A propósito del Premio Nacional de Literatura: Poetas (mujeres) al poder

23 Julio 2020

La ocultación de las mujeres creadoras sólo consigue que se siga escribiendo una historia de la literatura chilena sesgada, corta de miras y de escasa credibilidad.

Arantxa Martínez >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Hace días viene sonando en los medios la denuncia que está haciendo la asociación Autoras Chilenas AUCH! de la escandalosa falta de equidad en la historia del Premio Nacional de Literatura, que puede resumirse en una frase que suena inconcebible en el siglo XXI: desde su creación en 1942, el premio sólo ha recaído en cinco ocasiones en escritoras mujeres.

Según la Cámara Chilena del Libro, el Premio Nacional de Literatura busca reconocer a poetas, narradores, dramaturgos y ensayistas chilenos cuya obra y labor literaria posea una destacada trayectoria y sea un aporte al arte y a la cultura nacional. El premio consta de una suma de dinero cercana a los 23 millones de pesos y una pensión vitalicia equivalente a 20 UTM (cifras no menores para un escritor, añado yo) y se otorgó anualmente hasta 1972, fecha en la que se comenzó a entregar cada dos años.

En la web de Memoria Chilena se añade que el premio “tuvo sus orígenes en la preocupación nacida en la Sociedad de Escritores por la orfandad social en la que vivían los escritores chilenos. Esta orfandad a la que aludían se refería básicamente a la incapacidad de vivir de sus derechos editoriales y de ser parte de los trabajadores que no estaban protegidos por las leyes previsionales y que no contaban con beneficios asistenciales”. 

Como editora, siempre me ha llamado la atención que, de la cantidad de manuscritos que llegan espontáneamente a la editorial, la mayoría proceden de autores hombres, y diría que sólo un 30% los envían mujeres. Esto, entonces, hace que nos remontemos al metafórico “cuarto propio” que Virginia Woolf exigía hace casi cien años, en 1929, ese espacio tanto físico como temporal en el que la mujer pueda desarrollar la actividad que le venga en gana sin tener que renunciar a ella por el cuidado de los hijos, la casa o el marido.

Está claro que las mujeres no disponen de su tiempo con la misma libertad que los hombres y por eso no hay tantas creadoras. Pero ¿y qué pasa cuando, pese a todos los obstáculos, logran armar una obra, alabada por la crítica y extendida en el tiempo, y los premios siguen sin reconocerlas? Como ocurre con el premio del que venimos hablando. Que dejó fuera a María Luisa Bombal, Stella Díaz Varín o Cecilia Casanova, por citar a varias que aún resulta inconcebible que no lo obtuvieran. 

Para contribuir a paliar esta carencia, varias iniciativas se han propuesto dar a conocer a las candidatas al premio, que en este 2020 se otorgará al género poesía. Las postuladas son Carmen Berenguer, Rosabetty Muñoz y Elvira Hernández, poetas con sobrada trayectoria y amplio reconocimiento que, en caso de ganar, solventarían una deuda histórica, pues desde 1951, con Gabriela Mistral, ninguna mujer ha obtenido el galardón en poesía (y ojo, a Mistral se lo concedieron ¡seis años después de haber ganado el Nobel!). De este modo, desde Valparaíso (y para todo el mundo gracias a las redes sociales), el Observatorio RedFem ha organizado una serie de entrevistas para difundir la obra de las tres candidatas. Ya se pueden revisar en Youtube las transmisiones correspondientes a Carmen Berenguer y Rosabetty Muñoz, con interlocutoras muy relevantes en la industria editorial, y este viernes 24 de julio tendrá lugar la última, en la que Elvira Hernández será entrevistada por la editora y también poeta Julieta Marchant y que se podrá ver a las 6 pm aquí.

Ya que en otros ámbitos de la sociedad no ocurre, es hora de empezar a dar ejemplo en el ámbito cultural. La ocultación de las mujeres creadoras sólo consigue que se siga escribiendo una historia de la literatura chilena sesgada, corta de miras y de escasa credibilidad.