Conoce a tu pescador: La pesca artesanal en tiempos de Covid-19

Fundación Cocinamar

Es abril de 2020, son las 11 de la noche y nos llaman desde Lebu. Viene un cargamento de pulpo y langostas del Archipiélago de Juan Fernández hasta Valparaíso y Leonel Lucero, pescador y emprendedor de Ahumados Lucero Mora ( @ahumadosluceromora), necesita generar una logística para recibir esos productos y hacerlos llegar hasta la Región del Biobío en plena pandemia.  

La Reineta flaca, hija y hermana de pescadores, con un puesto en Caleta Portales y más de 12 mil seguidores en Facebook, tiene un camión que realiza viajes a Lebu y en el que trae la reineta fresca que extraen sus hermanos. Problema solucionado.

Leonel vive en uno de los puertos pesqueros más importantes de Chile como es Lebu. ¿ Necesita más pescado? La verdad no. Pero si tiene las ganas de solidarizar con su compañero, Daniel González, de @MardeJuanFernandez, pues con la crisis del Covid-19, las ventas de langostas cayeron y muchos pescadores perdieron a sus compradores tradicionales.

Por su parte, Leonel armó una campaña en redes sociales para ofrecer las langostas en el día de la madre a un precio justo y premiar a quienes nunca había tenido la oportunidad de probar este crustáceo. Resulto tan bien el plan, que al mes siguiente hubo un segundo cargamento y luego otro más.

El objetivo era aportar en el desarrollo del valor agregado y hacer conservas de ahumados con los pescados de Juan Fernández. A las pocas semanas, se realizaba una logística inversa para que en el mismo barco volvieran a la isla los pescados y pulpos, ahora hechos conserva, y también se abrió un mercado en distintos locales en Valparaíso y Santiago.

Impacto del Covid-19  en la comercialización de pescados

En Chile, consultores de la Federación Interregional de Pescadores Artesanales del Sur (FIPASUR) y de la organización Future of Fish, liderados por Claudio Barrientos, combinaron esfuerzos para realizar una encuesta a participantes del sector de la pesca artesanal de diferentes regiones de Chile sobre el impacto del COVID-19 . Este trabajo también incorporó el sondeo a feriantes pesqueros de la región Metropolitana.

Un total de 183 encuestas fueron registradas en nueve regiones de Chile. El estudio comenzó con 63 encuestas telefónicas realizadas a pescadores y pescadoras en la región de los Ríos. Luego a través de llamados telefónicos y con el sistema “Google Form”, se realizaron encuestas a pescadores y pescadoras artesanales, distribuidas por mensajería WhatsApp, de las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Maule, Biobío, La Araucanía, Los Lagos y Aysén, completándose 96 encuestas adicionales. Del mismo modo, 23 comerciantes feriantes pesqueros de la región Metropolitana y uno del Maule participaron telefónicamente y a través de “Google Form”.

De acuerdo a las conclusiones del estudio, el principal efecto del COVID-19 tanto para pescadores y pescadoras artesanales como para feriantes es la disminución de ventas. Para la pesca esto se refleja en menor cantidad de intermediarios sumado a la caída o baja de los precios de venta, y para las ferias en menor cantidad de clientes en las ferias. En ambos sectores se observó una menor cantidad de días trabajados por temor al contagio. Se percibe un alto impacto en disrupción de las cadenas de suministro para ambos sectores.

Del mismo modo, casi la mitad de  las respuestas (46%) indican que los ingresos se redujeron a menos de la mitad de un año normal para el período desde el comienzo de la pandemia en el país (mediados de marzo) e incluso un 11,5% indicó que desde marzo a la fecha no habían generado ningún tipo de ingresos. Diferenciado por género, y principalmente en el sector pesca, el 98% de las mujeres encuestadas declara que sus ingresos en la actividad se vieron reducidos de alguna forma contra el 89,3% de los hombres, mientras que en un 16% de los casos, las mujeres vieron interrumpidos completamente sus ingresos contra 10,3% de los hombres.

Aproximadamente la mitad de quienes participaron de esta encuesta intentó complementar sus ingresos con alternativas de diversificación, notándose diferencias en las estrategias entre el sector pesca y el sector de comercialización en ferias. Para la pesca, un 20 por ciento diversificó en la forma de vender sus productos para enfrentar la crisis y un 14 por ciento indicó que comenzó a desarrollar una actividad diferente a la pesquera. En comparación, más de la mitad de quienes participaron del sector ferias (54%) diversificó su estrategia de ventas y un 12,5% manifestó haber trabajado en otro rubro.

Estos datos hablan que las alianzas, por ejemplo, entre Leonel y Daniel para contar con conservas de pescado y pulpo de Juan Fernández, no fueron hechos tan aislados. En cada caleta se hicieron esfuerzos para adaptarse a la difícil situación de bajas ventas y ofrecer nuevos productos o formatos.

Nosotros como consumidores tenemos la responsabilidad de elegir dónde y a quién compramos nuestros alimentos. Por eso aún más hoy es clave conocer el nombre de quien te abastece de frutas o el pescador que extrae y/o comercializa la merluza que comes con tu familia el domingo.

Hay 90 mil pescadores y pescadoras en Chile que quieren seguir viviendo de la mar, cómo no va a existir uno cerca suyo.