[ENTREVISTA] #PensemosChile con Daniel Fernández sobre la élite chilena: "No se están preguntando qué tienen que cambiar ellos"

[ENTREVISTA] #PensemosChile con Daniel Fernández sobre la élite chilena: "No se están preguntando qué tienen que cambiar ellos"

19 Mayo 2021
Para el Presidente de la Cámara Marítima y Portuaria de Chile y CEO de diversas compañías "cuando hay populismo es porque la élite no es capaz de ofrecer reales soluciones, ideas, propuestas que a la gente la conecten, la cautiven, le den esperanza de desarrollo futuro".
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Fernández y élite chilena "No se están peguntando qué tienen que cambiar ellos"

"Pensemos Chile" tiene como inspiración el contribuir a la visión y la mirada de mediano plazo del proyecto llamado Chile. Desde una perspectiva plural y fundada, que sirva a la opinión pública y especialmente la regional, dando buenas coordenadas para entender el presente y proyectar el futuro.

Este programa es parte de un ciclo de conversaciones con líderes de distintos sectores, desarrollando diálogos que aborden una perspectiva sobre los desafíos cardinales que tiene nuestro país y su desarrollo.

Comenzamos con Daniel Fernández Koprich, CEO de diversas compañías en industrias de Ingeniería, Oil & Gas, Transporte Urbano, Puertos, Logística Minera, Medios de Comunicación y Energía. Actualmente es Presidente del Directorio de la Cámara Marítima y Portuaria de Chile, y Presidente de la Fundación Teletón. También fue director ejecutivo de TVN, gerente general de la ENAP y presidente del Directorio de Metro S.A. Y, además, ha publicado los libros “Equipos directivos para los tiempos que corren” (Mercurio – Aguilar, julio 2014), “La Nueva Élite” (Catalonia, enero 2015), “No nos gusta el Chile que habitamos” (Editorial ARCA, 2016) e “Invisibles” (Editorial ARCA, 2020).

"Pensemos Chile" es conducido por la periodista, consultora y magister en comunicación estratégica, Constanza Téllez.

- Desde tu rol de líder de opinión, ¿cómo ves a Chile hoy y lo proyectas en el largo plazo?

Pertenecemos a un contexto global y es muy difícil aislarse. Si algo nos ha entregado el virus es una mayor consciencia holística. Algo que pasa en un lugar lejano como Wuhan, nos impacta en un cierto plazo. Hay que poner las antenas puestas en lo qué pasa afuera; hoy es mucho más relevante que antes parta las empresas y las sociedades.

Del futuro se habla mucho de incertidumbre, lo cual es cierto, pero de alguna manera lo que va a pasar necesariamente es que los humanos tendremos que adaptarnos a estas nuevas realidades a través de un cambio de mentalidad. Venimos de la revolución industrial, acostumbrados a ciertos procesos y búsqueda del éxito, del logro e individualismo y si uno ve la configuración de las hebras de futuro, lo que ve es que son sistemas más colaborativos, más horizontales, más femeninos, menos pesados e industriales, más vinculares que son los que permiten dar cuenta de la complejidad de futuro.

Como decía Einstein, no vamos a resolver los problemas que tenemos con el mismo sistema de pensamiento con que los creamos y eso requiere un salto, y eso denota también una falta de conciencia y carencia en los grupos ejecutivos, sociales, empresariales y políticos de tratar de cambiar todo lo de afuera. Es decir, afuera hay cosas que no estan bien y hay que cambiarlas, pero muy pocos dicen que tengo yo que cambiar, en mío mentalidad y forma de entender el mundo para poder evolucionar, adaptarme y generar nuevas ideas y nuevos pensamientos y aportes.

- Respecto del diálogo, ¿cómo nos planteamos los chilenos frente a este para generar un mejor país?

Lo que nosotros planteamos en la “Nueva Élite” el 2014 es que justamente teníamos una élite endogámica, cerrada, bastante ciega y que no comprendía los problemas sociales que estaban sucediendo. Por élite hablo desde la política, económica, social, judicial, territorial, los que toman las decisiones y anticipamos que producto de esa situación se iba a generar un conflicto social grave que situamos en 2020. Luego el 2016 escribimos “No nos gusta el Chile que habitamos”, tratando de meter más los conceptos y porofundizamos en el conflicto social.

Y en “Invisibles” lo que hicimos fue escribir la crónica de una muerte anunciada, todo lo que venía pasando, paso de esta manera y lo que viene para adelante… lo que planteamos en el libro fue que existen 3 promesas no cumplidas en el “modelo” que son: la Democracia, la Meritocracia y el Mercado.

La Democracia como un tema estructural con representantes, pero no en la democracia como honestidad y mutuo respeto, es decir una democracia basada en la convivencia real.

La Meritocracia, nosotros lo planteamos como una promesa falsa, que no es posible si no hay igualdad de capacidades cognitivas en la temprana infancia.

Y el Mercado, que se ofreció un abierto, transparente, competitivo y no fue así, porque hubo colusiones, porque hay estructuras de poder, oligopolios.

Entonces, si no enfrentamos esos 3 elementos -una Democracia real, una Meritocracia efectiva con educación a nivel inicial, y un Mercado abierto y transparente donde se pueda emprender- no vamos a tener una sociedad sana.

Eso es lo que planteamos a futuro para Chile y planteamos propuestas para la Convención Constituyente.

- ¿Cómo podríamos lograr esa democracia real? Hay un grupo que no es parte de las élites y son personas que quisieran aportar a Chile, al crecimiento, etc, para avanzar en igual de oportunidades, pero que hoy no participa.

Si tomas como referencia la manifestación en Santiago, en noviembre del año pasado, de un millón de personas hay un intento de expresión de querer participar, pero no les pidamos a las mayorías que ellos hagan las propuestas. La gente lo que está diciendo es que no están bien, que necesitan ayuda, pero son los líderes intelectuales los que tienen que ofrecer ideas. Veo pocas ideas, un debate chato a nivel político: de luchas de poder, de descalificación, con mucha polarización a través de redes sociales.

Al final, volvemos a la élite. Si cuando hay populismo es porque la élite no es capaz de ofrecer reales soluciones, ideas, propuestas que a la gente la conecten, la cautiven, le den esperanza de desarrollo futuro. Este tipo de instancias masivas son fundamentales. Tenemos una capa media que esta echando mano a a sus fondos de pensiones hoy día, que son la gente que salió de la pobreza en los últimos 30 años y que no quieren volver ahí. Entonces no hay que pedirles grandes ideas, sino soluciones. Hay una falta intelectual.

- ¿Cuál es el aporte o rol de los medios de comunicación en este contexto, en la generación de opinión pública?

No soy crítico de los medios. Conducí un medio por 6 años (TVN) y sé como “se cuecen las habas” y conozco las dificultades que existen. Pero si ves los últimos 20-10 años de los medios, son los que explotaron casos como el de Karadima. El rol de la prensa es clave al revelar ciertos comportamientos. Cuando hablo de prensa no hablo de redes sociales, aun cuando Facebook no se define como un medio de comunicación, pero sí tienen control editorial sobre lo que se dice y utilizan algoritmos para reproducir ciertos fenómenos y ahí es donde están las recientes. Entonces el problema de la prensa hoy está en la credibilidad, la gente no sabe en qué creer.  

- ¿Cuál es el rol de los líderes de opinión, de los periodistas, en educar a las personas sobre el rol de los medios y las redes sociales? 

La TV tuvo un momento fundamental, cuando CHV comenzó a explotar la crónica roja y la farándula. Cuando se mezclan las líneas, la prensa perdió mucha credibilidad. Los matinales ayudaron en eso y los periodistas hoy no ejercen el periodismo, sino la opinología basado en la opinión de lo que se quiere escuchar, mezclado con políticos, etc. Entonces ese diseño de matinales modernos le está haciendo un daño muy importante a la prensa en su conjunto. Porque si ves periodistas opinando en matinales y en farándula, y luego los ves sentados en los noticieros a las 21:00, confunde. Creo que en la educación es importante que las personas sepan identificar quienes son serios, donde está la credibilidad.

- Respecto de las regiones, que es nuestro foco, ¿cuáles son tus propuestas para mejorar la calidad de las conversaciones, visibilizarlas y dar oportunidades? 

Si hay algo que nos enseñó este período es que el presidencialismo fracasó, porque es muy concentrador de decisiones. Finalmente quienes impulsaron el plebiscito fueron los alcaldes; de hecho hicieron un plesbicito no vinculante. Por lo que creo que la forma institucional que tenemos no es funcional a la participación regional y a las comunas. Un mayor rol de los alcaldes y los consejos municipales en la toma de decisiones es importante, y darles autonomía financiera con control de gestion. Los gobernadores no tienen mayor rol y se presentaran disputas con los intendentes. 

Lo otro es el tema de la educación: si no logramos homogeneizarla en el país, vamos a tener un déficit en distintas zonas. Entonces las soluciones tienen que ver con que el régimen presidencial no aguanta más, hay que potenciar el rol de los alcaldes.

- Para lo anterior se necesitan recursos. Desde la Cámara Marítima, ¿el desarrollo de los puertos cómo aporta al desarrollo regional? Siendo un país costero, ¿se podrían desarrollar más puertos para generar más recursos? 

Puertos no faltan, no hay un problema ahí, los puertos qué hay son bastante eficientes. El problema viene con el sistema logístico, no hay ferrocarril, las carreteras están congestionadas, ahí es donde hay mucho que hacer. Cualquier peso demás que se gasta son pesos que pagamos todos los chilenos en los productos importados; y al revés, cualquier aumento de costo en las exportaciones nos hace menos competitivos en productos como las cerezas, la celulosa, etc. Los puertos son bien esenciales, el 95% del comercio exterior pasa por los puertos y son un aporte regional tremendo, generadores de empleo. Para los holandeses es clave la relación ciudad-puerto. 

- El rol ciudadano ha cambiado, su nivel de existencia y cambios, manifestando su incomodidad. ¿Cuál es el rol del empresariado?, ¿se ha hecho cargo de estas exigencias?, ¿hay empresarios que han sido capaces de incorporar en estas conversaciones a las regiones? 

Hay que distinguir ahí, porque los emprendimientos tipo start up o pymes están conectados con el consumidor y son sensibles, tienen muchas necesidades además de apoyo, son como los alcaldes.

El otro mundo es el de las grandes empresas o corporaciones donde falta mucho a nivel de conciencia, algo pasó, no lo vimos venir. Uno se pregunta cómo no lo vimos venir si está lleno de libros al respecto. Eso significa que no lees cosas que tú no piensas y, por tanto, estás en un sistema endogámico. Recién hay algún inside: en Icare hay una conversación que se está abriendo, pero falta muchísimo. No es marketing esto es un tema de conciencia y cambio de mentalidad profundo.

- Hay que pensar en el recambio generacional? A veces se toman medidas muy superficiales, ¿se necesita un cambio ejecutivo con otra visión? 

Se necesita abrir y vuelvo al tema de la meritocracia. Algunas estadísticas (hay una de Seth Zimmerman de la Universidad de Yale) muestran cómo los ejecutivos de primera línea de las empresas más importantes en Chile son ingenieros civiles, abogados e ingenieros comerciales que vienen de 2 universidades y 7 colegios. Entonces, si tengo un abogado, aunque sea de la U. Católica o la U. de Chile, pero viene de otro colegio, ¿por qué no tiene igualdad de oportunidades? Sigue habiendo un sistema cerrado, mientras eso siga existiendo es difícil un cambio de mentalidad. No creo que sea un problema generacional, sino de mentalidad. El sesgo generacional ocurrirá en la medida que la élite empresarial se abra a otros orígenes sociales y luego está el rol de la mujer, que también su aporte es clave. La mujer en general es más colaborativa, menos competitiva, menos de lucha de poder, tiene un interés en el logro, pero más acotado, entonces pone estabilidad en las compañías.

- ¿Claves para avanzar por un Chile mejor?

Las conversaciones son clave. El lenguaje es el que nos hace humanos. No es que "pienso, luego existo", más bien tú existes y entonces existo yo. Porque si no, no podrían existir si no existen otros humanos con los que construimos y hablamos. Últimamente hemos estado en conversaciones de trincheras, otras burocráticas, algunas reflexivas, pero tenemos pocas conversaciones “generativas”, donde tú realmente abres la mente y dices: “bueno con jugar a que estoy equivocado, voy a escucharte y si realmente me haces cambiar de idea, yo he ganado”. Eso significa que me enriquecí, porque ahora tengo un punto de vista que antes no tenía”. Y si sigo “teniendo razón”, también he ganado, porque las he expuesto y se han reafirmado. Entonces hay que superar el miedo a tener convesarciones generativas.

El segundo desafío es educación en la base: si hace 20 años nos hubiésemos endeudado en el 20% del PIB (por la pandemia se está gastando casi el 50%) solo para meter recursos en la educación desde la base (entre los 2 y 6 años donde se crean el aprendizaje cognitivo) tendríamos otra realidad.

Y en tercer lugar, el desafío es cambiar el sistema institucional completo para dar mayor participación a las bases regionales, territoriales, con más participación de la gente. Ojalá la Convención Constituyentes sirva para instalar alguna de esas ideas. 

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