[OPINION] Más allá de una elección

[OPINION] Más allá de una elección

21 Noviembre 2017

Más allá de un llamado o una convocatoria, esto es solo la declaración de un ciudadano que la vida lo puso en un rol social y desde esta tribuna manifiesto que no da lo mismo lo que pase el 17 de diciembre.

Alvaro Brauchi >
authenticated user Corresponsal

Más allá de una elección. Chile cambió y para bien.

Mas allá de los manoseados conceptos de derecha o izquierda que se utilizan de forma liviana en cada conversación, debemos detenernos en el análisis de fondo: la mirada progresista y la renovación de las ideas.

Mas allá de los estereotipos de rojos o azules, con que se descalifica cuando se acaban los argumentos de uno u otro lado, la atención hay que ponerla en los resultados, esos que dicen que este domingo votó un 46% de la población y que muchos de ellos son jóvenes a quienes tan poca fe les tiene la clase política.

No me desagrada el Frente Amplio (FA), al contrario, hace un par de años que vengo comentando con amigos que a Revolución Democrática (RD) y sus asociados (hoy FA) hay que prestarles atención y respetar esa mirada, es el giro que el país y sus nuevas generaciones están dando.

Participo en política por gusto, no por necesidad. Integro el último eslabón de la “cadena alimenticia de la política”, ejerzo el cargo de concejal de mi querida comuna de Villa Alemana, por un segundo (y último) período y en este camino he aprendido que los acuerdos, y la consecuencia con los mismos, es el mejor camino para llevar a cabo los cambios que la sociedad necesita.

No hay que temer reconocer errores, ni tampoco tener miedo a cambiar de opinión, o mejor dicho, a entregarle matices a la visión de las cosas. La vida es evolución y esa misma es la que nos lleva a desarrollar nuevas ideas y pensar un futuro mejor.

No hay que temer tampoco a decir que enfrentados a una segunda vuelta no es indiferente quien gane, que no se trata de polarizar, ni tampoco se trata de generar temores, sino que simplemente tomar una posición de acuerdo a la visión que cada cual tenga del país en el que queremos vivir.

En mi caso la opción es clara: quiero un Chile en que la educación y la salud de nuestros nietos y bisnietos (que quizá no lleguemos a conocer) esté garantizada como un derecho, al que todos y todas puedan acceder, sin que dependan de cuanto pueden o no pagar. Quiero un Chile en que las pensiones sean dignas y que los fondos de pensiones no sean administrados por terceros a los que les importamos un carajo.

Creo en el rol social del Estado (no lo confunda con asistencialismo) y creo firmemente que la clase media de nuestro país está pidiendo a gritos ser escuchada y protegida, para que los ingresos que se perciben puedan ser destinados a una mejor calidad de vida y no a sobrevivir pagando cuentas de isapres y universidades.

Si, estoy y pago una isapre y pago el arancel de un hijo estudiando en la educación superior. Puedo hacerlo. Pero eso no significa que porque puedo, tenga que ser la regla para todos. Porque la sociedad en que vivimos la construimos entre todos y todos son lo que pueden y los que no pueden.

Discúlpeme estimado lector, si me he extendido demasiado, pero es bueno a veces, dejar por escrito las ideas, porque como dicen “las palabras se las lleva el viento”.

Más allá de un llamado o una convocatoria, esto es solo la declaración de un ciudadano que la vida lo puso en un rol social y desde esta tribuna manifiesto que no da lo mismo lo que pase el 17 de diciembre. Por eso, consecuente con lo que he narrado en estas líneas, votaré Alejandro Guillier, con la convicción de que es el camino que tenemos para seguir construyendo una mejor sociedad.