El concepto de “Estilo de Vida Sustentable”

El concepto de “Estilo de Vida Sustentable”

24 Agosto 2020

Si bien el concepto de “estilo de vida sustentable” no está del todo zanjado y puede ser radicalmente distinto de un país o una sociedad a otra, vale la pena cuestionarse los cinco aspectos de mayor impacto que ejercemos como individuos.

Antonia Biggs >
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Es difícil poder definir el concepto de “estilo de vida sustentable” sin embargo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente plantea una forma interesante de analizar cómo estamos llevando a cabo nuestras vidas, asumiendo por supuesto que tenemos cubiertas nuestras necesidades básicas. Esta búsqueda por definir el concepto y llegar a un consenso – relativo – puede remontarse a una aproximación hecha en el año 2011 por PNUMA sobre “estilos de vida sostenibles y consumo responsable” (1), que plantea: 

“A través de una infraestructura eficiente y las acciones de cada individuo, los estilos de vida sostenibles pueden jugar un rol clave en la disminución del uso de los recursos, las emisiones, los residuos y la contaminación, mientras se contribuye a un desarrollo socioeconómico equitativo que conlleve progreso para todos. Crear estilos de vida sostenibles significa repensar la forma en la que consumimos, así como la forma como llevamos a cabo nuestra vida diaria, socializamos, intercambiamos, compartimos, educamos y construimos nuestra identidad. Es un proceso de transformación de nuestras sociedades hacia la igualdad y el equilibrio con el medio ambiente. Para lograr el cambio hacia los estilos de vida sostenibles y el consumo responsable, los Gobiernos, la sociedad civil y el sector privado deben cooperar desarrollando y diseminando información relacionada, proveyendo herramientas para la toma de decisiones y fortaleciendo las capacidades de los actores clave.” 

Es un concepto amplio y complejo que coincide en muchos aspectos con los enfoques de consumo y producción sustentables. El documento titulado “A framework for shaping sustainable lifestyles” hecho por PNUMA en el año 2016 plantea factores determinantes y estrategias para abordar un “estilo de vida más sustentables” y lo define como “un conjunto de hábitos y patrones de comportamiento arraigados en una sociedad y facilitados por instituciones, normas e infraestructuras que enmarcan la elección (o decisión) individual, con el fin de minimizar el uso de recursos naturales y la generación de desechos, junto con fomentar la equidad y la prosperidad para todos”

En dicho documento se identifican las “áreas” del consumo y de los estilos de vida que tienen mayores impactos ambientales, resumiéndolos en la comida, el hogar, el transporte, la compra y el ocio. Y por tanto nos invita a cuestionarnos teniendo en consideración que:

  • Lo que comemos y bebemos - cómo se produce, procesa y se proporciona (o llega a nosotros), y cómo nos deshacemos de todo ello tiene impactos sobre el medio ambiente y la sociedad.
  • Cómo vivimos, dónde vivimos, lo que se usa para construir, calentar y enfriar nuestros espacios de vida y lo que instalamos en nuestras viviendas tienen impactos sociales y ambientales.
  • La forma de transporte que elegimos, la frecuencia con que viajamos, y la distancia recorrida, así como el apoyo de sistemas e infraestructura tienen impactos en la sociedad y el entorno.
  • Los productos que compramos, el tipo y cantidad de materiales que se utilizan en su producción, cómo los usamos y cuan a menudo los reemplazamos tiene impactos en la sociedad y el ambiente.
  • Cómo utilizamos nuestro tiempo de ocio, nuestra elección de turismo, destinos y actividades, y las instalaciones que usamos tienen impactos significativos en el medio ambiente y la sociedad. 

Si bien el concepto de “estilo de vida sustentable” no está del todo zanjado y puede ser radicalmente distinto de un país o una sociedad a otra, vale la pena cuestionarse los cinco aspectos de mayor impacto que ejercemos como individuos, es decir ¿cómo y qué estoy comiendo (saludable/local/en veda/comida rápida)?, ¿cómo es mi vivienda (eficiente energéticamente/gastos en calefacción/revestimiento/uso de ventiladores)?, ¿cómo me estoy moviendo de un lugar a otro (transporte público/auto/bicicleta)?, ¿qué estoy comprando y cuan frecuentemente (compro lo necesario/periodicidad en el cambio de celular/me fijo en la procedencia del producto que compro)?, ¿qué estoy haciendo en mis tiempos libres (aprovecho el turismo local/viajo en avión dentro o fuera de Chile/visito parques nacionales/busco áreas verdes cercanas y actividades abiertas)?. Todos podemos encaminarnos hacia un estilo de vida distinto, más sustentable, más justo, más colaborativo alcanzando idealmente un equilibrio entre nosotros y el medio ambiente.

(1)Formulada en la 6ª Reunión Regional del Consejo de Expertos de Gobierno en Consumo y Producción Sostenibles, organizada por el PNUMA (Panamá, 2011).