Por Fernando Rivas Inostroza, corresponsal de El Martutino en COP 23.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP 23, está por comenzar aquí en Bonn, Alemania. Este lunes los principales líderes del mundo, así como organizaciones ecológicas, universidades y también empresarios se darán cita durante dos semanas para analizar la implementación de las medidas  ecológicas impulsadas por el acuerdo de París en el sentido de no producir un calentamiento global superior a 1,5 grados Celsius, mediante la renovación de la matriz energética mundial, a través del cambio del petróleo y de los combustibles fósiles por energías limpias y renovables, basadas fundamentalmente en la electricidad.

La ciudad de Bonn se encuentra prácticamente revolucionada con esta cita que reúne a miles de participantes y observadores provenientes de todo el mundo, quienes se dedicarán a analizar y tomar medidas respecto de este nuevo mundo que se nos avecina. Las discusiones se encaminarán básicamente por cómo hacer posible el Acuerdo de París adoptado en 2015 y de qué forma se velará por el cumplimiento de los compromisos que con el tema han adquirido los países afiliados a la ONU, particularmente después del retiro oficial de Estados Unidos.

En la oportunidad, un tema de discusión ya no será el fin del petróleo y su reemplazo por la electricidad, sino la forma en la que esta última podrá ser producida, ya que no hay acuerdo y existen variados criterios  respecto de la producción nuclear de la misma, por lo que significan aquellos riesgos a que se han visto enfrentadas precisamente plantas nucleares. Ellas pueden producir mucha electricidad y a muy bajo costo, lo que podría hacerlas muy competitivas con la  electricidad proveniente de  fuentes renovables como la solar o la eólica.

MANEJO DE LA  BASURA

Igualmente, un tema relevante que ha estado presente, desde hace varias décadas y que el Papa Francisco también hizo urgente en su encíclica Laudato Si, es el de la masificación de una conciencia ecológica capaz de cambiar las condiciones de vida en el planeta, de modo de  hacerla más amistosa con la naturaleza, sobre todo en el tratamiento de los desechos industriales como también de la basura proveniente de los hogares.

Chile ya ha expresado un compromiso en este sentido con el anuncio presidencial de suprimir las bolsas plásticas en los supermercados y negocios de las ciudades costeras tal como ha estado sucediendo en otras ciudades del mundo.

Esta misma Cop 23 se ha dado, como signo de los tiempos, al esfuerzo de restringir y regular sus residuos de modo de hacerla compatible con el medio ambiente, siguiendo su propia filosofía: es decir predicar no sólo con la palabra sino también con el ejemplo.

"Básicamente, la idea es sobre todo evitar la generación", afirma Stefanie Degreif, que trabaja para el Oeko Institut y contribuyó en el concepto de sostenibilidad de la COP23 encargado por el Ministerio de Medio Ambiente de Alemania. "Si no se puede evitar generar residuos, se debe intentar reutilizarlos. Eso significa recogerlos y separarlos, y luego reciclarlos. Solo al final del proceso, se desecha lo que no se pudo ni evitar ni se puede volver a utilizar", añade.
Y la forma es ir paso a paso. "Comenzamos preguntándonos por los participantes: ¿qué hacen y qué experimentan realmente en la reunión? De esta manera, identificamos, por ejemplo, preguntas tales como 'de qué material está hecho el vaso de mi café', y así sucesivamente. Y, entonces, es cuando hacemos los cambios".

TAZAS  MULTIUSO Y MENOS PAPEL

En la COP23, la mayoría de las tazas de café serán "multiuso", al igual que la vajilla y cubertería que se utilice en los puestos donde se sirva comida. Para reducir la cantidad de botellas de agua y tazas de un solo uso, todos los participantes recibirán una botella de uso múltiple gratuita para rellenar con fuentes de agua disponibles en distintos lugares de la conferencia.

Además, si las botellas se han comprado en la zona Bonn, se alentará a los participantes a depositarlas, una vez vacías, en los contenedores designados. De este modo, se donará el depósito al Programa del Nuevo Mundo, una asociación entre la Fundación Coca Cola y Global Water Challenge.

Sin embargo, los organizadores no solo quieren evitar el uso del plástico. También el del papel. Contrariamente a pasadas grandes conferencias sobre el cambio climático de la ONU, en los últimos años las COP se han convertido en su mayoría en eventos con “poco papel”. En las reuniones sobre el clima de la ONU eran usuales las copias impresas de boletines informativos, resúmenes de eventos y el programa diario. Sin embargo, hoy en día, la información clave siempre está disponible en su versión electrónica. Si se solicita, los delegados de la conferencia aún pueden obtener impresiones, pero serán de doble cara y en papel reciclado.

 Así como el uso de papel, botellas de plástico desechables y tazas pueden, y deben, reducirse, en algún momento los participantes necesitarán tirar papel, envoltorios de plástico o restos de comida. En la COP23, este tipo de basura se recogerá por separado, lo que no será tarea fácil, puesl las costumbres en lo que respecta a la recogida y el reciclaje de desechos son muy distintas en función del origen de las personas. Veremos si todo esto va cambiando nuestros hábitos y conciencias.

Lecturas de Foto

-La ciudad de Bonn esta revolucionada con la COP 23. Prácticamente no hay alojamientos y la vida de la urbe alemana girará en torno al cambio climático global por estas dos semanas.

 -Miles de líderes mundiales, académicos, empresarios, investigadores y observadores se han dado cita en la COP 23 para establecer cómo el mundo pasa del petróleo a la electricidad como fuente mundial de energía.