Vacunas y antivacunas

13 Mayo 2021
En dos oportunidades en mi vida profesional como pediatra intensivista me ha tocado ver pacientes con enfermedades graves que pudiesen haber sido evitadas si esos pacientitos hubiesen estado vacunados.
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Dr. Víctor Monreal Eloaiza 

Encargado Internado Pediatría Medicina U. Andrés Bello 

El Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) nace oficialmente en Chile en 1978, pero ya desde 1920 se iniciaron planes de vacunación.  

Entre sus logros más destacados se encuentran la erradicación de la Viruela en 1950, 27 años antes que el resto del mundo; de la Poliomielitis en 1975, 16 años antes que cualquier país en Latinoamérica; y la eliminación del Sarampión en 1992.  

Chile cuenta con un muy completo calendario de vacunación, el cual es gratuito. Es un esquema de vacunación muy completo y que está a la altura de los países más desarrollados en este tema. 

Existen grupos de padres que están contra las vacunas y se niegan a que sus hijos se vacunen por supuestos efectos adversos de ellas. Pero quizás toman más fuerza en la población general hace 20 años, cuando se publica un trabajo de Andrew Wakefield en el que relaciona autismo y vacuna tresvírica, dicho trabajo sirvió como punta de lanza al movimiento antivacunas e hizo un gran daño a la salud pública. Posteriormente, se ha demostrado que dicho trabajo llegó a conclusiones falsas por manipulación de los resultados y de conflictos de interés del autor, los cuales le valieron el retiro de su certificación profesional. 

Los movimientos antivacunas han hecho que, lamentablemente, reaparezcan enfermedades que estaban erradicadas como la difteria y el sarampión, especialmente en Europa. Afortunadamente, en Chile son pocos los padres que se adhieren a esta tendencia. 

En dos oportunidades en mi vida profesional como pediatra intensivista me ha tocado ver pacientes con enfermedades graves que pudiesen haber sido evitadas si esos pacientitos hubiesen estado vacunados.