Dormir poco y mal: la nueva pandemia

Dormir poco y mal: la nueva pandemia

10 Junio 2020

Es frecuente escuchar a muchas personas referir agotamiento, estrés y principalmente, problemas para dormir. Una situación que está afectando además a niños, niñas y adolescentes. 

Gabriela Verdug... >
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Por Gabriela Verdugo Weinberger 

Los efectos colaterales de la pandemia son numerosos y preocupantes. Es frecuente escuchar a muchas personas referir agotamiento, estrés y principalmente, problemas para dormir. Una situación que está afectando además a niños, niñas y adolescentes. 

Es lo que está evidenciando la Dra. Karina Rosso, Neuropediatra de la Universidad de Valparaíso, especialista en Epilepsia y Medicina del Sueño y que actualmente integra el equipo de Neuropediatría de los Hospitales Carlos Van Buren de Valparaíso y Gustavo Fricke de Viña del Mar. 

La Dra. Rosso nos explica que un estudio reciente de la Universidad de Los Andes, reveló que, de 2.600 personas encuestadas, la gran mayoría refirió que su sueño había empeorado al compararlo al sueño pre pandemia.Resultado que coincide con encuesta dada a conocer hace pocos días por la Universidad Alberto Hurtado, que señala que el 43% de los chilenos tiene problemas para dormir. 

Dra. Rosso enfatiza que previo a la pandemia “la prevalencia en trastornos de sueño se presentaba en 1 de cada 4 niños, es decir, antes de todo esto, nuestros niños y adolescentes ya estaban durmiendo mal,  lo cual,  sin duda se está incrementando, dado el contexto actual”.

¿Qué factores propician que niños, niñas y adolescentes estén durmiendo poco y mal? 

“Ha habido un aumento preocupante del uso y abuso de pantallas. Ahí hay que considerar 2 aspectos, uno es por el solo hecho de la exposición al brillo de la pantalla de computadores, celulares, tablets, los cuales producen luz azul y eso bloquea la secreción de melatonina. Si estamos expuestos a pantallas en las horas cercanas a dormir, se bloqueará la secreción natural de melatonina, con lo cual se pasará la sensación de sueño y mantendremos más vigilia durante la noche, con la consiguiente privación de sueño.”

“Hay que evitar la exposición a pantallas al menos 2  horas antes del horario que se duerman los niños y adolescentes.”

Dra. Karina Rosso nos detalla que como sociedad hemos normalizado el uso de pantallas y que además en esta pandemia se ha iniciado un proceso masivo de clases en línea, que tiene más expuestos aún a niños y adolescentes. 

“Todo esto está incidiendo en que cambien los patrones y rutinas de sueño.”

¿Los contenidos a los que están expuestos a través de pantallas y de medios de comunicación masivos también influyen en el mal dormir?


“Totalmente. Resulta necesario que la familia, o bien el entorno cuidador, seleccione de manera más estricta qué tipo de contenidos ven niños, niñas y jóvenes. Por ejemplo, juegos violentos y contenidos inapropiados, inciden en aumentar el estrés, la ansiedad e impulsividad. Por eso hay que seleccionar muy bien la información que reciben, incluso si escuchan al pasar cuando papás están viendo por ejemplo un noticiero, ya que van a interpretar esos contenidos de manera incorrecta y eso les podría provocar angustia.” 

“Tenemos que tener presente que los niños y adolescentes no cuentan aún con un criterio formado, porque éste aún está en desarrollo, necesario para una adecuada interpretación de lo que escuchan y ven, por lo que es necesario filtrar la información que reciben.” 

¿Qué ajustes es posible hacer desde el hogar? 

“Hay que tener tiempos de calidad en familia, por ejemplo almorzar todos juntos y conversar. En definitiva, proteger espacios dentro de las posibilidades de cada familia. En grupos vulnerables esto sin duda es más complicado aún por las condiciones de hacinamiento e incluso de violencia que se pudiesen dar. Son factores que debemos ir pesquisando en consulta en cada caso, ya que estamos atravesando un período de alto estrés para adultos y niños.”

¿Qué funciones cumple el sueño en nuestro organismo?


“Es importante en la consolidación de la memoria y el aprendizaje, además de las habilidades motoras. El sueño además cumple un rol importante en la inmunidad. Si dormimos mal, es más probable que nos enfermemos.” 

“El sueño se relaciona con el peso. Mientras dormimos secretamos grelina y leptina, sustancias relacionadas con la sensación de saciedad. Si hay privación de sueño se altera la secreción de éstas, alterando la percepción de saciedad, lo que produce que aumente el consumo de comida al día siguiente, especialmente de comida hiper-calórica, es decir, comida chatarra.”

“En promedio la infancia requiere 10 horas de sueño, pero esto varía según la edad e individuo. Dormir menos repercutirá en sus posibilidades de aprendizaje y en su salud.”

Recomendaciones


“Tratar de mantener horarios regulares, levantarse y acostarse en horarios parecidos. Hacer actividad física, aunque sea en un espacio físico pequeño, mantener horarios de alimentación, evitar la comida chatarra.”

“En caso que los problemas de sueño no mejoren con estas medidas, es recomendable una evaluación por profesional experto y evitar auto medicarse. Si es necesario, se deben implementar medidas de higiene de sueño junto a un especialista.”

La Dra Karina Rosso, expondrá, el 12 de junio, sobre “la Importancia del Sueño para la Salud y el Bienestar en la Pandemia por COVID-19”, en el 19º Curso Internacional de Neuropsiquiatría Infantil, organizado por la Universidad de Valparaíso, Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, con la colaboración de Boston Children’s Hospital, Georgetown University y el apoyo del Hospital Salvador de Valparaíso y la Fundación Unión Autismo y Neurodiversidad FUAN. Este curso gratuito se dictará en modalidad en línea.

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