En pos de un Gobierno Mundial y el destino manifiesto de la ONU

En pos de un Gobierno Mundial y el destino manifiesto de la ONU

23 Septiembre 2020

El organismo internacional mantiene un capital político y una credibilidad más allá de su efectividad, que propician un liderazgo único y planetario.

Fernando Rivas ... >
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Por Fernando Rivas Inostroza 

Esta semana, Naciones Unidas ha cumplido 75 años, desde que fue creada en 1945, para fortalecer la paz mundial, tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Y los festejos han sido también históricos. No tanto por los actos conmemorativos propios del acontecimiento, sino que por sus características, ya que han pasado a ser, ciertamente, una anti celebración, debido a los condicionamientos mundiales del Covid-19, que han obligado a intervenciones telemáticas de los líderes mundiales, mediante su ausencia física, pero con una presencia virtual, por medio del envío de mensajes en video pregrabados

Ciertamente, se le ha  restado magnificencia y boato a la Asamblea General, en términos  de los festejos clásicos, pero ella ha adquirido mayor resonancia, precisamente, por sus restricciones y carácter asincrónico y digital. Atrás han quedado las aglomeraciones y el tradicional desorden mediático en Nueva York, al tiempo que se instaló el orden y la asepsia de las producciones político audiovisuales. Sin duda, se ha tratado de condiciones especiales y de dimensiones históricas similares a las de 1945, toda vez que la actual pandemia constituye el fenómeno mundial más gravitante que ha debido enfrentar la entidad durante su historia. 

Así lo ha declarado el propio Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, quien ha resaltado su carácter glocal -mundial y local a la vez- debido a su incidencia en los cinco continentes y en el plano personal o individual de cada habitante del planeta. Otra expresión de la globalización creciente que hemos venido experimentando como Humanidad y que nos enfrenta a desafíos de envergadura análoga y tan acuciantes como el cambio climático y sus secuelas, la pobreza, el respeto a los derechos humanos, la equidad de género y la lucha contra la corrupción. 

EL GOBIERNO MUNDIAL

Hoy, como en 1945, nos asomamos ante un nuevo mundo y aunque "nadie quiere un gobierno mundial", como dijo Guterres, para enfrentar estas nuevas e inéditas circunstancias, lo cierto es que cada vez se hace más necesario contar con una entidad articuladora y reguladora global, planetaria, que sea capaz de traducir y arbitrar medidas en nombre del conjunto de la especie humana. 

Parece novelesco, de ciencia ficción, pero son los parámetros biopolíticos en que nos desenvolvemos actualmente, y que debemos reconocer, forman parte de un proceso teleológico, que nos lleva hacia la Gran Nación.

Este derrotero se viene perfilando desde hace rato y no es difícil de percibir.

 Lo que falta es saber cómo ir recorriéndolo. 

Y al respecto, Guterres tuvo nuevamente razón al decir que, si bien aún no es oportuno un "gobierno mundial", se hace necesario y urgente acrecentar la "gobernanza mundial". Es decir, la cooperación internacional y un renovado multilateralismo, que vayan pavimentando ese camino sobre la base de la solidaridad entre las naciones y los ciudadanos: "...debemos trabajar juntos para mejorar la gobernanza mundial. En un mundo interconectado, necesitamos un multilateralismo en red en el que la familia de las Naciones Unidas, las instituciones financieras internacionales, las organizaciones regionales, los bloques comerciales y otros actores trabajen juntos de manera más estrecha y eficaz", según dijo. 

LIDERAZGO PLANETARIO

En consecuencia, es a la propia ONU a la que le cabe la responsabilidad de irse fortaleciendo, habida cuenta de que dispone de una alta credibilidad mundial, más allá de las dudas acerca de su efectividad. 

Como dijo el rey de España, Felipe VI, ahora se hacen necesarias "más Naciones Unidas y unas naciones más unidas". 

Un reciente estudio de Pew Investigaciones, en 14 países desarrollados, con cerca de 14 mil encuestados, aportó argumentos al canto: 

Un 63% del universo mostró una opinión favorable a la ONU, contra un 33% y un 4% que no respondió. En tanto, un 76% reconoció que ella promueve los Derechos Humanos; un 74% que promueve la paz; un 65%, que promueve el desarrollo económico; un 61%, las acciones contra las enfermedades infecciosas como el coronavirus; otro 61%, las acciones contra el cambio climático; un 59%, el apoyo a los intereses particulares de cada país; un 53%, que se interesa por las necesidades de la gente común; y un 51% que enfrenta efectivamente los problemas internacionales. 

Sin duda que, con ese capital político, queda en claro que un eventual -aunque no deseado- gobierno del mundo parte hoy, necesariamente, desde las estructuras y capacidades de la  propia ONU. 

Lectura de foto

Los jóvenes voluntarios del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en la India propician la conversación y la acción para alcanzar los objetivos nacionales de desarrollo sostenible y de superación de la pobreza, lo que favorece la imagen de la ONU y su capital político en el mundo