3 problemas frecuentes que pueden presentarse tras un Ataque Cerebrovascular

02 Septiembre 2020

Algunas de las secuelas más comunes tienen que ver con el habla, la deglución y los problemas motores. 

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El Ataque Cerebrovascular (ACV) sigue estando dentro de las primeras causas de muerte en Chile y continúa siendo la primera respecto a discapacidad, ya que muchas de las personas que sufren un ACV terminan con secuelas de diversa gravedad, por lo mismo, el trabajo de rehabilitación que se pueda hacer es muy importante.

Una de las principales consecuencias del ACV es la disfagia, esta se traduce en un problema para deglutir los alimentos, líquidos y en caso más extremos incluso la saliva. Se estima que afecta al 50% de las personas que sobreviven a un Accidente Cerebrovascular.

Otras complicaciones comunes son las alteraciones del lenguaje, los profesionales estiman que hasta el 40% de quienes sufren un ACV en su etapa aguda tienen estos problemas, entre los que se cuentan las afasias y las disartrias. Pero, ¿a qué hace referencia cada una?

Las afasias refieren a un trastorno del lenguaje que afecta la capacidad de comunicarse. Si bien la Afasia no compromete la inteligencia de la persona que sufrió el ataque si afecta el mensaje a transmitir, ya que al hablar lo hacen de forma desordenada, fragmentada, cambian palabras y es difícil de comprender en muchas ocasiones.  Los expertos señalan que afecta aproximadamente al 20% de los casos que sobreviven a un ACV.

La disartria, también es un trastorno del lenguaje, pero del tipo motor, en la que la mayor característica es la dificultad en la ejecución de los movimientos necesarios para el habla, pudiéndose presentar problemas en la capacidad de articular las palabras, la respiración y alteraciones en la voz. Esta patología afectaría a aproximadamente el 25% de las personas que sobreviven a un ACV.

Para todas estas secuelas es importante el trabajo multidisciplinario, involucrando la información de los pacientes, un acceso rápido a urgencia, la atención neurológica y por supuesto la rehabilitación con fonoaudiólogos, kinesiólogos, terapeutas y otros profesionales del área de la salud que puedan apoyar la recuperación de los pacientes tras sufrir un ataque cerebrovascular.