Los amantes del vértigo, la velocidad y el polvo, se reunieron el pasado domingo 31 de octubre en Huasos Park (Viña del Mar) en torno a la Segunda Toma de Tiempo. La competencia, que comenzó a las 8 de la mañana y terminó pasado las 18.00 horas, congregó a centenares de corredores(as) locales en las categorías: damas, infantil, juvenil, novicio, master, rígidos, expertos y elite.

También sirvió como telón de fondo para conocer las necesidades del Downhill en nuestra región, específicamente, los desafíos que tiene el equipo Sausa Rider para profesionalizar su actividad y la batalla que están dando por cuidar el Sausalito y convertirlo en un Bike Park de categoría mundial.     

Si bien el proyecto en su primera parte busca subsanar las necesidades más inmediatas para que los y las corredoras puedan seguir practicando y cosechando triunfos, también tiene presupuestado, a largo plazo, iluminar la pista, construir senderos, crear nuevas rutas y recaudar fondos para que el equipo pueda ir a competir, de manera constante, dentro y fuera del país.

Para la agrupación viñamarina, el desarrollo de este proyecto es la posibilidad de dar el puntapié inicial a una nueva manera de afrontar no sólo el deporte en la comuna, también sirve para ampliar la concepción que se tiene del turismo en nuestra ciudad. Y, además, generar conciencia ecológica en el uso de las áreas verdes y preservación de la flora y fauna del Sausalito, uno de los pocos parques urbanos que existen en la región.

Al respecto, Carlos Uribe, corredor y presidente de la agrupación, hace presente que el principal motivo de este proyecto “es que nos permitan realizar una serie de mejoras al Parque Sausalito, que van más allá de las mínimas para que nuestras pistas sean claras y competitivas. También contemplan espacios para que los y las vecinas de Viña y los alrededores puedan disfrutar de este bello lugar”.

Un valor agregado, en esta etapa del proyecto, es que muchas de las mejoras al parque están contempladas reciclando o dando una segunda vida útil a palets y neumáticos en desuso, teniendo siempre presente, el cuidado de la diversidad de plantas y animales que viven en el lugar. Y por lo tanto, el bajo costo que esto conlleva ser ejecutado. 

Pero, otra arista que dificulta y problematiza el entrenamiento o desarrollo deportivo del club es la escasez de artículos de protección. “Como club nos preocupamos mucho porque el ejercicio de este deporte se realice bajo las máximas medidas de seguridad y, como club, no contamos con recursos económicos para equipar a todos y cada una de nuestras corredoras. Me refiero a cascos, pecheras, coderas, y rodilleras. Implementos básicos de protección personal”. 

Esta situación económica también dificulta la compra de una camilla, un inmovilizador de cuello y un kit de primeros auxilios, lo que les permitiría asistir rápidamente en caso de accidentes. “Esto nos daría un gran plus, ya que las personas encargadas del rescate le darían fluidez y acortarán los tiempos desde el punto del accidente hasta la extracción del afectado por la ambulancia”.

“Sería de gran ayuda cualquier tipo de apoyo, para demostrarles a los y las corredoras que no están solas y que hay gente que sí es capaz de dar por el otro, lo que han hecho ellos por el equipo. Me refiero a donar piezas y marcos de bicicletas a los jóvenes que no pueden comprar una para entrenar”, agregó el presidente de la agrupación.