¡Al fin salimos de la cuarentena! Fue el momento ideal para aprovechar de salir a estirar las piernas y hacer un trekking por nuestra hermosa cordillera. Tuvimos un invierno bien nevado, todavía era posible ver las caras nevadas de las montañas, ¡Que paisajes y como se extrañaban! La jornada fue tranquila, solo una caminata por los senderos en el sector de Río Blanco, localidad que está a unos 34 km de los Andes.

Ya avanzada la jornada y con un poco más de vista hacia los cerros más altos de la cordillera, como el Alto de los Leones, el Juncal, siluetas conocidas que jamás dejan de sorprender por su magnitud y belleza, dimos por pagado nuestro ascenso y emprendimos la vuelta a Valparaíso.

Con ganas de comer algo rico como una buena empanada de pino, dimos con unos puestos que estaban instalados a la altura del Km 17 del Camino Internacional, nos bajamos y compramos el antojo en el que veníamos pensando y, además, tuve el privilegio de encontrarme con un puesto atendido por Verónica, acompañada por su hija Loreto. Ellas estaban vendiendo unas lechugas y además almácigos plantadas por ellas mismas. Sin saber yo mucho del tema, amablemente comenzaron a explicarme lo que hacían, partiendo que un almácigo es una planta pequeña lista para ser trasplantada a una huerta. También me comenzaron a contar sobre su emprendimiento “Entre Peumos y Montañas, todo esto mientras atendían. Como no teníamos tanto tiempo y tampoco quería interrumpir su trabajo, quedamos en contacto para después hacerles una entrevista, así fue como sucedió y les comparto la conversación que sostuvimos. 

¿Qué nos puedes contar sobre “Entre Peumos y Montañas”?

Entre Peumos y Montañas es un proyecto familiar que tiene como objetivo abastecer a la comunidad de almácigos y plantas medicinales, además ofrece asesorías durante el inicio y desarrollo de este proceso maravilloso que es la huerta. Si bien ya teníamos experiencia con las plantaciones de nuestra propia casa, la pandemia fue un factor que nos motivó para generar un ingreso al hogar, y que con el tiempo, ha ido creciendo cada vez más ya sea incorporando nuevos productos y formando una idea de concientización a las personas.

¿Cuáles son los tipos o variedades de almácigos que venden?

Los almácigos que brindamos son según la temporada, por ejemplo, durante el invierno lechuga, coliflor, repollo, espinaca y durante esta temporada de verano los más atractivos son de tomates, zapallo italiano, pimentón, cebolla y lechuga. 

Desde el punto de vista técnico y/o productivo, ¿Qué ventajas tiene cultivar almácigos?

Las ventajas de tener un almácigo es que la planta ya tiene un tiempo de desarrollo (20 días aproximadamente) por lo que solo se debe preparar la tierra y trasplantar. Las personas no deben preocuparse por la germinación de las semillas o su cuidado previo, que muchas veces requiere más atención; como riego constante y aplicación de nutrientes para que crezcan vigorosos. 

Ustedes son parte fundamental de un proceso hortícola que asegure una buena calidad y número de plantas, ¿Cómo es el día a día en su trabajo? ¿Cómo es cuidar esos cientos de pequeñas plantas que después serán trasplantadas en otro lugar?

Nuestro día comienza temprano por la mañana y la primera labor que se realiza es la de regar todas las plantas, esta es una parte fundamental, ya que al estar muy pequeñas, en un día de mucho calor, por ejemplo, se pueden deshidratar fácilmente. Otras labores del día a día son; aplicación de nutrientes que son elaborados por nosotras, llenados de bandejas con sustrato y siembra. Entre estas labores también está el cuidado de la huerta y desmalezado. 

¿Qué consejos les darían a las personas al momento de comenzar una huerta?

Para los huerteros principiantes, mi consejo siempre es darle dedicación a la huerta, disfrutar el proceso y realizar cada acción con cariño. Yo siempre digo que a las plantas les gusta que las regaloneen y le dediquen tiempo, la observación también es importante, ellas expresan cuando necesitan agua o cuando un lugar "no les gusta", o cuando les llega alguna plaga o enfermedad. Recalco por sobre todo el disfrute de crear, observar y darle vida, y ¿qué mejor que tener nuestra propia huerta y nutrirnos a través de ella? ̖ 

Sin duda que lo que hacen va más allá de la producción de almácigos, tiene relación con abastecer a la comunidad y educar respecto a lo que consumimos. ¿Cuál es la visión de su proyecto?

La visión de nuestro proyecto comienza con la concientización de las personas con respecto a la procedencia de los alimentos y recuperar costumbres en la gente; antiguamente era muy común la huerta, la chacra, el intercambio de semillas, de hortalizas, de conocimientos. Todas estas costumbres se fueron perdiendo en el tiempo, y hoy en día, no se están traspasando a las nuevas generaciones, es por ello que es vital su recuperación. Precisamente a esto lo llamamos soberanía alimentaria; donde una comunidad de manera sustentable genera sus propios alimentos y regulas los precios para que estos sean más justos, es a esto a lo que deseamos llegar. Para nosotras también es importante fomentar la educación sobre los beneficios que nos traen los alimentos de la huerta, estos están libres de agroquímicos, siendo muy perjudiciales para la salud y para el medio ambiente. Aún nos quedan muchas ideas para el futuro, queremos que nuestro proyecto sea integral y que esté dirigido a todo tipo de personas, que no solo sea solo un negocio, queremos dejar huella, una huella verde. 

¿De qué forma las pueden ubicar y cuáles son sus canales de venta y/o distribución?

Estamos ubicadas en Los Chacayes altos, Camino internacional, Los Andes. Además, todos los jueves nos instalamos en la Plaza de Chacayes. También pueden realizar pedidos al +56 9 39047200 y en Instagram nos pueden encontrar como: @entrepeumosymontanas