Por Andrés Gillmore secretario y vocero de Corporación Costa Carrera   www.costacarrera.cl

La historia de Aysén desde siempre ha sido de lucha, llevada por personas que no han dado pie atrás ante nada para salir adelante y sacar adelante el territorio, a pesar de todos los contras que ofrece la región desde los tiempos de la colonización, como es la falta de conectividad. Contras que se han tenido que sortear y usar a nuestro propio favor, por hombres y mujeres que lucharon y luchan aun hoy sin cuartel por consolidar el futuro del territorio y proyectarlo al futuro. Hecho que ha marcado la función histórica de los que heredamos la cultura, la fuerza y el estilo de vida de los que llegaron primero -los colonos- y nos transformaron en su esfuerzo en ayseninos, que nos dieron la pauta y el arrojo necesario de cómo debe llevarse esa disposición y hacerla efectiva al enfrentar de frente por lo que creemos y valoramos como nuestra verdad.

Si repasamos la historia de Aysén y comparamos los sucesos que estamos viviendo actualmente ante la intención de HidroAysén de represar los ríos Baker y Pascua en la cuenca del Baker, veremos claramente que estos hechos son la repetición cíclica de hechos ocurridos a principios del siglo pasado en la misma cuenca del Baker a orillas del lago General Carrera en la localidad de Chile-chico en los comienzos de Aysén, de un episodio llamado “La Guerra de Chile-chico”, que hasta los días de hoy nos llena de orgullo a todos los ayseninos y nos ha incentivado a las generaciones de hoy a no claudicar ante el invasor. Donde un grupo de pobladores liderados por nuestro héroe regional el poblador Antolín Silva Ormeño, tuvieron la valentía, el arrojo y la osadía de dar batalla ante el centralismo imperante en ese entonces -al igual que hoy en dia-, logrando que sus derechos fueran respetados. 

En ese entonces a principios del siglo pasado, el equivalente de hoy de las transnacionales eran las Sociedades Explotadoras -en este caso la Sociedad explotadora del Rio Baker-, que tenían al igual que hoy el lucro como objetivo fundamental en su intención, que producto de un estado -que al igual que hoy- no tenia capacidad de hacer su labor correctamente, les entrego a estas Sociedades Explotadoras de capitales extranjeros la responsabilidad de crear “desarrollo” atraves de estas concesiones, con protocolos de operación que no respetaban a los chilenos que habitaban estos territorios. Sin saber al igual que hoy, que vivían pobladores y familias, que habian fundamentado su economía en la pose de la tierra y que no aceptarían que extranjeros los sacaran. Eso es lo que precisamente pretende el gobierno actual, dejar que HidroAysen una -empresa extranjera- se justifique a si mismo como una necesidad imprescindible para llevar adelante el Chile de todos, aunque en ello signifique destruir Aysén y a todos sus habitantes.

En el pasado un grupo de pobladores tuvo que viajar a Santiago para reunirse con el Pdte Germán Riesco explicando su situación que, aunque cueste creer, esta posición en ese entonces fue entendida, dándose pie atrás de la concesión concedida.

Hoy no tenemos tanta suerte, pero la comisión de derechos humanos de la cámara de diputados encargada de investigar el caso HidroAysén y sus irregularidades sesionó este último fin de semana en el mismo Coyhaique para escuchar la opinión de los ayseninos y sus organizaciones ciudadanas ante los hechos ocurridos el 9 de mayo, fecha en que se aprobó HidroAysén y escuchar las denuncias de todas las irregularidades cometidas por las reparticiones publicas para aprobar la intención.

Sin duda la verdad de Aysén es mucho más fuerte que cualquier estudio de impacto ambiental irregular que presente HidroAysén. Esta verdad tiene su propia proyección y energía vital que hace que prevalezca ante todo y en contra de todo, porque es la verdadera verdad.