Demandas sociales y cambio político: dos urgencias que no deberían hacerse esperar

Demandas sociales y cambio político: dos urgencias que no deberían hacerse esperar

08 Septiembre 2020

Hay que pensar en un proceso participativo, en el que los constituyentes sean elegidos democráticamente y representen efectivamente la diversidad existente en nuestros territorios.

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Por José Maganza Valenzuela
Cabildo Plaza de Recreo 

A setenta y tantos días del plebiscito, se acortan los plazos para hablar acerca de la nueva constitución. Es cierto que hay un calendario en desarrollo, pero que, en el actual escenario de pandemia, eventualmente se puede modificar, es decir atrasar, lo que es malo para el proceso, entendiendo que el plebiscito es solo el inicio de un camino sin retorno hacia la construcción de una nueva carta fundamental, que interprete los anhelos de un pueblo que ha manifestado la voluntad de ejercer el derecho de construir su propio destino.

En cualquier caso, tendremos que aprender a vivir con pandemia, pero el cambio constitucional, debe hacerse, porque es necesario: la movilización social determinó que las demandas sociales se deben estructurar junto a un cambio político, donde se encuentren representados de manera equitativa los géneros, la diversidad etaria, los pueblos originarios.

A semejanza del siglo XX, que fue afectado, por las dos guerras mundiales y su culminación son las bombas atómicas y la emergencia de un escenario políticamente bipolar, este siglo está marcado por la vulnerabilidad de las estructuras y los sistemas políticos y económicos.

La vulnerabilidad como una cualidad de naturaleza global, en 2001 las caídas de las torres gemelas afectan a la seguridad, así, la crisis sub prime del 2008 impacta en las economías del mundo, la pandemia actual tiene a la salud en una crisis global.

En este escenario hay que pensar un proceso constituyente participativo, donde las personas sean elegidas democráticamente y representen la diversidad existente en nuestro país, con el fin de construir una constitución que defina las premisas para elaborar leyes justas, que permitan la creación de un país plurinacional,  la solidaridad como base de las leyes, participación activa de la sociedad, cuidado y respeto al medio ambiente, igualdad ante la ley, principio de legalidad, principio de racionalidad de la ley, principio de independencia de los poderes del estado, principio de irretroactividad de la ley, a lo menos.

De fondo hay un conjunto de implícitos, que debemos discutir y consensuar, tales como: qué tipo de sociedad queremos tener, que tipo de derechos, que tipo de deberes, que tipo de justicia, que tipo de educación, que tipo de economía, etc.

Es un momento único, por lo tanto, fugaz, no se repetirá, a lo menos para esta generación. Es una oportunidad, un deber, una responsabilidad, lo que se haga tendrá el sello de aquellos que participaron, marcados por las vidas que les tocó vivir y, a partir de la cual dejarán un legado para los que vengan. Debería ser un ejercicio de realismo, pero que debe contener y responder a un sueño.

Invitamos a ser parte de este proceso.