Emprendimiento: El tiempo es oro

Emprendimiento: El tiempo es oro

19 Mayo 2015

Saber separar lo importante de lo no importante, y lo urgente de lo no urgente puede ser el inicio de un camino de mayor productividad y eficacia en la conducción de nuestros negocios. ¡El tiempo es oro!

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POR: RODRIGO FIGUEROA, MISIONERO SEL EN GRUPO CMD

Stephen Covey en su libro Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva, sugería evaluar todas las cosas que un gerente efectivo debe realizar en una matriz esencial de dos dimensiones: Importancia y urgencia. Las cosas pueden ser importantes o no-importantes, y urgentes o no-urgentes. Punto. No hay más, y, por lo tanto, la pega del gerente eficaz es poner su tiempo en las cosas que reúnen la condición sine qua non de ser importantes, sean urgentes o no urgentes: el resto es ruido y debe ser evitado en la medida de lo posible (sí, existen cosas inevitables: es verdad).

El consejo puede parecer simple y redundante, inclusive tediosamente obvio. No obstante, como emprendedor (o empresario, aunque esa palabra parezca vedada el día de hoy) son innumerables la cantidad de ocasiones en la que, una tras otras, van emergiendo las interrupciones del día a día: el ruido agobiante de lo urgente, de los incendios, de las erupciones volcánicas. Lo que llaman el día a día.

¿Qué hacer?

Una alternativa, que es la que muchos hemos practicado, es la de emular a Superman y trabajar 24/7, todo el año, por el resto de nuestros días. Pero existe una alternativa…

Tim Ferris publicó hace algunos años el bestsellerThe 4 hour workweek, libro que lo catapultó a la fama del emprendimiento, y lo hizo sobre la base de una idea de productividad muy simple: trabajar el mínimo y rendir al máximo.  En los años inocentes del colegio nos habrían tirado a la calle por decir algo así, pero seamos honestos: el colegio no nos enseña a ser empresarios.

¿Cuál es la gran moraleja de Covey y Ferris?

Covey y Ferris tienen razón en una cosa: posiblemente la prioridad número uno de todo dueño de empresa es hacer rendir el tiempo. Es el tiempo lo realmente escaso, inclusive más que el dinero: por muy bien que nos vaya, es el tiempo lo único que jamás crecerá con el interés compuesto, para desgracia nuestra. Los días tienen sólo 24 horas y las semanas 7 días: ¡es tristemente inevitable!

Por lo tanto, saber separar lo importante de lo no importante, y lo urgente de lo no urgente puede ser el inicio de un camino de mayor productividad y eficacia en la conducción de nuestros negocios. El tiempo es oro, como rezaba el famoso y extinto programa noventero, y todo empresario debe invertir el tiempo allí donde realmente valga la pena: allí donde se genera valor. Después de todo, es lo mismo que nos aconsejaban nuestros abuelos cuando nos decían: separe, mijo, la paja del trigo. ¡La paja del trigo, caramba!