Candidatos debieran asumir ahora un Plan de Refundación de Valparaíso

Candidatos debieran asumir ahora un Plan de Refundación de Valparaíso

02 Septiembre 2020

Con la pandemia, la ciudad ha tocado fondo y es hora de que vuelva a resurgir  con los compromisos de un nuevo Presidente y de  un nuevo alcalde. 

Fernando Rivas ... >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Valparaíso necesita una reinvención. La ciudad requiere ser inventada de nuevo, dando origen a otro proceso de desarrollo que la reconvierta –esta vez de verdad- en lo que ha sido históricamente: un patrimonio de la Humanidad y de Chile.

Y este es el momento oportuno, cuando estamos ad portas de la elección de un nuevo alcalde y de las correspondientes autoridades municipales, pero, por sobre todo, porque ya estamos iniciando, al mismo tiempo, la carrera presidencial en que debemos exigir a los próximos candidatos un compromiso efectivo con la ciudad y no sólo de palabra.

Ya ha habido muchos discursos y planteamientos retóricos; se requiere pasar ahora a la acción, pues, de otro modo, el territorio y esta comunidad seguirán indefinidamente en la postración y en el olvido.

Las noticias aciagas se han enseñoreado con la ciudad desde hace bastante tiempo y no se ha encontrado el camino para revertir dicho proceso, a pesar de los esfuerzos. Sin embargo, la pandemia y su superación pueden marcar un punto de diferencia histórico, por cuanto sus secuelas obligan a pensar en un proceso refundacional para superar la alicaída situación.

Ya hemos tocado fondo. No hay para qué abundar en eso. El 14% de cesantía actual habla por sí solo, al igual que la gran parte del comercio que se encuentra dañada o quebrada. Las actividades productivas y  de servicios – así, en líneas gruesas- están seriamente afectadas por la inactividad y por una escasa rentabilidad.

La pandemia no sólo ha sido una crisis sanitaria severa, sino que se ha convertido en un verdadero terremoto social, económico, político y cultural, que ha dejado a la ciudad por los suelos, tal como si fuera un fenómeno telúrico, por lo que ahora corresponde, simple y exclusivamente, volver a levantarse y a recrear en el futuro inmediato las condiciones que contribuyeron a las glorias del pasado.

El terremoto de 1906, aniversario que acabamos de conmemorar en agosto, nos lleva por la senda de la analogía y si en esa oportunidad  la ciudad fue rediseñada y levantada de nuevo sobre los escombros humeantes, a través de una nueva fisonomía y de un fuerte empuje, lo mismo podemos hacer ahora, tras esta otra catástrofe sanitaria, que también ha remecido los cimientos de la ciudad y de su comunidad, tan distintivos a nivel nacional y mundial.

El punto de inflexión se encuentra justamente por estos días, cuando nos toca renovar a las autoridades locales e iniciar el proceso para el cambio de las nacionales. A ellas debemos exigir la defensa y el planteamiento de las prerrogativas de la ciudad, de modo tal que se materialicen las inversiones necesarias, esta vez  provenientes de un centralismo político que dice estar consciente de la situación, pero que no se compromete efectivamente con obras ni medidas que signifiquen un despegue y desarrollo reales.

Es el momento de recabar un compromiso con estas futuras autoridades, mediante la suscripción de un plan de reinvención o de refundación ciudadana, que contemple tanto atribuciones políticas como económicas, y que implique el aporte redistributivo de los muchos recursos que la ciudad ha aportado al erario nacional durante décadas, cuando en verdad correspondía que quedaran naturalmente en Valparaíso.

En lo concreto, conviene sistematizar y clarificar una carpeta con un plan maestro de proyectos y medidas que debiera ser entregada a los candidatos, de modo que las incluyan en sus respectivos programas y se comprometan con la ciudad y sus habitantes a ponerlas en práctica.

Es hora de que los movimientos sociales impetren esos derechos y, efectivamente, urjan a las próximas autoridades respecto a las necesidades de una ciudad que ya está en ruinas. No es otro el momento. Las acciones no debieran esperar, sino que sobrevenir prontamente  y así afianzar una nueva etapa para este Puerto Principal.