La mayoría de las veces, los síntomas del Parkinson se reconocen por los movimientos, ya sea la lentitud de estos o ciertos temblores muy frecuentes principalmente en las manos. Lo anterior se debe a la pérdida de células nerviosas en la parte del cerebro responsable de producir dopamina.

Esta sustancia química que actúa como mensajero entre las distintas partes del cerebro y el sistema nervioso, tiene como función contribuir en el control y la coordinación de movimientos corporales.

En este sentido, detectar las primeras señales  de la enfermedad es crucial y los trastornos del sueño son uno de ellos.

Un estudio publicado en The Lancet descubrió que los pacientes que padecen un trastorno del sueño conocido como trastorno del comportamiento del sueño de movimientos oculares rápidos (RBD) tienen un riesgo mayor para desarrollar la Enfermedad de Parkinson.

“Con este estudio, hemos obtenido nuevos conocimientos sobre los procesos de la enfermedad en el cerebro en las primeras etapas iniciales del desarrollo de la enfermedad. La idea es que este conocimiento se utilice para determinar qué pacientes con el trastorno del sueño desarrollarán posteriormente la enfermedad de Parkinson”, señaló Morten Gersel Stokholm de la Universidad de Aarhus y el Centro PET del Hospital Universitario de Aarhus.

Otros de los signos tempranos de la enfermedad son la pérdida del olfato, la rigidez, la voz baja y el temblor en extremidades.