[VIDEO] El Concejo con Cé, capítulo 50: el resumen semanal del Concejo Municipal de Valparaíso

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23 Agosto 2021
En esta edición, el alcalde y sus concejales quieren enviar a la hoguera al disidente Morales; Sharp al fin interviene en el conflicto de Laguna Verde (aunque no como los vecinos quisieran) y vuelven los berrinsharps.
Boris Kúleba >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

A la sesión de este jueves asistieron nueve concejales de manera presencial, pero el concejal Morales lo hizo a través de zoom, debido a que se encuentra en cuarentena, lo que dio pie a un predecible hostigamiento por parte del alcalde, que ya lleva asistiendo a dos sesiones consecutivas, y de los demás concejales.

En su cuenta presidente, el alcalde presentó cuatro puntos: primero, un informe de relleno sobre la lluvia; el segundo punto fue la franja electoral de su candidato; pero fue el tercer punto de su cuenta el que generó la polémica de esta semana: un informe sobre Laguna Verde, pero sólo sobre las “causas inmediatas”, como denominó a la falta de electricidad que afecta a miles de laguninos.

Ignorando a la mesa de trabajo que lleva dos años funcionando y que ha conseguido visibilizar las innumerables demandas del lugar, el alcalde creó su propia mesa paralela a puertas cerradas y hasta designó él mismo a dos operadoras como voceras para que hablen en representación de todos los vecinos, tal como lo hizo antes en Placilla.

El alcalde acusó a las autoridades de gobierno y a los demás dirigentes que no son sus dos voceras de un oportunismo gigante; de instalar una mentira; de sembrar terror y de actos delictuales por responsabilizar al municipio de la desregularización de Laguna Verde. Culpó en esta ocasión al Consejo regional de los problemas, le tiró la pelota al gobernador Mundaca, a quien llamó “Gobernador Rodrigo”, y al delegado Martínez, a quien llamó “delegado Martínez”; afirmó que el problema de Laguna Verde está FUERA de su jurisdicción, ignorando sus facultades; insinuó intereses inmobiliarios; y culpó a la Superintendencia de electricidad por… no FISCALIZAR.

En el cuarto y último punto de su histriónica cuenta presidente invitó a su Coordinadora de Planificación Participativa a narrar el paseo que junto a un contingente de prensa municipal hicieron a Santiago para exponer la Ordenanza de Usurpación Ciudadana ante la Convención Constitucional, invitó a un Cabildo municipal y se amurró cuando el apaleado concejal Morales, a quien le silenciaban constantemente el audio de zoom, le preguntó por el costo que tendría su capricho constituyente para el presupuesto municipal.

La cuenta de la comisión de régimen interno presidida por la concejala Zuliana Araya, como cada semana, debió ser presentada por la concejala Alicia Zúñiga, en donde se aprobó OTRO TRATO DIRECTO MÁS por 455 millones para abastecer de mano de obra al departamento de aseo

En una parte del libreto, Zuliana Araya se enojó porque Morales estaba sesionando a distancia, pese a que se dijo que debe permanecer en cuarentena.

En otra parte del libreto, el alcalde le pidió a su jefe jurídico que recite el nuevo cómputo en el que, según el informe trimestral de finanzas, estaría el déficit municipal: la supuesta cifra es de 2.542 millones de pesos, y ante la ausencia de Vuskovic o la ex tesorera que hacían notar los errores, nadie siquiera cuestionó la cifra.

En la comisión de Desarrollo Urbano, el concejal Vladimil Tambores Valenzuela planteó traspasar los quinientos metros cuadrados de un terreno en avenida Gran Bretaña avaluado en más de 100 millones de pesos, a dos familias damnificadas por el incendio de Puertas Negras, intercambiándolo por sus terrenos originales que serían destinados a “un parque”, lo que le pareció muy razonable y empático a la mayoría del concejo, excepto a… Daniel Morales, quien despertó la infantil furia de Sharp y su nuevo Secpla al proponer modificar el aún inexistente proyecto por uno que albergue a más familias.

Tras aprobar el desproporcionado traspaso, en la mitad de la sesión el alcalde se levantó y se retiró indignado del Salón dejando a la concejala Zuliana Araya a cargo de la Administradora… digo, de la presidencia.

La concejala Gilda Llorente pidió que el concejo redacte un comunicado declarándole amor al alcalde o algo así, lo que fue aprobado por unanimidad, y en una parte del libreto, el concejal Thelmo Aguilar y la concejala Carla Sánchez se enojaron porque Morales estaba sesionando a distancia, pese a que se dijo que debe permanecer en cuarentena.