Antecedentes históricos del proceso constituyente

28 Octubre 2020

El proceso requiere la ciudadanización de la política para reconstruir el Estado colectivamente

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Por José Maganza Valenzuela
Cabildo Plaza Recreo

El Cabildo Plaza Recreo invitó el domingo 18 de octubre al profesor Gabriel Salazar a exponer acerca del proceso constituyente quien revisó junto a los participantes los antecedentes históricos y las consecuencias de dicho proceso.

El concepto de cabildo, el alcance constituyente, tiene su antecedente en España y responde a un principio teológico, que reconoce a un dios ordenador que delega poder al rey para que permita que los habitantes de un territorio se organicen y exploten las riquezas naturales.

En el caso latino americano, la migración proveniente de Europa, originada por la opresión de las monarquías y de la iglesia, hace que la colonia española implante en el continente la institución  del cabildo, para que los colonos  administren el territorio.

De hecho, el proceso de emancipación americana, se hace por medio de cabildos, celebrándose el primero, en el caso chileno, en 1810 y realizados hasta 1830. En este sentido podemos mencionar como un hito la abdicación y destierro de O’Higgins, luego de que la Asamblea Nacional Constituyente, que reunía a la asamblea de los pueblos libres (Coquimbo, Santiago, Concepción), no acataran su autoridad.

En 1823, Ramón Freire organiza una asamblea constituyente, en la que participan los representantes de Coquimbo, Concepción y Santiago, y aún cuando estos últimos son minoría, manejan el proceso de tal forma que logran que Juan Egaña redacte una constitución (conservadora y aristocrática), que es rechazada. Por tal motivo se genera un estallido social en Santiago y se anula el estanco del tabaco, negocio en el que participaban cercanos a Diego Portales, a la fecha ministro de Estado.

Se convoca en Valparaíso una asamblea constituyente que genera la constitución liberal de 1828, redactada por José Joaquín de Mora, que sirvió de base a las constituciones que se crearon posteriormente. Dicha constitución representa la derrota política de la llamada aristocracia castellano vasca, promueve una democracia local y comunal, con cargos elegidos democráticamente y promueve la industria local.

Sin embargo, al poco andar, se organiza un ejército mercenario liderado por Manuel Bulnes, que derrota a Freire en la batalla de Lircay. Se anulan los cabildos y las asambleas comunales y se promulga la Constitución de 1833, que estará vigente hasta 1925, teniendo como consecuencia la desaparición de la ciudadanía y la soberanía popular, durante casi un siglo.

No obstante,  partir de 1900 y hasta 1925, el sistema sociopolítico chileno comienza a dar señales de participación y deliberación: gremios, sociedades industriales, universitarios, profesionales, profesoras, habitantes de conventillos. Todos critican y proponen. En 1924 el ejército da un golpe de Estado, disuelve el congreso, auto exilia al Presidente Arturo Alessandri Palma y expone las razones de su accionar en el Manifiesto de la Junta Militar del 11 de septiembre de 1924:

  • Abolir la política gangrenada
  • Un movimiento sin secta o partido
  • Convocar a una libre asamblea constituyente, de la cual surja una Carta Fundamental que corresponda a las aspiraciones nacionales.

Como no se sabe cómo hacer una Asamblea Constituyente, traen a Alessandri del exilio, quien organiza, dirige y arbitra un comité constituyente, que redacta la constitución de 1925, una continuación de la 1833, que dura hasta 1973.

A partir de 1938, los distintos presidentes se quejan de que es necesario cambiar la constitución ya que no pueden desarrollar sus programas de gobierno por los intereses de los partidos políticos. La ciudadanía ha sido traicionada y no hay espacio para la voluntad soberana.

La dictadura de Pinochet, entre 1973 y 1989, representa el intento de aplastamiento de la ciudadanía, expresada en la constitución de 1980, la que se revela, en el periodo, en 22 jornadas nacionales, que obligan a la entrega del poder a la clase política que es capturada por el poder económico, al margen de la ciudadanía, razon por la cual ésta comienza a revelar su descontento, desde los movimientos estudiantiles del 2001 en adelante.

Es necesario que los ciudadanos se apoderen de la política, que las comunidades deliberen, hay que reconstruir el Estado, a partir de una voluntad colectiva y participativa.

Entonces la demanda constitucional debe atender a lo menos a tres asuntos:

Descentralización efectiva del Estado con autonomía política comunal sobre la riqueza de su territorio y propiedad sobre los servicios públicos: educación, salud, previsión.

Comunidad de Estado nacional, en que los representantes responden a la comunidad la que los puede revocar, enjuiciar y castigar si no responden a su mandato.

Reforma de las FFAA, nacionales, ciudadanas que deliberen junto al pueblo.

El proceso constitucional, debe ser abierto, público, con una comunidad atenta y participativa.

 

Foto: Pablo Rebolledo