Esval aún no llega a acuerdo económico con vecinos afectados por rotura de matriz

Esval aún no llega a acuerdo económico con vecinos afectados por rotura de matriz

29 Julio 2013

Esval dice que el 50% de los vecinos han aceptado su oferta de indemnización.

El Martutino >
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Indignados y molestos se encuentran los vecinos del sector de Santa Elena al no recibir una respuesta satisfactoria por parte de la empresa Esval, cuyas indemnizaciones no se comparan con las millonarias pérdidas sufridas por la rotura de la matriz el pasado domingo 14 de julio, donde se inundaron la mayoría de las casas con barro y agua.

“Ellos no piensan en el daño, son más de 30 años los que nosotros vivimos aquí en el sector y te arruinen la vida de un día para otro y te ofrezcan una porquería de plata. Lo que ellos no están avaluando es el daño sicológico y moral de nosotros” dijo Rossana Muñoz, una de las afectadas que debió distribuir a su familia en varias casas de familiares mientras espera una solución concreta por parte de Esval.

La empresa sanitaria afirmó que ya cerró acuerdos con la mitad de las familias que resultaron afectadas directamente, es decir, 24 de los 49 casos catastrados.

Pero el panorama es distinto. Si bien algunos aceptaron el dinero de indemnización, los casos más graves no lo han hecho.

“Yo le dije me da 20 millones al encargado que está negociando con nosotros, y me dijo no. Primero me ofrecieron 11 millones y después 14 con 2 meses de arriendo. Aquí no pago locomoción, mi trabajo y el colegio de mi hijo queda en la avenida Argentina. Ahora de donde venga tendré que pagar transporte” comentó Rossana, quien además su madre, modista del sector, perdió sus máquinas de coser.

Medidas de presión

La empresa comunicó que “las conversaciones con la totalidad de los afectados se están desarrollando con la mayor voluntad y sólo se ha demorado en algunos casos puntuales, por el carácter técnico de algunas tasaciones en curso y no por discrepancias con los afectados en cuanto a conceptos”. Sin embargo, el punto de vista de algunos afectados es muy distinto, ya que consideran que Esval ha generado medidas de presión para aceptar los montos que ellos ofrecen.

Ricardo Nuñez Medina, administrador del Hotel Puerto Valparaíso, dijo que “en términos generales yo no puedo decir nada en contra, insisto y creo que a mí se me tapó la boca con plata”. Nuñez aceptó el dinero entregado por Esval, pero su salida del Hotel Diego de Almagro, donde se alojaron los damnificados, fue complicada ya que la empresa sanitaria lo acusó de querer quedarse por más tiempo en el lugar.

Una opinión que comparte la vecina Rossana Muñoz, quien más tarde vivió la misma situación con la empresa sanitaria que le solicitó desalojar el dormitorio donde se encuentra ella y su hijo, ya que no acepta los 16 millones que le ofrecen por indemnización. Monto que para ella no se compara con todo lo material que perdió, sin incluir los días que dejó de trabajar. “Primero pedí 25 millones para poder encontrar algo para arrendar y por los 6 meses que no tendré trabajo. Para ellos es como que me estoy tirando mucho, pero es todo lo que ellos destruyeron” mencionó Rossana, quien añadió que “nosotros no pagábamos arriendo, porque esta casa es de la cuñada de mi mamá”.

Esval dice que esto es una excepción frente a los a otros casos. “El caso de la señora Roxana Muñoz, a quien se le ofreció un monto por sus daños y ubicarla en un departamento junto a su familia, pues no es la propietaria de la vivienda afectada.  Paralelamente,  se está conversando con el dueño para acordar con él los arreglos necesarios”.

Humedad y barro

Las casas de abajo, que coinciden con el Hotel Puerto Valparaíso y la casa de Rossana, fueron las más afectadas, ya que recibieron el impacto de todo lo que el agua botaba en el trayecto. El derrumbe incluso movió un automóvil hacia la ventana de la habitación del hijo de Rossana.

“Cayó el vehículo de ellos (vecinos de arriba) a mi ventana, con mi hijo corrimos, pero no podíamos salir porque estaba lleno de agua” relató Rossana, quien agregó “el día anterior celebramos el cumpleaños de mi hijo aquí afuera, todos estaban jugando, menos mal que no pasó el sábado, si no hubiese sido peor que ahora”.

Ambas viviendas quedaron imposibilitadas de habitar, el Hotel Puerto Valparaíso aún se encuentra con barro en todas sus habitaciones del primer piso, al igual que la casa de Rossana, que al entrar se huele la humedad que aflora en las paredes.

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