En el sexto aniversario de su fallecimiento, cientos de porteños, amigos y vecinos del Barrio Puerto se reuniron en la Plaza Echaurrern para recordar y rendir un homenaje a Jorge Farías. Artistas populares de la bohemia porteña, recordaron con boleros y folclore a “El ruiseñor de los cerros porteños”. 

Rosa Guerra, presidenta del Club Amigos del Negro Farias, “la idea es mantener vivo el recuerdo de Jorge Farias, yo y todos los que estamos acá somos sus admiradores así que disfrutamos mucho el show musical. Él era de acá del Puerto y por eso el cariño sigue intacto. Por eso lo vamos a seguir homenajeando junto con el municipio, así como también esperamos restaurar su estatua”.

El Director de Desarrollo Comunitario, Dante Iturrieta, expresó que “es una actividad musical para recordar el talento y la figura de Jorge Farías. Y sus propios amigos cantantes de la bohemia porteña están protagonizando este homenaje con lo que más le gustaba, los boleros. Este ídolo del Barrio Puerto no se olvida porque él era parte de este sector y era muy cercano a todos, además de ser muy alegre y amistoso, lo que se contradecía a lo que cantaba. Por lo tanto, por orden del alcalde Jorge Castro, seguiremos recordando a este gran cantante”.   

El Negro Farías

Jorge Farías es un cantor porteño, célebre por ser el primero en registrar "La joya del Pacífico", el clásico vals de Víctor Acosta, en una versión que fue incluida el filme Valparaíso mi amor, de Aldo Francia. Popular y querido en los bares, su vida bohemia lo consolidó como un personaje del puerto, que lo hizo ganarse el apodo del "cantor más popular de Valparaíso".

Su vida artística comenzó en los auditorios radiales en la década de 1950, cuando aun era un adolescente. En 1964 comenzó a grabar canciones en varios singles, y en 1966 -en su tercer registro- incluyó "La joya del Pacífico". A fines de la década se radicó en Santiago, y continuó presentándose dentro y fuera de Chile hasta avanzados los años 80´, alternando con esporádicas actuaciones en televisión.

Virtualmente retirado, y afectado por una cirrosis hepática, murió en el 2007, a la edad de 62 años. Una estatua en la Plaza Echaurren honra desde entonces al llamado "Ruiseñor de los cerros porteños".