Kaptawa, innovador proyecto que busca regar bosques nativos a través de atrapanieblas en Quilpué

30 Marzo 2021
En entrevista con El Martutino, conversamos con su director Rodrigo Carreño Inostroza, para saber más sobre Kaptawa, en cuanto a su funcionamiento, soluciones, aspiraciones y sobre el actual contexto del recurso hídrico nacional.
Augusto Medina >
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Kaptawa es el nombre del proyecto, que de forma innovadora y tecnológica busca obtener agua a través del contacto con la niebla, cuyo foco principal es aportar a la restauración pasiva de los bosques nativos de la zona norte de Quilpué. A su vez, pretende difundir esta tecnología a las distintas comunidades del territorio con especial énfasis en los lugares que presentan mayor estrés hídrico. 

Con el uso de estos atrapanieblas Kaptawa aspira ser una solución de desarrollo sostenible, con responsabilidad social para las diversas problemáticas asociadas al recurso hídrico de la zona, generando así agua para resolver problemáticas socioambientales y de economía de recursos. De esta forma, procura mitigar el cambio climático e incentivar el desarrollo de las comunidades y territorios afectados. 

En entrevista con El Martutino, conversamos con su director Rodrigo Carreño Inostroza, para saber más sobre Kaptawa, en cuanto a su funcionamiento, soluciones, aspiraciones y sobre el actual contexto del recurso hídrico nacional. 

¿Cómo surge Kaptawa y con qué finalidad?

“Kaptawa nace a finales de 2019 como un proyecto para vincular a los estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso y organizaciones medioambientales, trabajando principalmente con Valencia Nativo. Nace de una forma super rudimentaria pensando en una solución reaccionaria para la sequía, desertificación y la pérdida de biomasa del bosque esclerófilo- desde ahí nosotros empezamos a plantear un sistema de atrapanieblas lo más acertado posible a la zona que estamos impactando”.

¿En qué consiste el proceso completo de captación de agua a través de la niebla?

“Nosotros aprovechamos el fenómeno que se llama la vaguada costera que es bien característico de la zona interior de Valparaíso (…)  se forma este fenómeno y las pantallas que denominamos de arpa captan esta neblina y por un efecto de evapotranspiración comienza a generar gotas de agua, estas gotas comienzan a bajar a través de los filamentos y llegan a una canaleta que la direcciona a un contenedor, de esa forma nosotros podemos a comenzar a coleccionar agua que viene directamente del mar para brindársela al bosque nativo y formar lo que se llama restauración pasiva”. 

¿Está pensado solo para el riego de bosques nativos o de igual forma para la comunidad? 

“Nosotros planteamos en un principio utilizarlo primariamente para el riego del bosque esclerófilo, trabajando ojalá con organizaciones socioambientales, pero también pensando por ejemplo en administradores de terrenos que han visto degradado sus propios territorios y también, pensando en sectores agrónomos productivos a baja a escala. De la misma manera, nosotros hemos estado trabajando para poder potabilizar el agua que estamos produciendo y de esa forma, generar agua de consumo humano”.

¿Es una opción eficaz para combatir la mega sequía?  

“No lo plantearía como una solución total, creo que la sequía en algún punto tiene un componente muy potente del cambio climático, pero también tiene un componente que es muy fuerte relacionado con la administración y los derechos del agua, por lo tanto, la solución a la sequía siempre va a ser un tema político y social. Lo que nosotros hemos tratado de hacer y que estamos logrando con Kaptawa es dar resiliencia tanto a las comunidades como al bosque nativo, trabajando en la adaptación al cambio climático para generar una respuesta reaccionaria a lo que está sucediendo, de una manera es como ponerle un parche a la herida más que una solución al final”.  

¿Teniendo en consideración la resiliencia propia del bosque nativo, de qué manera aporta Kaptawa a la restauración pasiva de los bosques? 

“La restauración pasiva en procesos simples es intervenir lo menos posible y eliminar los agentes radicales que están en esa ecuación, el bosque esclerófilo tiene una resiliencia bien alta, tiene la capacidad de poder aguantar ciertos tipos de sequía por periodos específicos al ser un bosque mediterráneo, la diferencia es que ese bosque ha sido sometido a una sequía por tiempos demasiados prolongados, eso está provocando, especialmente en los peumos un efecto brownie donde pierden la coloración y se comienzan a secar, y por consiguiente muere la vegetación, se acaba con la biomasa. Vamos aportando a medida que logramos generar agua, podemos liberarla a través de las cuencas que se formaron naturalmente, vamos hidrificando la zona y eso va a permitir que otros tipos de vegetaciones comiencen a estar más presentes en el lugar, la humedad comienza retenerse en la tierra y la restauración del bosque comienza aparecer”. 

¿Solo ha sido utilizado en Quilpué? 

“Este proyecto principalmente ha sido utilizado en los Peumos de Quilpué, pero esperamos poder seguir avanzando en toda la zona montañosa de la zona del interior, queremos comenzar a expandirnos dentro de lo que nos permita la tecnología, entendiendo que tiene que haber una presencia de la vaguada costera para poder formar este producto. De todas maneras, Kaptawa se ha comprometido a generar distintas soluciones, ya estamos en conversaciones para tener trabajos de generación de biofiltros o captadores de lluvia, que permitan ir moldeando en otras geografías con otros climas, tecnologías de consumo de aguas”. 

¿En que etapa se encuentra el proyecto?

“Nosotros hasta este momento tenemos instalados dos neblinometros automatizados, que se encuentran en investigación, pero ya están disponibles recopilando datos y hasta el momento han sido bastante auspiciosos, nosotros creemos que de aquí a que podamos terminar la etapa de prototipado vamos a poder estar colectando entre 30 y 40 litros de agua semanales por cada atrapaniebla. Esta es una solución que nosotros estamos planteando, que se encuentra todavía en investigación, estamos generando distintas soluciones para poder lograr el objetivo final que nos propusimos, que es, crear una tecnología que se adapte completamente a la quinta región”.

¿Kaptawa tiene algún impacto nocivo, como por ejemplo la contaminación visual?

“Con la contaminación visual nosotros nos hicimos cargo de ese problema generando una disminución de su tamaño, los atrapanieblas convencionales son muy grandes, sobre los 48 metros cuadrados- el de nosotros utiliza pantallas de 1 metro cuadrado y una altura aproximada de dos metros y medio, por lo tanto, va desapareciendo solo a medida que crece el bosque. Estamos trabajando en un nuevo prototipo donde utilizaremos materiales que una vez termine el periodo de vida del atrapanieblas tenga la capacidad de poder reutilizarse, van a ser materiales reutilizados que nos permitan trabajar con un impacto cero (…)  los sensores con los que estamos trabajando están siendo electrificados con paneles solares y en un próximo prototipo esperamos poder avanzar hacia aerogeneradores, de esa forma estaríamos dejando sin ningún impacto negativo en la generación de estos atrapanieblas. Pensamos en no sobreexplotar la vaguada costera”.

¿Cómo ves el futuro del agua en Chile, pensando en la nueva Constitución? 

“Es esencial el hecho de poder defender el agua y también la naturaleza, es importante que nuestro ecosistema goce de derechos para poder volver a desarrollarse de la forma que lo estaba haciendo. El agua tiene que ser un bien de uso público, donde primeramente se piense que el agua debe ser para todos los ciudadanos y para todos los seres vivientes de nuestro país, y de la misma manera para el bosque”. 

El proyecto lo llevan a cabo Rodrigo Carreño y Juan Pablo Jara, Ingeniería Civil Mecánica; Rodrigo Luna, Ingeniería Eléctrica; Williams Miranda, Agronomía; Dirección de Innovación y Emprendimiento PUCV (DIE), Valencia Nativo y Escuela de Ingeniería Mecánica PUCV.