Oportunidades perdidas en la actual administración regional

17 Junio 2021
Hemos perdido importantes oportunidades que benefician a la región, a la calidad de vida de las familias y a su desarrollo económico. Luego será más difícil corregir los errores por no haber llegado a tiempo, lo que será dura carga para el Gobernador Regional recientemente electo.
Juan Carlos García >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

La gestión pública es compleja, y requiere focalizar energías y aprovechar las oportunidades. Por eso, es lamentable cuando éstas surgen y se dejan pasar, afectando con esto de manera innecesaria la calidad de vida de muchas personas. 

La actual administración regional recibió como legado la restauración de los ascensores y los estudios para nuevos teleféricos. Prometió además un nuevo sistema de transporte público para el Gran Valparaíso e iniciar los estudios para el tren a Santiago. Los resultados no son nada de alentadores. El Intendente le asignó a la Municipalidad de Valparaíso la responsabilidad por la situación de los ascensores, casi todos cerrados, omitiendo los graves problemas de ejecución por parte del MOP, que fueron advertidos oportunamente y que generaron el accidente del Ascensor Concepción. Adicionalmente, reduciendo a los ascensores como una “atracción turística” y no como un medio de transporte, promovió que se le quitara a la Municipalidad su administración para entregárselos a la Corporación Regional de Turismo, en vez de avanzar en soluciones más estructurales y sostenibles con el mismo Municipio y Metro Valparaíso, empresa pública de transporte de pasajeros.

Por otra parte, la administración regional anterior le entregó al Intendente actual un acuerdo firmado con el MOP para contar con un “directorio regional” que actuara de contraparte para las definiciones del nuevo contrato de la Ruta 68, incluyendo las obras complementarias que solicitaba la región (En especial las comunas de Casablanca, Viña del Mar y Valparaíso). Lamentablemente se hizo caso omiso, perdiendo una oportunidad inédita para que los proyectos de infraestructura empiecen a contar, aunque sea en parte, con una mirada técnica y política regional. El resultado fue la decisión unilateral del MOP de no incorporar en el proyecto el mejoramiento de los accesos a Viña del Mar y Valparaíso, y quizás cuantas otras cosas más, porque el detalle de ese proyecto se ignora en nuestra región.

Un caso similar ha sucedió con el tren Santiago-Valparaíso. Sus estudios se radican en la capital, y la autoridad regional no ha impulsado las gestiones necesarias para velar por el interés de la región, que significa involucrar en todo el proceso a los alcaldes, consejeros regionales y técnicos locales. En consecuencia, el trazado se determinará exclusivamente por las variables técnico-económicas que establezca la empresa y el gobierno central. En la práctica, perdimos la oportunidad de analizar temas como la importancia de conectar la principal región turística del país con el aeropuerto internacional, revisar las implicancias de la “convivencia” entre los trenes de carga y pasajeros, o analizar los impactos urbanos de sus trazados por Viña del Mar, Valparaíso y San Antonio.

Misma suerte han corrido los estudios para los futuros teleféricos en Viña del Mar, Valparaíso y Quilpué. Son un medio de transporte eficiente y ambientalmente limpio, que permite conectar con dignidad los barrios más alejados y pobres con los centros de las ciudades. No sabemos en que estado se encuentran esos estudios, que criterios se están adoptando para definir sus trazados, que tipo de administración tendrán, etc. La región se restó de incidir en el diseño iniciativas que benefician a las familias más pobres, y en las gestiones para acelerar su concreción.

Respecto a nuestro sistema de transporte público, no hay nada que decir, porque lamentablemente no se hizo prácticamente nada, incumpliendo las promesas y las indicaciones establecidas por la Contraloría.

Hemos perdido importantes oportunidades que benefician a la región, a la calidad de vida de las familias y a su desarrollo económico. Se renunció a incidir en ellas, involucrando a las autoridades comunales, que son los representantes de la ciudadanía para estos efectos, dejando todo en manos del nivel central del gobierno. Luego será más difícil corregir los errores por no haber llegado a tiempo, lo que será dura carga para el Gobernador Regional recientemente electo.