En mayo de este año, como TECHO-Chile, hicimos un gran esfuerzo por levantar un estudio que entregue cifras certeras, respecto a los hogares que viven en campamentos. La Encuesta Nacional de Campamentos (ENDC) tiene como objetivo principal, describir y medir la situación sociodemográfica de los hogares que actualmente viven en campamentos, respectivamente en torno a la educación, trabajo, habitabilidad, comunidad y localización de los servicios públicos.

La Encuesta fue diseñada y analizada por nuestro Centro de Investigación Social (CIS), voluntarios y profesionales aplicaron la medición en 111 campamentos del país, en 3.062 hogares y a 10.363 personas, y el error muestral es de 1,5 %, porcentaje similar al de encuestas de producción nacional estadística (CEP, ADIMARK, INDH, INJUV).

Los resultados correspondientes a la Región de Valparaíso están lejos de ser alentadores, y dan cuenta de la precariedad en la que siguen viviendo las familias de los 173 campamentos. Hoy vivir en campamento, no sólo implica una carencia habitacional y un desafío de lucha por una mejor calidad de vida. En los campamentos se reflejan las principales desigualdades y vulneración de derechos de la actual sociedad chilena.

 En la Región de Valparaíso, un 95,3 % de las viviendas no cuenta con acceso  a la red de agua potable, un 95% de los adultos no ha asistido a la Universidad, un 90,1% de las viviendas no tiene alcantarillado y un 75,2% de las familias no tiene acceso formal a la electricidad, estos son los #datosduros de una realidad muchísimo más dura, slogan de nuestra campaña institucional.

De acuerdo a  la última actualización del Catastro de Campamentos (CIS, 2015) existen 681 campamentos en el país, donde habitan más de 34.195 familias. Datos que hablan de un incremento sostenido de los campamentos y familias en esta situación, realidad a la que es urgente atender, necesitamos que la temática de los campamentos sea tomada en la agenda política del gobierno.

La pregunta es, si como sociedad necesitamos más #datosduros para hacernos parte y trabajar juntos por cambiar este Chile injusto. Las familias de campamento no pueden seguir esperando, cada día aumentan más los niveles de desigualdad, es hora de trabajar juntos en la formulación de políticas públicas inclusivas que permitan llevar a cabo transformaciones reales y concretas. Alcanzar  una sociedad justa y sin pobreza, debe dejar de ser un sueño, tenemos que ser capaces de enfrentar el desafío de terminar con los campamentos.