Con cerca de 540 nuevos casos anuales y alrededor de 1.000 pacientes en tratamiento, la identificación temprana es crucial para aumentar la sobrevida y reducir los costos de tratamiento.

La presidenta de la fundación, Dra. Marcela Zubieta, destaca que los médicos de atención primaria, tanto en el sistema público como privado, deberían recibir formación obligatoria en la detección del cáncer infantil, ya que el diagnóstico tardío implica tratamientos más costosos y menor calidad de vida para los pacientes.

La detección temprana es crucial, ya que aumenta las posibilidades de sobrevida y reduce los costos de tratamiento. Además, según la Dra. Zubieta, por cada dólar invertido en programas de cáncer infantil, el país recupera dos dólares en el futuro del niño.

Las señales de alerta temprana del cáncer infantil incluyen palidez, moretones, sangrado, dolor en huesos, fatiga, cambios en la visión y otros síntomas. La Dra. Zubieta enfatiza la importancia de que los médicos, familias y educadores reconozcan estos signos para un diagnóstico temprano.

Chile tiene cerca de 1.000 niños en tratamiento por cáncer. Los diagnósticos tempranos han mejorado la sobrevida al 76%, comparable a países desarrollados, mientras que en países de ingresos bajos la sobrevida es de alrededor del 30%. La fundación destaca la importancia de continuar esfuerzos para el diagnóstico temprano y mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias.