Un clima de absoluta intranquilidad es el que por estos días vive la mayor parte de los trabajadores de Clínica Reñaca, debido a una serie de acontecimientos suscitados tras el término de la última negociación colectiva, que incluyó una huelga de hambre en las puertas del establecimiento, y en la que participó una dirigenta diabética. Despidos “selectivos”, la externalización de servicios generales y de alimentación, incumplimiento de derechos adquiridos y denuncias ante la Inspección del Trabajo, forman parte de los temores de quienes ven amenazada su fuente laboral. Muchos se restaron de asistir al paseo de fin de año.

Despidos

A contar del pasado 27 de octubre –un día después de expirar el fuero legal de un mes que protegía a los trabajadores que participaron de la negociación colectiva–, los ejecutivos del centro hospitalario privado despidieron a nueve personas, las que tuvieron que hacer inmediato abandono de su puesto de trabajo, medida que hasta el 19 de noviembre ya sumaba un total de 16 afectados. Los trabajadores temen que continúen las desvinculaciones.

“Esto es una evidente represalia contra quienes estuvimos en la huelga de septiembre, y un claro intento de desmantelamiento de nuestro sindicato; es un proceso selectivo, ya que entre los despedidos no se encuentran ninguno de los 21 descolgados de la huelga, los que además han sido promovidos”, asegura Fresia Baradit, quien desde mayo de 2013 preside el Sindicato Nº 1, el de mayor tamaño dentro de la clínica y que agrupa a unos 350 trabajadores, entre servicios generales, alimentación y paramédicos. Y agrega: “Con la excepción de una sola persona, todos los compañeros despedidos tuvieron que aceptar el pago en cuotas de sus indemnizaciones que les ofreció la clínica”.

La dirigenta se hace cargo de las inquietudes de sus bases. “Durante la huelga de septiembre la empresa no sólo recurrió a los reemplazos ilegales, también incentivó el descuelgue de la movilización, lo que hicieron 21 personas, las que fueron expulsadas del sindicato, con la excepción de una que tuvo la decencia de renunciar. En estos momentos, los ánimos no son de los mejores, muchos no van al paseo, hay gente que iba a ser homenajeada en el paseo por 20 y 25 años de servicio y fueron despedidos, ¿de qué estamos hablando?”.

Fresia Baradit sostiene que la mayor preocupación de los trabajadores que se quedan, es el proceso de licitación iniciado por la clínica para externalizar los servicios generales y de alimentación, lo que implicaría el despido de más de 100 personas que laboran en esas áreas.

“Eso es muy inquietante, sobre todo cuando la gente no sabe qué va a pasar con sus trabajos; sólo sabemos que la licitación termina en marzo (de 2015) y que va a llegar personal externo a cumplir las funciones de nuestros afiliados; aquí hay muchas madres jefas de hogar”.

“Nuestro deber como dirigentes es garantizar los derechos de los trabajadores, como por ejemplo, denunciar los despidos arbitrarios, pues la sola aplicación del artículo 161 (necesidad del empleador) no es suficiente, sobre todo cuando la empresa contrata a otra persona cambiándole el nombre al cargo; también debemos velar por el cumplimiento de las conquistas ya existentes, como la de garantizar que el paseo de fin de año incluya a todos los trabajadores, para lo cual en el pasado se pactó que su horario de realización sería desde las nueve de la mañana hasta las dos de la madrugada, para que pudieran participar los funcionarios que estaban en turno hasta las 20 horas, pero hoy no se está cumpliendo esta regalía, ya que el paseo sólo se está programando en horario hábil”, asegura Baradit.

Todo lo anterior motivó a los dirigentes a formular hace dos semanas una denuncia en la Inspección del Trabajo contra el empleador, cuya resolución se encuentra en trámite.

Respecto a la incertidumbre con la que los trabajadores llegan a fin de año, la presidenta del Sindicato Nº 1 cree en la tesis de que “todo esto que viene sucediendo en el último tiempo demuestra el fracaso del modelo de negocio implementado por la clínica, producto de lo cual existe una evidente pérdida del liderazgo en la región como centro de referencia en salud, lo que genera desconcierto entre los funcionarios; sin duda estas medidas de despidos masivos y externalización de servicios, tienen como objetivo achicar el tamaño de la clínica, hacerla más funcional y más atractiva para los nuevos inversionistas”, concluye.

El silencio de la clínica

Tras la conversación con la presidenta del Sindicato Nº 1, Fresia Baradit, El Martutino concurrió este jueves 20 de noviembre a la oficina de Recursos Humanos de Clínica Reñaca, ubicada en una casa contigua al edificio principal del recinto en Jardín del Mar, lugar donde fue recibido por su gerenta Sharon Parker.

En la ocasión, la gerente de Personas –quien solicitó estar acompañada por su encargada de Comunicaciones–, desestimó las aprensiones de los trabajadores, y dijo que las relaciones con éstos eran “de muy buen nivel”. Pese a que Parker evitó referirse a la existencia del proceso de licitación mencionado por Fresia Baradit, que busca externalizar los servicios generales y de alimentación, tampoco lo desmintió; del mismo modo, no refutó las acusaciones de los funcionaros en relación a los 16 despidos cursados hasta la fecha.

Por último, en su calidad de gerente de Personas, Sharon Parker dijo no estar autorizada para formular declaraciones, y sólo se limitó a informar que en las próximas horas la empresa se reuniría con los dirigentes sindicales para aclarar algunos puntos discordantes.

Posible acuerdo

Producto de esa reunión anunciada por Parker, que tuvo lugar durante la tarde del jueves 20 de noviembre entre los ejecutivos y la directiva del Sindicato Nº 1, Fresia Baradit informó a El Martutino que el gerente general de Clínica Reñaca, Francisco Vidal, se había allanado a sostener un encuentro con el personal para explicarle los planes de la empresa de salud.

“El compromiso es juntarnos en diciembre, de todos modos, antes que termine el año; ahí los trabajadores podrán plantear sus inquietudes; la incertidumbre es muy grande”, comentó la dirigenta, quien confirmó la inasistencia de los dirigentes sindicales al paseo de fin de año, el que se efectuó el pasado sábado 22 en Olmué.