Chile superó su mayor prueba e igualó ante Uruguay

09 Julio 2011

En el partido más exigente que debió enfrentar hasta ahora en el proceso Borghi, la Roja igualó en un partidazo ante Uruguay y se quedó a un paso de clasificar a cuartos, y en el primer lugar.

Diego Gerter >
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Era difícil que un partido que en la previa generaba tanta expectativa, en la realidad las cumpliera e incluso las superara. Y es que el partido que jugaron Chile y Uruguay fue de gran factura, de clase mundial y sin lugar a dudas lo mejor que se ha visto hasta el momento en la Copa América.

Desde el comienzo se notó lo parejo que eran ambos elencos, con mucha lucha en el medio campo y con pelotas divididas en todo el terreno que se peleaban "a muerte". Daba la impresión de estar viendo una final (quizás sea un pronóstico de lo que pueda venir más adelante), porque la tensión en el ambiente y el aliento de la "marea roja" generaban un espectáculo conmovedor.

A medida que pasaban los minutos CHile empezaba a generar cierta supremacía sobre el elenco uruguayo, atacando por el costado izquierdo con Jean Beausejour, con un activo Luis Jiménez que se asoció con él, y con un movedizo Alexis Sánchez que se rocogía constantemente para juntarse con su socio Mauricio Isla, que no tuvo en general un buen partido.

Así, Chile se generó las mejores opciones en la primera mitad, llegando incluso a ahogar un grito de gol tras un rebote en Isla que dio en el horizontal del arco defendido por Muslera quien no daba crédito a la jugada.

Cero a cero se fueron al vestuario, con la sensación de un partido parejo, pero con la convicción intacta de que el fútbol de Chile aparecería en todo su esplendor en la segunda parte.

Sin embargo, iniciado el segundo tiempo, Chile volvió a mostrar las falencias defensivas del partido con México, y tras un ataque por el centro Isla no pudo detener a Suárez que se las arregló para desbordar por la derecha del área y sacar un centro preciso para Pereira que definió de gran manera ante la salida de Bravo.

Nuevamente con escasas llegadas el rival nos convertía primero, quizás injustamente por el trámite del partido, pero marcando una tendencia preocupante en la zaga chilena. Luego del gol vino un período de naufragio, a Chile se le perdió el balón y Borghi miraba la hora para hacer entrar a Valdivia, que sólo estaba para jugar 30 minutos.

La "Magia" del 10

Y llegó el esperado minuto sesenta. Borghi arriesgó sacando a Jara e incluyendo a Valdivia que de inmediato le cambió la cara al equipo, y fue así como en la primera pelota que tocó, le jugó un pase profundo a Beausejour entre la línea de centrales y el lateral Pereira, quien no pudo con el enganche de "Palmatoria" y éste habilitó a Sánchez, quien con un "puntete" al segundo palo desató la locura de los 30 mil chilenos en Mendoza y de los 17 millones en Chile.

La Roja igualaba a los 69 minutos y daba la impresión de que le pasaba por arriba a los uruguayos en los minutos que quedaban. Pero los charrúas se fueron en busca del triunfo que necesitaban y Chile volvió a mostrar falencias defensivas. Por ello, rápidamente el Bichi ordenó el ingreso de Carmona quien le dio orden y estabilidad al medio campo.

Así Chile logró contener el embate uruguayo y con el ingreso de Paredes por Suazo comenzó a generar nuevas oportunidades para ponerse en ventaja. La sociedad de Sánchez con Valdivia comenzaba a sonar como una orquesta a la que se sumaban Jiménez, de gran partido, y el propio Paredes. Lo tuvimos una vez en la cabeza de Jiménez pero Muslera reaccionó a tiempo y evitó el triunfo. Luego dos fouls cerca del área nos hicieron ilusionarnos, pero Paredes y Ponce esfumaron nuestras dos últimas chances de ganar.

No se ganó pero se jugó como para hacerlo, ante un gran rival, que pese a no manejar el balón, fue siempre peligroso y sigue siendo un gran candidato, como Chile, para quedarse con la Copa. Es de esperar que tengamos nuestra revancha, que de darse sería en la final, y ahí, sí o sí, tenemos que ganar.