[OPINION] La crisis política: Desde Kast a Lagos

16 Enero 2019

Por ahora, estamos entrando al receso anual sin que la derecha ni su gobierno tengan un discurso político para gobernar, tampoco la izquierda tiene uno para oponérsele.

Ibán de Rementería >
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Por Ibán de Rementería

Núcleo Valparaíso Socialista

La instalación mediática de José Antonio Kast como representación política local de Jair Bolsonaro ha instaurado el pánico político entre la centro izquierda y ciertas inquietudes entre la centro derecha. El excelente desempeño quedó reflejado en la encuesta de diciembre Criteria Research, donde aparece en el primer lugar de las preferencias espontáneas, habiendo desplazado a Beatriz Sánchez, pero solo con un 12%.

En la encuesta de noviembre de esa misma consultora el político sub 35 años mejor evaluado fue el Alcalde Jorge Sharp, seguido por Vlado Mirosevic, Giorgio Jackson, Gabriel Boric, Karol Cariola, Maite Orsini y Camila Vallejo, todos del Frente Amplio (FA) y el Partido Comunista (PC), ninguno de la ex Concertación, ni de la Democracia Cristiana (DC), el Partido Radical (PR) o el Partido Socialista (PS), de la derecha solo fue mencionada la diputada por  Renovación Nacional (RN) Camila Flores, pero exitosamente declarada pinochetista.

Ese temor irracional a Kast ha sido tal que algunos pretenden eliminar su presencia no nombrándolo y convocando a no hacerlo, eso se llama en psicoanálisis la negación que suprime el temor pero no aquello lo causa. La última encuesta de la CADEM pone en primer lugar de las respuestas espontáneas de preferencias para ser el próximo Presidente de la República a Beatriz Sánchez del FA, entonces, los temores de la centro izquierda pueden ser otros.

La política, en general, entendida como el arte o la práctica de la gestión del poder y este como la imposición de la voluntad colectiva, ya sea por medio de las mayoritaria o impuesta por medio de violencia, aquí y ahora ha quedado reducida al griterío por la camiseta de Boric –con la figura de la cabeza abaleada y ensangrentada de Guzmán-, aportada mediáticamente por Kast, lo que le permitió a la Unión Demócrata Independiente (UDI) una ofensiva arrasadora en contra de aquel y el FA, que se agregaba a la visita clandestina en París a uno de los condenados por el asesinato de aquel, y haber reconocido públicamente el aporte del Frente Manuel Rodríguez en la lucha contra la Dictadura Militar.

Kast además le disputó a Jacqueline Van Rysselberghe, presidenta de la UDI, de la cual fue alguna vez Secretario General, ser la anfitriona del representante de Bolsonaro, su hijo, y de ser recibido por él. Por otra parte, la desmanejada gestión del Ministro Chadwick sobre las consecuencias colaterales del asesinato joven comunero Camilo Catrillanca, que terminaron siendo más graves que el asesinato mismo, completadas con las torpes confesiones sobre sus sorderas telefónicas, que son tan poco creíbles como los supuestos usos pornográficos de la cámara portátil del carabinero que lo mató, puesto en evidencia en sus faltas a la verdad por el General Victtoriano, otro general más, entre cuarenta, víctima de este desaguisado, mostraban al Ministro del Interior como la próxima víctima propiciatoria de este asesinato, pero el Presidente le confirmó la confianza; en ambos casos, del joven comunero y el Ministro, al decir del poeta: “El muerto que voz matasteis goza de buena salud”.

Ese asesinato no es una crisis del orden público pero es la más grave crisis de las instituciones encargadas de mantenerlo, junto con el “paco gate” y la “operación huracán”, todos plagados de encubrimientos y explicaciones mentirosas y chapuceras han mostrado la insubordinación de Carabineros al Gobierno, al poder político. Pero esas evidencias sorpresivas son más bien un hito marcador de la crisis de gobernabilidad que se ha iniciado y aproxima en plenitud.

También esta crisis es el signo marcador de la pérdida de agenda del Gobierno, el cual con su minoría parlamentaria no tienen espacio político para instalar su reforma tributaria, su reforma al sistema de pensiones y a las normas laborales, además, tanto la salud como la educación entrarán en graves vicisitudes financieras y de gestión. De alguna manera esta crisis de la institucionalidad del orden público le ha servido para ganar tiempo en la asunción de las otras crisis, incluida la de las relaciones con los pueblos originarios, principalmente la crisis con el pueblo mapuche – del Ministro Moreno nunca más se supo.   

La estrategia de responder al afloramiento de la extrema derecha y al fracaso de la centroizquierda con un extremo centro más técnico neoliberal aún, fue el resonante triunfo en Francia de Emmanuel Macrón ante Marine Le Pen de la extrema derecha representada por el Frente Nacional,  con el derrumbe definitivo de la centro izquierda expresada por el Partido Socialista y la esperanza frustrada de los “insumisos” de Jean-Luc Mélenchon, la “otra izquierda”, las izquierdas como organizaciones políticas no parecieron tener destino,  ahora que afloraron los “chalecos amarillos” seguramente recibirán su toque final y estos serán su reemplazo ideológico y político.

Aquí en Chile, como se explicó, el contexto político local se reduce a los casos de la Operación Huracán,  el asesinado de Camilo Catrillanca y otros problemas de graves de “apropiaciones indebidas” de presupuesto público en las instituciones de orden público, así como las consecuencias políticas de su mal manejo que mostró el desastre en la gestión  y control institucional que hay en la conducción del orden interno, en lo concreto en el manejo policial.

Una bomba en un paradero de buses en el centro de Santiago a hora de gran afluencia de público con varios heridos y lesionados, auto atribuida a un comando terrorista ecologista radical, puso el broche de oro al miedo público y la incompetencia gubernamental. Todo lo cual motivó de manera “oportuna” a Lagos Escobar, ex Presidente de la República, a sentar doctrina, dice: “Tenemos que hacer un esfuerzo por entendernos. Pensar ¿qué tipo de país queremos? Se necesitan, claro, nuevas políticas que aborden esto. ¿Nos podemos poner de acuerdo? En establecer principios, tener una mirada común, a eso voy. Se requiere un gran consenso para acordar el tipo de país que queremos” [La Tercera 6 de enero 2019]. Por su parte el senador José Miguel Insulza manifiesta: “…aceptar que existe en el centro y también en la derecha, mucha gente a favor de la democracia, y tratar de trabajar con ellos para aislar a los fascistas y autoritarios”, en el mismo sentido se manifiestan Heraldo Muñoz, Presidente del PPD y el ex ministro Máximo Pacheco “disponible” a candidato presidencial por el PS.

En Francia la respuesta social y política de “las mayorías silenciosas” expresadas por los “chalecos amarillos” son las movilizaciones sociales de “acción directa” que luego de llevar el respaldo al Presidente de la República por debajo del 20%, lo han obligado a retroceder en las medidas impositivas y los recortes sociales que había implementado para “modernizar técnicamente” al país –aumento impuesto a la gasolina, aumento impuesto a las pensiones, restricciones a los derechos por desempleo, etc.- Lo más importante del movimiento nacional de los chalecos amarillos es que pone de presente el fracaso político, organizativo y programático, de las izquierdas, que llevó al crecimiento constante y amenazante del Frente Nacional, el cual crecientemente recibía el apoyo de las masa populares que no se sentía representada por esa centro izquierda que siempre mostraba su pezuña del diablo neoliberal, eso mismo ha producido el apabullante triunfo de Bolsonaro y aquí la derrota presidencial de la ex Nueva Mayoría, a la cual, no obstante, los electores le dieron la mayoría en las dos cámaras del Parlamento, cosa que todavía no es capaz ni de analizar ni de operar políticamente.  

Cada vez allí y aquí son claros los cuatro tercios que tienen proyectos históricos en lo político, económico, social y cultural: el neo fascismo, la derecha neo liberal, la centro izquierda neo liberal y las izquierdas, digo cuatro tercios porque al final si se impone la derecha neo liberal se le unirá el neo fascismo como aquí fue el apoyo de Kast a Piñera, o la derecha neoliberal se unirá al neo fascismo como lo ha hecho la derecha a Bolsonaro en Brasil, o como lo hicieron los partidos tradicionales de derecha en Italia y Alemania en la décadas de los 20 y 30 del siglo pasado.

También se pueden aliar la derecha neoliberal y la centro izquierda neoliberal, al fin y al cabo eso fue el binominalismo con los consensos de la era de la Concertación hasta nuestros días. Así que tranquilos, de los cuatro tercios volvemos a los tres tercios o retornamos al binominalismo. Cada una de esas corrientes políticas por separado y en alianzas tienen sus proyectos de poder político y desarrollo económico claros. Los únicos que no tienen proyectos políticos, económicos, sociales y culturales que ofrecer a las grandes mayorías nacionales, sometidas a la degradación constante y creciente de sus condiciones económicas y sociales son las izquierdas. Esos proyectos, de una izquierda clara y convincentemente anti neoliberal, son los que debemos producir, de lo contrario esas mayorías decepcionadas, crecientemente se abstendrán de votar, o lo harán por los neofascistas o … se insurreccionarán como lo hicieron en Francia en 1789, 1830, 1848, 1870, 1968 y ahora, también en Rusia hace 101 años, en Cuba hace 60 años o en Irán hace 30 años.   

Por ahora, estamos entrando al receso anual sin que la derecha ni su gobierno tengan un discurso político para gobernar, tampoco la izquierda tiene uno para oponérsele. La crisis de Carabineros y el Ministro Chadwick provocada por el mal manejo del asesinato de comunero Catrillanca, ha sido desplazada por el Gobierno mediante su propuesta discriminadora y reaccionaria de la “justa matricula” en la educación pública, que el Presidente refirió como “industria educativa” lo que provoca un rechazo generalizado y la disculpa presidencial, el rechazo a esta iniciativa unifica a la oposición, cosa que no logró la acusación en contra del Ministro del Interior; por otra parte, la diputada Marisela Santibañez (PRO) se instala mediáticamente con un (in)oportuno comentario sobre el asesinato del Senador Jaime Guzmán hace 27 años, que el Gobierno y la derecha saben muy bien aprovechar.