[OPINION] Pladeco Valpo: Ni Gobernanza ni Participación Ciudadana

26 Octubre 2015

El Pladeco debería ser un instrumento que garantice el desarrollo de la ciudad y de sus habitantes, no la oportunidad para que los mismos lobbistas, oportunistas y entrometidos de siempre aseguren perpetuamente sus auspicios y privilegios

Boris Kúleba >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

El viernes 23 de octubre pasado, se realizó en Simposio del Eje Temático de Gobernanza del la Actualización del Pladeco de Valparaíso. En esa reunión, el grupo técnico asesor de tal eje temático entregaría sus conclusiones y propuestas. Hace un par de meses, cuando se difundió el listado de los “elegidos” para participar en ese grupo, surgió una estampida de suspicacias y prejuicios respecto a sus intenciones que se vieron finalmente confirmados al conocer los resultados propuestos por tales “expertos”.

El Plan de Desarrollo Comunal, Pladeco, es uno de los elementos más importante para la planificación de una comuna, es una especie de guía de navegación que indica hacia dónde queremos que se dirija la comuna en el mediano plazo.

En el caso de Valparaíso se optó por un modelo de trabajo en el cual la propaganda municipal ha hecho un especial énfasis en la supuesta participación ciudadana, presentando una inédita asistencia de miembros de la ciudadanía con más de 1600 personas participando en todas sus jornadas.

Pero la participación es sólo una de las instancias de la actualización del actual  y largamente obsoleto Pladeco. Hay tres instancias o actores que decidirán su contenido: Las Jornadas Territoriales (la participación ciudadana), los Grupos Técnicos Asesores (“expertos” en determinados Ejes Temáticos) y los Grupos Específicos (gente con “capacidades diferentes”, adultos mayores y jóvenes, en palabras de sus organizadores).

Todos estos actores trabajaron por separado en torno a los Ejes Temáticos que el municipio determinó y que en conjunto definen al Pladeco, y generarán por separado conclusiones en base a sus diagnóstico e intereses para el desarrollo de la ciudad que en el mejor de los casos coincidirán. ¿Qué pasa si sus conclusiones son distintas a los otros grupos? El Concejo Municipal u otra instancia “fallará”. O sea, 1600 habitantes tienen el mismo peso en la decisión que algún grupo asesor formado en algunos casos por cuatro o cinco empresarios y otro grupo de concejales altamente proclive al cohecho decidirá cuál propuesta es mejor para la ciudad. ¿Recuerdan cuando el concejo decidió que la ciudadanía quería un Mall en Barón?

Uno de esos ejes fue Gobernanza y Participación, y todas las suspicacias apuntaban a los integrantes de su grupo técnico asesor y la forma en que se escogieron.

Por la complejidad de este tema, se dividió en tres subgrupos que trabajarían en áreas específicas, “Gestión Interna” (a cargo de la discusión sobre cómo mejorar la gestión al interior del municipio y formada por funcionarios municipales); “Participación Ciudadana” (UNCO de Juntas de Vecinos, dirigentes y alguna Fundación de misioneros y caridad) y la más cuestionable: “Gestión Externa”, un grupo hecho a la pinta de los empresarios (el 80% de la ciudad ES PRIVADA) para gestionar políticas a su favor, conformado por una sobrerrepresentada presencia empresarial vinculada a la, a estas alturas, fastidiosamente divulgada Fundación Piensa.

El Simposio con las conclusiones del Eje de Gobernanza y Participación tuvo una gran asistencia, aunque la mayoría de los expositores hablaron (se oyeron a sí mismos) y se retiraron. Todos aludieron a la desconfianza y la transparencia, como si los problemas se resolvieran sólo por mencionarlos. Por ejemplo, quien más utilizó el término “confianza” fue el gobernador. Es lógico que el gobernador esté presente en la discusión sobre gobernanza, sólo que este gobernador era César Barra, gobernador de ¡Quillota! ¿desconfianza? ¿por qué no está el gobernador de Valparaíso, Omar Jara, en la discusión? ¿porque es el rival electoral del alcalde Castro? Desconfianza. Su padrino político, el diputado Aldo Cornejo, tampoco asistió al foro dentro del simposio al cual estaba invitado, excusándose a última hora. Pero el señor Barra repitió la palabra desconfianza insistentemente, con lo que seguramente  la desconfianza debería desaparecer.

El simposio, presentado y moderado por Luis Parot, director de Pladeco, comenzó con las palabras del director del Eje Temático, Luis Guastavino. Muchos estábamos atentos, grabadora en mano, a sus palabras, pues sus inoportunas indiscreciones han sido claves, justamente, para desconfiar de este proceso. Su única salida de madre fue más bien oportuna y aplaudida, pues interrumpió un tedioso e innecesariamente extenso monólogo sobre Gobierno de un académico de la Universidad Adolfo Ibáñez - institución sospechosamente interesada este último año en poseer influencias en Valparaíso- para solicitarle premura.

Jorge Quezada, representando a la Universidad de Playa Ancha, planteó que hay que restablecer la confianza en base a una inquietante premisa: si bien la ley exige que cada comuna posea un Pladeco, no existe obligación alguna de ejecutarlo.  ¿Se podrá confiar? Hay antecedentes, en el foro realizado un par de horas después, el diputado Osvaldo Urrutia afirmaba que la ley no prohíbe construir en zonas de riesgo del borde costero, pese a que existen cartas del SHOA con alertas. Y si no está prohibido, se puede hacer, lo que nos lleva a la desmotivadora conclusión de que las autoridades podrían argumentar que si  Pladeco no es vinculante, no hay por qué obedecerlo.

Conclusiones del Grupo Técnico Asesor de Gobernanza y Participación

Gestión Interna: María de los Ángeles de la Paz, ex seremi  de Desarrollo Social y actual Delegada Municipal para la Reconstrucción, entregó las conclusiones que al interior de la municipalidad se han hecho de su propia gestión.  En el fondo, el grupo del municipio sólo justificó su mala administración, con un diagnóstico lleno de eufemismos, culpando de la situación a la “política alicaída y mal entendida”  y  a la “falta de protocolos” y, lo peor, aludiendo a una “necesidad de más protagonismo por parte del municipio” (que suena más positivo que “notable abandono de deberes”) y a una falta de “asignación de recursos acordes a las necesidades de Valparaíso”, el mismo día en que El Mercurio titulaba las irregularidades en la asignación de recursos para la reconstrucción. De hecho, hicieron hincapié en la participación de organizaciones que “pretenden el bien de Valparaíso” trabajando en la reconstrucción, aludiendo a dos objetables agrupaciones, un colectivo de caridad urbanística y empresarial (Metropolítica, Piensa, PlanCerro) y un colectivo de caridad artística del hijo de un ministro (“Minka”). Básicamente, un sólo grupito de amigos de la elite local. ¿Las conclusiones? Parecen haber sido hechas por funcionarios tratando de proteger a su jefe. De hecho, así fue:

  • Integración entre unidades y estamentos del municipio
  • Obtención y gestión de recursos acorde a las necesidades de Valparaíso

¿Mala gestión? ¿corrupción? ¿ineptitud, que sea? No. Sólo falta donaciones de plata y la necesidad de más circulares internas.

Gestión Externa: Habló en representación del grupo Pier Paolo Zaccarelli, yerno del dueño del casino de Viña, presidente de la Cámara Regional de Comercio y fundador de Piensa. Al parecer, las reuniones de Gestión Externa se realizaron dentro de la misma burbuja desde la cual estos empresarios transitan entre las páginas sociales y sus columnas anti reformas en el Mercurio de Valparaíso. Tampoco parece que están conscientes de que Fundación Piensa está sobrepoblando este grupo, pues insisten en que hay una falta de inclusión entre los sectores públicos y privados (y la ciudadanía. Este sufijo, “y la ciudadanía”, era ocupado de vez en cuando para demostrar que conocen algo llamado ciudadanía y que sería importante mencionarlas como corolario de sus planes) También habló de falta de inversión y, como si ignoraran que en Chile sucedió algo que fue conocido como “Gobierno de Piñera”, proponen replicar el modelo de empresa en la administración comunal bajo la figura de Directorio y Gerencia. Lugares comunes como “liderazgo”, “gremio”, “tejido social” , “incentivo”, “incentivar”, “incentivo a los privados” y de vez en cuando, la exigencia autoimpuesta por el orador de mencionar a “la ciudadanía” para aparentar inclusión se repitieron durante la presentación. Las conclusiones no son más que prejuicios validados:

  • Generación de un plan de inversión que permita materializar el Pladeco y ¡GENERAR SUFICIENTES INCENTIVOS A LOS PRIVADOS!
  • Alineamiento entre instituciones públicas y los instrumentos de planificación de los privados.

Estado subsidiario, “incentivos” a los privados y la solicitud de que hagan todo como lo hacen los privados. Despiadado. No sé si fue una buena idea generar un grupo que proponga decisiones compuesto por personajes tan alejados de la ética. Ah, y de “la ciudadanía”.

Participación Ciudadana: Presentó las conclusiones Natalia Brauchy, de la Fundación Junto al Barrio, “JAB” (organismo santiaguino con sede en la ciudad que nació del Techo para Chile y que se hizo conocido en las elites locales cuando hizo una “inducción” a los líderes locales en el Parque Cultural). En este grupo había dirigentes vecinales y también estaba la directora de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, Paola Salazar, que hace unos días hizo unas bochornosas declaraciones desde su investidura y sin consentimiento de sus representados, a favor del Mall Barón y el Terminal 2. Fue el único grupo que habló desde el sentido común y con diagnósticos y propuestas basados en la realidad, hay que reconocer, a diferencia de la defensa corporativa de los funcionarios municipales y del grosero oportunismo empresarial. Sus conclusiones:

  • Recomponer el tejido social (muletilla, pero soportable) mediante la formación y la generación de redes, y establecer vínculos de confianza.
  • Dar confianzas a la comunidad de que los espacios de participación sí son vinculantes.

Los únicos que, en el fondo hablaron de gobernanza, son aquellos que no tienen intereses políticos ni económicos. Los afectados.

Luego vino un interesante exposición sobre redes sociales y participación a cargo de Matías Conejeros, que en sus narices le aclaró a los presentes que la participación ciudadana no es una encuesta ni simplemente una validación, y un foro en el que dos ex directores de EPV, con cargos públicos en la actualidad, no dijeron nada que signifique un aporte.

Se hizo evidente el poco respeto a la participación y el oportunismo de gremios como el de los empresarios frente  a instrumentos como el Pladeco. Personalmente participé en la jornada territorial correspondiente a mi sector, precisamente en el Eje Gobernanza y Participación, y nada de lo que se discutió entonces se vio reflejado en las siniestras opiniones de los “expertos” de Gestión Interna ni Externa. Sí recuerdo claramente que cierto concejal comunista designado hizo una insólita y lisonjera defensa de la gestión del municipio en la mesa, y se ofendió violenta y exageradamente al plantearle que no debería participar allí, pues es una instancia ciudadana y el Concejo ya participa con excesivo protagonismo en otras instancias superiores. Y también recuerdo que la Secretaria Municipal fue increpada y sacada del escenario por los asistentes cuando pretendió hablar a nombre de un grupo de ciudadanos, infiltrada en otra mesa.

El Pladeco debería ser un instrumento que garantice el desarrollo de la ciudad y de sus habitantes, no la oportunidad para que los mismos lobbistas, oportunistas y entrometidos de siempre aseguren perpetuamente sus auspicios y privilegios, y es absolutamente descabellado (¿o descarado?) que la opinión de este grupito pese más que la de 1600 habitantes. Y es vergonzoso que a estas alturas ni las elites ni los propios funcionarios municipales sean capaces de aceptar el rol que le corresponde en instancias ciudadanas.

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