Constituyentes en Aconcagua: Adiós a los viejos estandartes

Constituyentes en Aconcagua: Adiós a los viejos estandartes

06 Mayo 2021
Me cuesta entender el rol que quieren jugar los constituyentes que ya tuvieron su paso (bastante largo) por la política. ¿Qué nuevo nos pueden ofrecer si ya no lo hicieron? Quizás el mirar sus historias nos podría dar luces de aquello.
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Por: José Carvajal 

El 18 de octubre del 2020, comenzó a caer el sistema en todas sus expresiones. La política, que ya tambaleaba antes, perdió todo tipo de credibilidad en cualquier partido político, coalición o persona. Tiempo después, el plebiscito sería la lápida al sistema político chileno en su conjunto. 

Con el 78,2% de los votos, los chilenos aprobaron cambiar la Constitución que los regía desde 1980 con pequeñas modificaciones de la entonces Concertación. En la otra votación, respecto al método para cambiar la carta fundamental, la opción ganadora fue la de una convención constituyente con un 79,3%. Esta última y arrasadora victoria se puede traducir : los chilenos rechazaron a su clase política al no votar por una convención mixta y el fin de la Constitución de las últimas décadas. 

Sin embargo, algunos clásicos de la política pareciera que no entendieron el mensaje, y cual paracaidista, cayeron en las listas de la elección que busca elegir a quienes redacten la nueva constitución. Si nos fijamos en nuestro distrito 6, que desde Quintero al Valle del Aconcagua, la “Lista del Apruebo” nos vino a refregar que no hay muerto en política: Carlos Ominami y Jorge Correa Sutil. 

“Nunca más sin el pueblo”, decían algunas de las frases de los manifestantes del estallido social. Pareciera que algunos, que poco tienen del pueblo y sin ser invitados, se sintieron llamados a redactar la nueva constitución, mágicamente quienes ya estaban retirados de la política sintieron la necesidad de ser protagonistas en aquello que la gente no los invitó. 

Ominami fue senador durante 16 años, ministro de Estado y terminó siendo recordado por su paso por tribunales por el financiamiento irregular de la política, caso del que sólo fue sobreseído por la prescripción de los delitos. Correa Sutil con similar curriculum: subsecretario del Interior, ministro del Tribunal Constitucional (TC) y un conocido personaje de la Democracia Cristiana. Ambos se consideran parte de la representación de la gente, sin embargo, son el mejor recuerdo del sistema que excluyó a las personas los últimos 40 años, ese de los acuerdos a puertas cerradas y a espaldas de la gente. 

Pues, en la misma lista nos encontramos con candidatos como Claudio Gómez y Scarlett Valdés. Ambos no han tenido algún paso por la política tradicional ni esa que nos llevó al complejo momento político en el que estamos. Gómez, oriundo de San Felipe, ha tenido una vida profesional ligada al derecho y a la docencia universitaria. Además de estar ligado al mundo social a través de diferentes iniciativas, ha sido la voz de “Región de Aconcagua”. 

En el caso de Valdés, una abogada ligada al mundo laboral, ha representado a pymes, trabajadores y trabajadoras, área en la que incluso tiene un diplomado, además de magíster en derecho laboral y seguridad social.

¿Qué tienen en común? Ambas personas son jóvenes, no están ligadas al mundo político y representan aquello que buscamos en la nueva constitución: renovar. Me atrevería a apostar a que también ambos serán las dos fuerzas que van a sacar a la vieja clase política del mapa constituyente, y desde los mismos círculos políticos: Gómez va en cupo de unidad constituyente (Lista del Apruebo)  y Valdés milita en el Partido Liberal. 

Atrás quedaron los tiempos de los acuerdos, de los abrazos y manos alzadas después de lograr alianzas de espalda a la gente. ¿Cuál es la diferencia con los otros candidatos? Los dos han hecho sus carreras profesionales lejos de los mismos de siempre pero cerca de las organizaciones sociales y de la realidad de la gente.

Me cuesta entender el rol que quieren jugar los constituyentes que ya tuvieron su paso (bastante largo) por la política. ¿Qué nuevo nos pueden ofrecer si ya no lo hicieron? Quizás el mirar sus historias nos podría dar luces de aquello.