Los meses de confinamiento producto a la crisis sanitaria que enfrenta el mundo, desencadenó un aumento considerable de residuos domiciliarios, a pesar de ello, estos pueden ser reutilizados para múltiples propósitos, uno de estos, crear nuestro propio huerto urbano, o al menos el comienzo de este. Reutilizar envases de nuestro hogar y plantar, es quizás la alternativa ideal para sobrellevar la actual pandemia, pero a su vez, también lo es para contribuir un grano de arena al planeta y ayudar a nuestra salud mental.

Un estudio de la Universidad de Hyogo en Awaji, Japón, detalla los beneficios de reducción del estrés para los trabajadores de oficina, en él se concluyó que colocar plantas pequeñas a la vista contribuyó significativamente en la reducción de estrés psicológico en todos los ámbitos.

A su vez, diversas investigaciones han demostrado con evidencia científica que estar en contacto con plantas disminuyen el estrés y la ansiedad; aminora el riesgo a sufrir enfermedades cardiacas y de padecer Alzhéimer; aumenta la sensación de bien estar al estar rodeado de flores y plantas, incluso el olor de una flor puede desencadenar recuerdos positivos; quema calorías y fortalece músculos y articulaciones y mejora la calidad de sueño.

Para muchos, el cultivo doméstico se transformó en algo más que un simple pasatiempo, sino que, se convirtió en una terapia, un espacio en el cual podemos conectar, dar y recibir. Poder sentir la tierra húmeda entre nuestras manos, ver germinar el primer brote de una semilla, cosechar el primer alimento y estar en contacto con la naturaleza y sus bondades son sensaciones únicas y a veces indescriptibles que proporcionan una cuota enorme de felicidad y gratitud para nuestro ser. 

“El que no hace nada, nunca se equivoca” escuche decir alguna vez en los videos de Gabriel, huertero argentino, y es quizás la premisa inicial para partir nuestros cultivos, en el camino lo más probable que terminemos cometiendo errores, incluso matemos alguna planta, pero la vida es un eterno camino de aprendizajes. En cualquier zona, siempre habrá un espacio para cultivar, solo se necesitan las ganas de iniciar, dedicación, amor y mucha paciencia.

Claro está que es mejor tener un terreno vasto en cual poder plantar, pero en la actualidad no existe excusa para no hacerlo, de hecho, hay personas que obtienen cultivos exitosos en departamentos, casas pequeñas o incluso los más osados que lo hacen en la vereda. Y que mejor, que obtener nuestro propio alimento en beneficio de nuestra salud y la del planeta. Acá te dejamos una serie de ideas y recomendaciones que puedes empezar aplicar desde tu hogar.

Antes de empezar a sembrar, siempre es bueno tener en consideración cuales son nuestras necesidades y cual es el espacio que tenemos antes de hacerlo, lo que también aplica para las plantas, estas también tienen sus propias necesidades tal como las horas de luz solar, el espacio de la maceta y las fechas del sembrado.

¿Qué podemos reutilizar y plantar?

Envases de yogurt

Los envases de yogurt, son quizás nuestro mejor aliado para comenzar nuestros almácigos, primero que todo debemos eliminar todos los restos del contenedor, posteriormente debemos perforar la parte inferior del envase para que el agua pueda drenarse y finalmente rellenarlo con sustrato o tierra rica en nutrientes. Allí podemos comenzar a plantar lechugas, tomates, lentejas, judías blancas, garbanzos, cibullete, perejil, espinaca, remolacha y mucho más.

Los pasos que debemos seguir son humedecer el sustrato, hacer un hoyo 3 veces el tamaño de la semilla e introducir la semilla, taparla y volver a mojar, luego deberás ubicarla en una zona donde reciba mucha luz solar de forma indirecta. Luego las plantas comenzarán a brotar y cuando sus raíces ya estén fuertes podrán ser trasplantadas a recipientes más grandes o directo a la tierra madre.

Neumáticos

Muchas veces tenemos neumáticos en desuso, a los que podemos darle una vida útil. Si quieres que tu huerto se vea bien o tome un aspecto novedoso, puedes ocupar llantas viejas de automóvil y pintarlos de diferentes colores para luego rellenarlos con tierra y aprovecharlos para sembrar verduras, hortalizas o flores. Aquí podemos sembrar plantas que alcanzan grandes tamaños.

Botellas de plástico

Las botellas de plástico abundan en nuestro hogar, y con ellas podemos plantar una gran variedad de plantas dado que presentan diversos tamaños y formas. Las botellas de plástico son la mejor opción para quienes tienen poco espacio o viven en edificios, con estas podemos realizar huertos verticales uniéndolas una tras otra con cordeles o bien ocupándolas como maceteros, teniendo las mismas consideraciones que con los envases de yogurt.