Reinventarse para sobrevivir: Consecuencias de una inestable economía actual

Reinventarse para sobrevivir: Consecuencias de una inestable economía actual

02 Marzo 2021

¿Qué hacer cuando las circunstancias ameritan un cambio radical? ¿Cómo salvar aquel negocio que en cuarentena no funciona? ¿Cómo actuar este 2021 si la situación sigue igual?

Dámaris Jorquera >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

A inicios del 2020, la mayoría de las personas lo consideraban un año normal. Lleno de expectativas, quizás, pero nada indicaba el imprevisto suceso que cambiaría la vida de todos. No solo las muertes ni el encierro, que de por sí ya hacía vislumbrar un año sombrío, sino que aquellos proyectos laborales tan bien planificados ahora empezaban a desaparecer.

Muchos desembolsaron millones para cumplir sus sueños, otros no tanto, sin embargo la sensación es la misma: fracaso. ¿Qué hacer cuando las circunstancias ameritan un cambio radical? ¿Cómo salvar aquel negocio que en cuarentena no funciona? ¿Cómo actuar este 2021 si la situación sigue igual?

Tener miedo al cambio es una reacción normal. Hacer algo nuevo puede que genere ese sentimiento de traición hacia nosotros mismos, como si estuviéramos renunciando a ese emprendimiento que tanto queríamos. ¿Pero quién dice si después lo logramos? Innovar no es una derrota, es ser capaz de ser flexibles con el entorno. Y es que en ocasiones no podemos quedarnos con lo que nos gustaría hacer, sino con lo que ahora el cliente necesita.

Sin duda el rubro de alimentos y artículos de primera necesidad fueron los premiados durante la cuarentena. Fue así como el mundo de los delivery creció tanto, llegado al punto que hasta las motocicletas escasearon por la alta demanda, y con ello la inflación de sus precios.

La adaptación es un proceso complejo que hasta a los mismo oficinistas complicó, cuando tuvieron que trasladar su lugar de trabajo a sus propias casas.

Todo cambia, para bien o mal, algunos se aprovechan de la angustiosa situación para su beneficio personal, otros buscan cómo aliviar la carga monetaria de los demás. Porque esto demostró hacia dónde va la iniciativa de crear un negocio, la razón real: ¿para ganar dinero o suplir una necesidad latente? ¿Ambas? Lo que tanto dinero, tiempo y esfuerzo costó, no puede tirarse a la basura por una circunstancia fuera de nuestro control. He ahí cuando aparece este término: reinventarse. Tal vez no para ganar dinero ahora, eso ya llegará más adelante, sí para sobrevivir hasta que la economía nos de un respiro.

Quizás tengamos que hacer algo que no hayamos imaginado antes y que ahora sea un éxito. El punto es no estancarse, ser capaz de imaginar una nueva versión de nosotros mismos. Donde ofrecer un servicio o producto a domicilio no sea una actividad mediocre, muy por el contrario: velar por la salud del otro es, y siempre será, la mejor manera de reflejar la noble visión de la empresa.

Puede que la nueva idea aún no surja y que cambiar de giro comercial sea un trámite ingrato de realizar, entre tantos otros obstáculos. No obstante la iniciativa existe y eso es lo que debe permanecer. Los emprendedores son lo que mueven al mundo moderno, donde el mismo dueño es el que contesta la llamada telefónica. ¿No es eso agradable? Por supuesto que sí, eso es lo que quiere sentir el cliente: cercanía a pesar de la distancia social.

Observar, escuchar, leer, investigar... Todos podemos reinventarnos. El ser humano sigue teniendo las mismas carencias, depende de uno como conseguir cubrirlas en medio de la contingencia actual.