Bajo la dirección de Dmitri Schiller, los investigadores alcanzaron el récord de 111 metros de profundidad al bucear con una temperatura del agua de 4ºC y un tiempo de inmersión de 101 minutos.

Technodinamika, un gran grupo industrial ruso de tecnología civil y militar, proporcionó a la expedición reguladores anticongelantes de buceo y respiradores, resolviendo de esta forma el problema del congelamiento del dispositivo de respiración en condiciones de frío extremo y permitiendo trabajar a temperaturas muy bajas durante dos horas ininterrumpidas, como mínimo.

De acuerdo a lo señalado por los miembros del grupo, los equipos de respiración subacuática de Technodinamika -entregados al equipo de investigación en el marco de un acuerdo de cooperación mutua, que también incluye apoyo para el financiamiento del proyecto- superaron la prueba con éxito.