va a llegar a la gente a la que llega la novela, que es el género imperante en esta época. Es más fácil que una editorial publique una novela mediocre que un libro de poesía genial. Uno no puede estar pensando “voy a escribir para miles de personas” sino que “voy a hacer mi poema de la manera más honesta, profesional, mejor posible y lo que pase después ya no es asunto mío,  no es algo que pueda controlar”.

Los novelistas sí pueden hacerlo, ellos pueden determinar ciertas recetas para tener lectores.

¿En que está ahora?

Acabo de publicar “La Primera Oscuridad”, trabajo que me tomó tres años y llega un punto en el que quedo como drenado, tengo que reposar y ver qué es lo que el inconsciente, la experiencia me va metiendo adentro y de ahí salgan los poemas.

En los ensayos es distinto por que se puede planear, pero ya tengo bien avanzado un trabajo que se llama “La condición literaria” - siempre que la editorial no quiera cambiarle el nombre, siempre dicen “ese título no va a vender”.

El genio de la creatividad

Vi en TED,  una conferencia de la autora de  “Comer, rezar, amar” - Elizabeth Gilbert,  que inspiró la película que protagonizara Julia Roberts.  En ella, la pregunta es ¿Cómo viene el genio de la creatividad?, Gilbert decía “trabajo como mula” .  quiero preguntárselo a Ud.

¿De donde le viene el genio creativo?  ¿Cómo relacionarnos con eso sin caer en el estereotipo del escritor atormentado, incapaz de construir relaciones humanas sanas? Se lo pregunto porque me hace eco con su historia personal.

Eso comprueba algo que yo siempre he pensado. Esas diferencias entre poetas para inspirarse tienen que ver con el carácter de cada poeta, no con la poesía. Lo que te quiero decir es: el tipo atormentado sería igual atormentado sin la poesía; el tipo que cree que hay que escribir borracho, si no fuera poeta, sería borracho igual.

Yo tengo un carácter muy tranquilo, reposado, amante de mis hijos y, si no fuera poeta, sería exactamente igual.

Conocí gente que practicaba verdaderos rituales para escribir, como bañarse, estar en silencio sepulcral, escuchar cierto tipo de música, vestirse de determinada manera, usar lápices de cierto color, a determinada hora del día.

Yo soy fome hasta para eso. Si me preguntas qué necesito para escribir, es un lápiz y un papel. A veces escribo también frente al computador, sin mayores preámbulos, simplemente donde me venga la