Andrea Gil, Director Médico del Centro Veterinario de Universidad de Las Américas Sede Viña del Mar, comenta que en los meses de primavera y verano o cuando la temperatura ambiental supera los 7°, ocurre un aumento exponencial de larvas, ninfas y garrapatas adultas, existiendo incluso zonas en nuestro país que son consideradas endémicas, debido a la presencia de garrapatas durante todo el año, como en el norte de Chile hasta la zona central.

Dice que estos ácaros necesitan alimentarse de sangre para sobrevivir, por lo que deben encontrar rápidamente un huésped para extraerla, tendiendo a atacar principalmente más a los perros que a los gatos, incluso en algunos casos también a los humanos, por lo que es fundamental promover una buena sanidad ambiental en los hogares.

“Las garrapatas, a diferencia de las pulgas, son capaces de causar un daño mucho mayor, ya que pueden producir cuatro tipos de efectos, el traumático, cuando introduce su aparato bucal para extraer la sangre, dejando una herida en la piel que se puede contaminar fácilmente y produce intenso prurito o picazón. También el efecto expoliatriz, que tiene relación con la extracción de algún fluido vital para el huésped, como la sangre, pudiendo llegar incluso a producir anemia severa”, detalla la médico veterinario.

Agrega que el tercer efecto es el tóxico, pues las garrapatas para alimentarse necesitan que la sangre no coagule, para lo que liberan una enzima a través de la saliva con efecto anticoagulante que puede provocar una parálisis al animal. El último efecto es el inoculador, ya que estos parásitos son capaces de inocular una serie de agentes como virus, bacterias y protozoos, pudiendo generar grandes daños al huésped. Una enfermedad común de observar en el centro de Chile, asociada a la garrapata, es la Anaplasmosis Canina, patología que si no es diagnosticada puede producir la muerte de la mascota.  

Debido a lo anterior, la académica entrega las siguientes recomendaciones para combatir las garrapatas y proteger a las mascotas: 

• Para eliminar las garrapatas se debe hacer un control integral, es decir, tratar el ambiente afectado como así también a los animales infestados. También hay que mantener el pasto corto, el patio libre de malezas y realizar de manera frecuente un aseo profundo de los lugares donde transitan las mascotas.

• Prevenir la aparición de las garrapatas se puede en la medida que las personas anticipen su llegada, es decir, realicen fumigación y manejos sanitarios frecuentes en sus mascotas durante todo el año con una frecuencia de una vez al mes.

• Para el manejo ambiental se puede utilizar polvos mojables que pueden ser usados en superficies absorbentes. En épocas de alta infestación, debe reaplicarse rigurosamente cada 3 o 4 semanas, 3 veces consecutivas.

• Para el tratamiento en la mascota, existen diversos productos, desde pipetas, collares, hasta comprimidos vía oral de última generación. Para elegirlo se deben considerar varios aspectos, como la edad y el peso del paciente, si está en periodo de gestación, preñada o lactando, si tiene sensibilidad a algún compuesto químico, incluso si tiene patologías de base. Es de vital importancia que un médico veterinario asesore al dueño de la mascota respecto al correcto uso de estos productos. 

• Si se encuentran garrapatas en el animal, estas se deben extraerse cuidadosamente para no dañar la piel y luego debe ser quemada, ya que si es reventada se liberan los huevos de su interior. 

“Es importante que los dueños de las mascotas se asesoren por un médico veterinario para el uso de estos productos y un correcto protocolo de desinfección del ambiente, con el fin de disminuir la carga ambiental de garrapatas, prevenir patologías que pueden llegar a ser mortales en los perros y prevenir incluso la zoonosis, enfermedades que nos pueden transmitir a los humanos”, dice Andrea Gil, quien recalca que es importante respetar los tiempos de aplicación de cada producto y hacerlo de acuerdo al peso y la especie de la mascota para evitar intoxicaciones en los animales.